Capítulo 1 "Cayendo al abismo"

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Mi vida no fue fácil a pesar de que nací en el seno de una familia promedio estadounidense. Mi madre, naturalmente como muchas otras madres, era amorosa. Mi padre siempre fue trabajador, y, como muchos otros padres, conservador. Nunca sufrí de carencia alguna durante mi infancia, fui feliz, plenamente feliz, al menos hasta que la primera desgracia de mi vida sucedió, nunca volví a ser el mismo, tampoco mi padre.

Mi madre cayó en cama durante meses, yo tenía 15 años.

Los médicos no eran capaces de darnos un diagnostico fehaciente, así que sólo podíamos ver como mamá se deterioraba día con día.

Al inicio se tropezaba con los muebles, dejaba caer cosas al piso. Su excusa siempre era el hecho de que estaba cansada y eso la volvía algo torpe, pero poco a poco perdía cada vez más coordinación motriz, iniciaban sus problemas con el habla, dejó de reconocerme.

Era doloroso tener que recordarle que yo era su hijo. Cuando esto sucedía me pedía que relatara nuestros momentos más preciados juntos, le mostraba fotografías mientras me recostaba a su lado y las lágrimas corrían por mis mejillas, a pesar de olvidarme, nunca dejó de ser la mujer amorosa de siempre. Papá dejo de visitarla un par de meses antes de su fallecimiento, supongo que le era demasiado duro ver como se perdía su esencia y cómo mamá dejaba de ser la mujer con la que decidió formar una familia. Fue igual de difícil para mí, pero yo no podía dejar de verla, siempre tuve la esperanza de que algún día mejoraría, se levantaría de aquella fría cama de hospital y podríamos ser la familia de siempre, pero esto nunca sucedió.

Nunca olvidaré el día en que se fue de mi lado, papá me llevo como de costumbre al hospital, se quedó en la sala de espera mientras yo me dirigía a la habitación de mamá con un ramo de gerberas de distintos colores, eran sus flores favoritas.

Cuando crucé la puerta me encontré con un escenario cruel, estaba rodeada de al menos 3 personas intentando controlar sus convulsiones, entro en paro cardiaco. No pude despedirme de ella.

Tras la autopsia, nos dieron la noticia, el asesino fue una leucoencefalopatía progresiva, no existe una cura y aunque los doctores lo hubieran sabido desde un inicio, era una enfermedad terminal.

Después de esto papá se convirtió en alcohólico, en el periodo de 6 meses perdió alrededor de 4 trabajos y dejó de ser aquel hombre comprensivo que me crió y pasó a ser alguien abusivo. Solía golpearme cuando no lo obedecía, sacaba malas notas, o simplemente si tomaba demasiado whisky y alguna estupidez ajena a mí lo enfurecía.

Tras un año, papá conoció a Susan Mayfield, aún me sorprende lo rápido que supero a mamá, tras unos cuantos meses ella y su hija Maxine se mudaron a nuestra casa, aun no puedo explicar la rabia que sentía hacia mi padre, de un día para otro actuaba como si esa mujer pelirroja fuese la única que hubo en su vida.

Nuestras peleas se hacían cada vez más frecuentes, recuerdo que la primera y única vez que tuve la valentía de defenderme y golpearlo en el rostro, enfureció tanto, que tuve que faltar a la escuela una semana entera, me era imposible respirar sin ...

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Nuestras peleas se hacían cada vez más frecuentes, recuerdo que la primera y única vez que tuve la valentía de defenderme y golpearlo en el rostro, enfureció tanto, que tuve que faltar a la escuela una semana entera, me era imposible respirar sin sentir dolor.

Young Lust  (Billy Hargrove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora