Capítulo 2

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La vida de Lykaios finalmente parecía haber encontrando un sentido, una parte de su corazón que creía perdida nuevamente volvía a formar parte de él, su pequeño, su pequeño Axya le brindaba un calor que por mucho tiempo añoro volver a sentir, había recuperado el afecto que tanto tiempo busco como un loco. Para los hombres bajo las órdenes de Lykaios fue fácil saber cuál sería su misión principal, de ahora en adelante la protección del pequeño Axya sería su prioridad, deberían cuidar del mayor tesoro de su líder.

Axya estando aun débil debía permanecer en cama hasta poder tener un poco más de fuerza y recuperar peso pues con la más mínima brusquedad que hiciera podría lastimarse, para su consuelo su padre seguía laborando desde la cama lo cual le permitía sentirse protegido y seguro, escuchar la voz de Lykaios era lo más parecido a una nana, con solo oírlo sus pesadillas se mantenían alejadas, todos los malos recuerdos que lo invadían se mantenían lejos dejándole tener sueños agradables.

—Papá —llamo a Lykaios quien aparto su mirada de unos documentos que estaba leyendo para prestarle atención—. Ten... tengo hambre.

—Por poco olvido que ya casi es hora de que tomes tus medicinas.

Lykaios llamando Ares le encargo pedir algo de comida, dicha instrucción fue cumplida velozmente, mientras se encontraban a la espera Lykaios sorprendió a su pequeño con un pequeño regalo que esperaba le agradara—. ¿Es para mí? —pregunto Axya mientras recibía un peluche en forma de conejo color blanco.

—¿Te gusta?

—¡Me encanta!

Para Lykaios era de gran gozo ver sonreír a su pequeño, aun cuando había sufrido aun podía sonreír con tanta naturalidad, realmente su pequeño Axya era un niño muy especial, cuando la comida llego ambos comieron, Ares encontró un poco raro el deber comer junto a su líder y Axya, sin embargo, por indicaciones del mismo Lykaios también debería obedecer a las órdenes de Axya quien realmente no era alguien que demandara muchas cosas, básicamente poseía una forma muy gentil de ser. Para Lykaios era tranquilizador que su ejecutor y su hijo se llevaran bien pues eso podría permitirle alejarse de la habitación para atender asuntos que requerían de su inmediata atención, con tranquilidad dejo a Axya al cuidado de Ares quien prometió cuidar al menor lo mejor posible.

—Joven Axya, ¿Desea alguna cosa o algún juguete en especial?

Axya aun si no se sentía muy cómodo al no sentir la presencia de su padre se sentía tranquilo pues el aroma del conejito era el mismo que el de Lykaios, además, confiaba en que su padre jamás lo dejaría con alguien peligroso, para el menor poder encontrar el valor suficiente para confiar en alguien que no fuera su padre le resultaba algo sumamente complicado, no obstante, Ares aun si poseía una expresión seria y un poco agresiva no lucia como una mala persona, además era la persona de más confianza para Lykaios, estando sentado y abrazando el peluche que su padre le había regalo pensó por unos instantes como hablarle a Ares, deseaba preguntar muchas cosas pero al mismo tiempo su cabeza no lograba ordenar sus propios pensamientos, su cuerpo seguía tan débil que debió recostarse para poder respirar mejor.

—Procure no esforzarse —dijo Ares cubriendo Axya con las sabanas de la cama—. Debe ponerse bien para aliviar a su padre.

—¿Aliviar?... ¿Papá se siente mal?

 ¿Papá se siente mal?

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⏰ Última actualización: Jan 25, 2018 ⏰

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El cordero del demonio (YAOI-R18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora