Capítulo 1

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Era una mañana tal y como otra. Soleado, el cantar de los pájaros, y un nuevo comienzo, al menos para la joven de cabellos castaños y ojos color hazel.

Esta se encontraba durmiendo, con tal paz que fue arruinada cuando uno de los sirvientes que ayudaban en la casa tocaron la puerta de su habitación, causando que esta se levantara.

— Señorita (T/N), es tiempo de levantarse. — mencionó la voz detrás de la puerta.

— Si, ya me levantó. Gracias Pedro. — contestó mientras se levantaba de la cama aún medios dormida para tomar su celular de la mesita de noche y ver la hora, indicando que eran las 5:30 a.m. de la mañana. Busco su uniforme en su closet para luego buscar medias y sus zapatos, para luego dirigirse al baño.

La de cabellos castaños se quitó aquel traje que llevaba puesto para luego darse una ducha la cual duró solo unos 10 minutos. Una vez fuera, se secó con la toalla y se colocó el uniforme. Una vez vestida, tomó su cepillo y empezó a desenredarse el cabello. Una vez echo, uso sus cremas del pelo para arreglárselo y justo termino salió del baño para colocarse los zapatos, los cuales había dejado afuera antes de irse al baño.

Una vez lista tomó su mochila y salió de su habitación dirigiéndose a el gran comedor, lo cual no le gustó una vez visualizó a su madre y su padre sentados en esta.

Se sentó en su lado de la meza para luego hablar.

— Buenos días madre, buenos días padre. — hizo su saludo diario, para luego agradecer por la comida y empezar a comer. Esta consistía de huevo hervido, y unos pancakes, de tomar era tan solo un jugo de naranja.

— Buenos días (T/N), ¿ya tienes la mochila lista? — preguntó su madre, Beatrix, quien estaba mirando su celular leyendo mientras que comía.

— Eso es correcto mamá. — contestó mientras tomaba un canto del pancake con su tenedor y se le metía a la boca.

— El chofer estará en la entrada del colegio a las 5 exactamente, así que más vale no le hagas esperar. Más vale esos ensayos valgan la pena. — mencionó su padre, Frederick mientas seguía leyendo aquel periódico.

— Lo tomare en cuenta, muchas gracias por la comida. Tengan buen día. — se levantó de su asiento para luego tomar su mochila y salir del comedor, para luego dirigirse a la entrada/salida.

Una vez fuera logró localizar el auto del chofer, para luego abrir la puerta trasera de este y montarse para luego cerrar la puerta.

— Buenos días señorita (T/N), ¿como estuvo su mañana? — preguntó el chofer mientras que apretaba un botón del control que tenía en la mano, abriendo las puertas para así poder dirigirse al colegio en el cual la joven iba a empezar a estudiar.

— Estuvo bien, aunque no miento cuando digo que estoy nerviosa. — mencionó mientras soltaba un gran suspiro, ya relajada de que no estaba en su hogar.

— Que bueno saber que estuvo bien. Y no ai por que ponerte nerviosa, todo saldrá bien. — dijo el de cabellos castaños y ojos color castaño oscuro. Su nombre era Eduardo.

— Gracias por los ánimos, Eduardo. —

— Todo para que usted se sienta mejor. —

Después de unos 10 minutos, la joven se encontraba en frente de el colegio. Logró ver la cantidad de estudiantes que entraban a este, algunos en grupos, otros solos, ect.

Esta suspiro para luego sonreír y mirar al chofer. — Deséame suerte! — dijo con entusiasmo para luego bajarse del vehículo con su mochila en manos, para luego adentrarse lentamente a la entrada.

Serás Mía Y Sólo Mía [Fred x Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora