Sangre congelada

19 1 0
                                    

Desde ya horas que aquella duda la comía por dentro, constantemente golpeaba su frente con la palma de su mano como si desease ordenar sus ideas de tal manera, pero todo intento era inútil, seguía allí hojeando las delgadas paginas de un libro con rapidez. ¿Desde cuando ella era así? ¿Desde cuando Dahlia Moore, la Vampiresa desinteresada por todo mundo se tomaba el tiempo para ayudar a alguien mas? ¡Apenas conocía a aquella mujer y ya le estaba haciendo un favor! Pero no, no era cualquier favor, si no que se trababa de un gran favor. Resultaba ser que Lizeth le había preguntado por el registro de personas en el continente de Sreisfer, pero ¿Siquiera tiene idea de que tan grande era la lista? Eran sencillamente nombres de arriba hacia el mismo infinito, tardaría sin dudas días es terminar de leer tal texto.

Resignada tras haber aceptado aquel favor solo suspiro observando nuevamente las innumerables letras frente a sus ojos.

– Pesar que utilice mi apellido para entrar a este lugar… – murmuro para si dando una mirada evaluativa a su entorno.

Pilares perfectamente alineados, estantes del techo hasta el suelo repletos de libros y mas atrás una recepción un tanto sombría, el ayuntamiento general de Sreisfer no era un lugar ciertamente alegre, pero si tranquilo, podía tener la seguridad de que no tendría mas encuentros del tipo hostil allí. Sonrío por breves segundos y continuo su lectura con suma tranquilidad, pero en menos de lo pensado las paginas se cerraron dejando una pequeña brisa rozar su rostro, de quiensabecuantos libros llevaba la mitad, y pensó que seria agradable dedicarse ya a su otra búsqueda encomendada por Lizeth. Volteo cuidadosamente y se paseo con cierta elegancia de pasillo en pasillo, de ves en cuando extendía sus manos para alcanzar uno que otro volumen inservible sobre lo que buscaba, pero apenas en la segunda línea renunciaba, no tenían relación realmente con lo que tanto deseaba, dudo de incluso la auntecidad de varios textos, puesto que, estos estaban confiscados y por esa misma razón estaban en el ayuntamiento y no en una simple biblioteca.

Considero retomar el informe anterior, pero un libro llamo su atención, este no era como los demás exactamente, si  no que uno de “literatura clásica”, se sorprendió de tal detalle, puesto que tenia entendido que solo se almacenaban documentos históricos, suspiro y le dio una oportunidad a aquel solitario libro hojeando sus hojas con rapidez, muchas de estas solo resultaban relleno para lo que deseba saber, pero apenas al llegar a una tercera parte del contenido se detuvo para releer cierto párrafo.

“La tierra, un hogar, aquel montón de polvo seria lo que cada ser llamaría respectivamente su mundo, las mentiras serian algo del día, la puerta hacia el nuevo mundo estaba abierta, pero no todo era perfecto, las disputas y conflictos entre los reinos destruirían la paz que habitaba en la tierra. Las dos grandes fuerzas: Kingdom of Sreisfer, aquellos que habitaban entre sombras mas ocultas, y Kingdom of Oclide, los reyes de los cielos; hace miles de años habían firmando un tratado de paz el cual consistía en únicamente no atacarse unos con otros, pero tras diversos sucesos, aquel tratado fue anulado, dejando que la guerra arrasará con todo a su paso, en el ello, un tercer reino se vio involucrado: Kingdom of Trinsfer, este ultimo reino se veía gravemente afectado por la guerra, puesto que se trataba del punto de conexión entre ambos reinos. Trinsfer, dispuesto a no ser aplastado por aquellas dos grandes fuerzas comenzó a tomar cartas en el asunto, dividiendo a su reino en sectores, dos de estos consistían en aliarse con alguna de las grandes fuerza para evitar daños de parte de estas y a su vez ser protegidos, la avaricia los carcomió creando un ambiente poco seguro para las futuras generaciones. Actualmente mucha información sobre los sucesos ocurridos antes de la guerra  han sido eliminados, al punto en que se duda sobre si existió o no un periodo en el que los Reinos habitaron en paz.”

Sus castaños ojos entre reflejos rojizos se opacaron, con sus manos junto ambas partes del libro solando una pequeña brisa contra su rostro nuevamente, un suspiro se asomo en su labios para luego colocar aquel trozo de información en su lugar nuevamente, observo su alrededor, todo era pasadizos de información, repletos de tinta y papel aprisionados por una fina cubierta de cuero, sin embargo ningún de estos la saciarían, ella buscaba respuesta, respuesta de lo ocurrido antes de la guerra, simplemente para aquella mujer, que aun tratándose de una vidente de los inicios, no era capaz de recordar del todo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 24, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Paraíso de Luz y Sombras: Mundo de la TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora