Lluvia de Emergencia

220 24 11
                                    

Si contáramos los días que pasé junto a Hoseok, serían pocos, pero para mi fue una eternidad.

Días después me dejaron quedarme junto a él de nuevo, pero el cansancio se hacía presente y de nuevo me dormí en la camilla.

Desperté por voluntad propia al escuchar una puerta abrirse, me senté mejor en la camilla y miré lo que estaba pasando, una doctora se estaba llevando la camilla de Hoseok para la sala donde fue operado.

—Oiga, ¿a dónde lo lleva? —le pregunto extrañado al no saber que harían con él.

—El doctor lo revisará para cerciorar si podemos quitarle las vías ahora mismo —habla amablemente por lo cual asiento y me acomodo en la camilla, pensé que me diría algo por dormir sobre ella pero parece que no les importa, mucho mejor para mi.

De nuevo esperé lo que pareció una eternidad para mi, salió el doctor que me había citado y me dijo que ya podía entrar a verlo. Me guió hasta la sala donde él estaba y pude verlo ya despierto pero débil, sonreí al verlo bien.

—Sabía que serías fuerte —le dije mientras me sentaba a su lado.

—Fui fuerte gracias a tí, gracias por quedarte a mi lado —me responde con una voz rasposa y débil.

—Eso hacen los hermanos, ¿no? Veo que esa operación te quito tus fuerzas —le dije en mi forma de burla, quería que se sintiera bien a pesar de todo.

—¿Eso parece? Cuando recupere mis fuerzas haremos una batalla de baile y te ganaré, mocoso malcriado, respeta a tus mayores —me regaña en la forma en la que él solía hacerlo cuando eramos más jóvenes.

—Eso lo veremos. Recupérate rápido, tonto. Te dejaré dormir, estaré esperando en la sala de espera. —Me despedí de él y salí de la sala. Me sentía más aliviado al saber que él ya estaba mejor, de verdad no sabría que haría si algo le sucediera a Hoseok.

Si él muriera yo moriría con él.

Las cosas en la sala de espera eran peor de lo que pensaba, la gente peleaba con los doctores, les gritaban, lloraban, era un caos todo esto, más enfermos estaban los de afuera que los de adentro.

Todo parecía tornarse caótico pero mi salvación se vió en seguida, el doctor me llamó de nuevo y me dijo que ya podía dar de alta a Hoseok.

—Asegúrate de que apenas salgan coman algo, es bueno que permanezca comiendo seguido, cualquier cosa puede venir al hospital y consultar o a la clínica más cercana —me dice amable y me guía de nuevo a Hoseok, al entrar ya él está listo y agradece a los doctores para irnos.

Lo recibo con un abrazo y nós encaminamos hacia afuera, lo cuidaría mejor a partir de ahora.

—El doctor dijo que tenías que comer apenas saliéramos de aquí, ¿por qué no vamos a comer? —Sonrió y lo rodeo del cuello con uno de mis brazos, él sólo ríe y asiente.

Fuimos a varios puestos de comida y ferias, gasté casi todo el dinero que llevaba, nunca había gastado tan rápido mi plata hasta el día de hoy, pero fue por una buena causa. La pasé muy bien con Hoseok a mi lado, nós reímos mucho y contamos muchos chistes, tomamos una fotografía de los dos frente al puente del Río Han, todo estuvo de maravilla.

(***)

—Wow, hoy fue un día agotador —dice Hoseok mientras entraba a la casa.

—Para tí, estos últimos diez días para mi fueron más agotadores esperándote en el hospital. —Me hago tirado en el sofá grande de la sala de estar, mientras Hoseok se sentaba lentamente.

LIE; p. jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora