MALDITAS APARIENCIAS

LA FIESTA

hola!

por fin termine con este cap, así que los dejo con la continuación de este fic. 

(perdonen hacerlos esperar tanto)

espero difruten de este cap y me dejen saberlo.

-no debes decirle nada.- Sentencio Doko serio.

-pero Doko...Aioros tiene derecho a saber lo que le pasa a Aioria.- hablaba Sofy consternada, ya que su marido le había prohibido decirle algo de lo que pasaba con Aioria.

-es lo mejor...que quieres, que Aioros también se preocupe y angustie por la vida y adicciones tan estúpidas que está tomando Aioria! No! me oíste, no permitiré que hagas semejante estupidez.- Doko estaba cada vez más alterado y molesto, incluso había subido su tono de voz.

-entonces que pasara con Aioria, el necesita de Aioros. Él podría ayudarlo y tú lo sabes perfectamente, Aioros todavía tiene una influencia muy fuerte en la vida de Aioria, quizá si él le hablara y tratara de hacerlo entrar en razón Aioria podría cambiar, ¡estoy segura! – grito exasperada Sofy a espaldas de Doko.

- la verdad ya no me importa lo que le pase a Aioria, el solo arruino su vida, yo hice lo que pude... le di muchas oportunidades, pero ya no más...si él quiere votar su futuro y vida a la basura, que lo haga, pero lejos de aquí y lejos de su hermano mayor...no quiero que termine estropeando la vida de Aioros con sus estupideces.- Dijo Doko fríamente, sin decir más intento salir de esa recamara, pero la mano de Sofy lo detuvo.

-Doko...no puedes hablar así de tu propio hijo, Aioria también te necesita, él nos necesita a todos, sobretodo Aioros, por favor deja que él hable con Aioria deja que ambos...-

-¡ya basta! – Doko se puso en pie.- si continuas insistiendo en eso de decirle a Aioros todo lo que pasa con su irresponsable hermano, entonces decidiré dejarte y no llevarte a la academia. Incluso si decidieras ir sola...te prohibiré la entrada....-dijo serio y mirando fijamente a su esposa.

-Doko...- Sofy retrocedió dos pasos, le daba miedo el comportamiento y las palabras tan frías y crueles que le decía su marido.

-no dejare que nadie destroce ni estropee la vida de Aioros...el si tiene futuro.-sin decir más Doko salió de la habitación que compartía con su esposa, llevando consigo unas cuantas maletas.

Sofy se quedó sentada en la enorme cama que compartía con Doko. Estaba completamente entristecida, abatida y muy angustiada por Aioria y en parte también por Aioros.

Sabía que ninguno de sus hijos era feliz, deseaba tanto regresarles esa felicidad y alegría que tenían hace solo unos cuantos años atrás, pero no sabía qué hacer para ayudarlos, no sabía cómo hacer que sus hijos volvieran a ser esos hermanos inseparables, felices y llenos de vida.

Entonces lloro, lloro de impotencia, lloro por el destino que le esperaba a Aioria y por la vida infeliz que había elegido Aioros.

.....

.- ¡Aioria! –

Le grito milo a lo lejos. Este volteo a verle desganado.

-¿qué quieres? – pregunto sin ánimos.

-vengo a darte buenas noticias...- dijo milo muy sonriente.

-así, pues dilas de una vez y deja de hacerme perder el tiempo.-