Primer día...

68 8 4
                                    

Vivo en una ciudad muy amplia con mi familia pero la zona que suelo habitar no es muy agradable que digamos aunque después de unos años, una se acostumbra. Suelo asistir a una secundaria a poca distancia de mi casa, es mi primer día y estoy un poco nerviosa.

Yo jamás pensé conocer a personas que me abrirían los ojos a un mundo increíble, misterioso pero también muy peligroso, hasta que un día...

*Salón 2*

-¡Hola, soy Janeth! ¿Cómo te llamas?, me pregunta una chica muy alegre y a decir verdad muy linda.

-¡Hola, me llamo Kyra! ¿Sabes lo que tenemos qué hacer?, respondo con una sonrisa.

-Es un trabajo en parejas, donde yo, tengo que ser tu espejo, me dice con una linda sonrisa.

-Oh, entiendo...comienzo a moverme y veo que ella sigue mis movimientos, nos causa gracia y comenzamos a reír.

Terminaron las primeras horas y antes de salir a descanso...

-¿Quieres juntarte conmigo?, me pregunta Janeth...

-Amm...claro, porqué no.

Comenzamos a platicar sobre todas las experiencias que habíamos pasado y nos hicimos amigas, poco a poco nos fuimos conociendo más y cada vez esa amistad se fue haciendo más unida. Conocimos a muchas personas que desafortunadamente se cambiaron de escuela o de turno.

*Cierto día...*

Yo conocí a un chico por nombre Michael, que al principio me caí muy bien pero un día llegó muy nervioso, con una cartel y una carta en las manos...

-¡Ho...Hola! Eh...¿cómo estás?...este...¡ten!, me entrega el cartel y la carta con nerviosismo.

-Bien y ¿tú?...am...gracias, contesto con un poco de duda, leo la carta y el cartel, y resulta que se me declara. Yo, siendo sincera, en primera, él no me gustaba; en segunda, no podía aceptar su propuesta.

Guarde sus regalos con gran aprecio y le respondí, que era muy lindo de su parte, pero no podía. Al parecer, por su reacción lo comprendió y seguimos siendo amigos.

*En mi casa*

-¡Hija!, ¿cómo te fue?, me pregunta mi madre con entusiasmo.

-Estupendo, respondo con sarcasmo, pero al parecer no tiene idea.

-¿Qué es eso?, pregunta mi padre, arrebantándome el cartel que traía en la mano.

-¡Oye, eso es mío!, trato de quitarle el cartel.

-Con qué alguien ya se te ha declarado, eh!, lo dice con enojo. Espero ya sepas lo que debes hacer.

-Claro, ya lo hice, no tienes que estarlo recordando, respondo con seriedad y me voy a mi cuarto.

Creo que ya se dieron cuenta ¿no?, mi padre no quiere que tenga novio y yo, ahora ni nunca estaré para eso...

Las desconocidas...¿Te atreves a buscarlas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora