—Entonces.. ¿Va a decir algo?—pregunto viendo al entrenador, esperando por una respuesta después de haberle contado sobre mi reposo y todo lo demás. Ambos estamos en su oficina, él sentado en su silla y yo parado junto a la puerta. Quito mi mirada de la suya y le doy un vistazo a mi bolso de los New York Giants que llevo en el hombro derecho.
Recuerdo hace unos años atrás, el día de mi cumpleaños número once, cuando fui por primera vez con mi padre a ver jugar a los New York Giants. Ambos estábamos muy emocionados ese día.. Y, también recuerdo que en la parte de afuera del estadio, habían personas vendiendo cosas sobre los equipos de fútbol Americano. En cuanto vi este bolso, me gustó mucho. Mi padre se había dado cuenta de ello y no dudó ni un segundo en comprármelo.
Desde ese entonces, siempre lo he utilizado. Porque, aparte de que fue el último regalo que recibí de él, me hace sentir que está conmigo para donde sea que vaya.
Oigo que el entrenador se aclara la garganta, sacándome de mis pensamientos.
—Bueno, está bien. Lo único es que mientras regreses, Nick estará en tu lugar. Será el mariscal del campo. —responde, y la sonrisa que tenía en mi rostro se fue quitando lentamente al escuchar lo último.
Doy un suspiro y me paso una mano por el cabello.
—Créame que no será por mucho tiempo—digo— estos días pasaran rápido.
Menos mal que solo mi reposo sería por una semana, porque no soportaría ver a Nick en mi lugar. Aprovechando de mi lugar.
Dicho esto, salgo de allí y camino por los vestidores del equipo, ya que su oficina está al lado y a juro hay que pasar por aquí. Cuando voy a llegar a la puerta, oigo una voz a mis espaldas.
Me detengo y me doy vuelta a ver de dónde vino.
—¿por qué no nos habías contado?—pregunta Matthew, caminando a mi dirección. Y detrás de él, están Peter y Josh.
—Iba hacerlo—respondo.
—¿Otra vez Marco? —habla esta vez Peter— ese infeliz me está sacando las canas que aún no tengo.
Reprimo una risa ante tal comentario.
—Si, pero ya pasó. No quiero hablar sobre eso, ni de él—digo y hago una énfasis en "él"
—Nos vemos en el almuerzo—me despido para luego salir del lugar.
Camino hasta mi casillero y lo abro, dejo el bolso allí adentro y saco únicamente el cuaderno que necesito para mi próxima clase y el lápiz.
Al cerrar la puerta de este, me encuentro con Anna. Tiene muchas tarjetas rosadas en sus manos, acompañada de una sonrisa.
—Hola Moore..—saluda— ten.
Me entrega una de esas tarjetas. Llevo mi vista a lo que tiene escrito en ella.
¡Estas invitado a mi fiesta de este viernes! Será en mi casa.
Dirección: Urbanización Johnson 1400. A las 20 hrs.
Te espero allí.
Xoxo, Anna.
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Mi Vecino
Teen FictionElla es Emma Green. Todo iba normal en su vida, hasta que un día tiene que dejarlo todo en su país para irse a vivir a New York, EE.UU. ¿Por qué razón? El trabajo de su padre. Todo parece estar normal hasta que sucede el primer encuentro con su Veci...