El concepto de vida que tenía la sociedad no era justamente lo que calzaba con Park Jimin. Desde que tiene memoria ha vivido tratando de alcanzar la perfección, ya sea en la vida académica, en las amistades o en el baile. Park Jimin el perfeccionista, ese era él.
Rodeado de personas que siempre le señalaron y nunca entendieron la esencia que en él resguardaba, creció pensando que la única manera de ser feliz era teniendo éxito. No había nada más importante en su vida que alcanzar la perfección.
Últimamente se ha sentido muy diferente a comparación de otros días, algo estaba atascado en su corazón y no sabía cómo desprenderlo, la avaricia lo estaba matando, y lo peor de todo es que sabía la razón, pero no parecía inmutarle dicha situación.
Tomó el teléfono y marcó el número de la persona que ha sido su confidente todo este tiempo, ha sido la familia que nunca tuvo y el único que ha podido comprender su pasión por el baile.
—Hoseok, ¿ya vienes? —preguntó una vez que contesta en la otra línea, ha estado esperando por más de diez minutos.
—Claro, estoy llegando a la academia — se escuchó su voz chillona del otro lado del teléfono.
—Bien, aquí te veo. —Colgó y se apoyó en la pared que cargaba el peso de la gran academia de baile donde Hoseok y Jimin asisten. Jimin no sabía si el hecho de que Hoseok llevara más tiempo en la academia hacía que él se sintiera en un nivel muy inferior, a veces se sentía celoso, pero siempre estuvo orgulloso de su amigo.
Vio su silueta acercarse cada vez hasta que estuvo a pocos centímetros, le sonrió y lo saludó como siempre solían hacerlo. Se adentraron en el edificio y prepararon sus cosas, al entrar todos sus compañeros y amigos los saludaron de una manera agradable. Eran bastantes personas en la academia por lo que tenían muchos amigos allí, todos juntos como una familia que están unidos por una misma pasión, el baile.
Empezaron a practicar y a bailar como cada fin de semana estaban acostumbrados a hacer, la música los llevaba a otro mundo y su cuerpo expresaba la emoción del viaje, las batallas de baile tenían lugar de vez en cuando y se divertían mucho, no había día que no disfrutaran su estadía en la academia.
A veces las lesiones o el agotamiento se hacían presentes, pero siempre volvían por la meta y los sueños. Ya habían participado en muchas competencias de baile y habían ganado una cantidad considerable de premios, todo con su propio esfuerzo.
***
Después de tres horas de practica decidieron descansar un rato, todos se distribuyeron en todo el salón de práctica. Hoseok y Jimin optaron por sentarse en las bancas que estaban junto al espejo, frente a él Jimin podía observar ese pequeño problema que constantemente atormentaba su cabeza, Lee Hansool.
Esa chica ha estado en su cabeza desde la primera vez que la vio por aquí, toda su atención la tenía por completo, nunca había visto a una chica como ella, talentosa, amable, linda, carismática, humilde, radiante y apasionada... en verdad lo tenía muy impresionado, sin embargo, ella parece estar más interesada en Hoseok, lo cual entristecía un poco a Jimin quien se ha dignado a luchar por ella. Tan pronto como se dio cuenta que la miraba caminó hacia sus dos amigos. Podía sentir su dulce aroma desde aquí.
—Hoseok, lo hiciste muy bien hoy, ¿has estado practicando? —Ella se sienta en medio de ambos, pero sólo mira a Hoseok, dándole la espalda a Jimin.
Jimin deseaba que a él también le dijera que lo hizo bien.
—No, en realidad sólo es dedicación —Hoseok le responde con una sonrisa y seguidamente toma de su botella de agua.
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LIE; p. jimin
Short StoryPark Jimin, has cometido el peor error de tu vida, decidiste vivir en una mentira que tú mismo creaste, atrapado en la tentación de la venganza, has perdido a la única persona que tenías en este mundo. Fecha de publicación: 31 de enero, 2018 Fecha d...