Las desconocidas...¿Te atreves a buscarlas?

¡¿Que somos qué?!

-Kyra, ya vente a cenar, para que te duermas temprano, dijo mi madre interrumpiendo a mi abuela.

-Si mamá, ya voy, respondí.

Terminé de cenar y me despedí de mis padres, ellos se fueron a dormir y yo me senté a un lado de mi cama. Mis abuelos tomaron asiento al igual que Ian.

 -Bien, ahora que ya nadie nos interrumpirá te explicaré,  desde el momento que naciste tuviste los cuatro dones elementales, fuego, aire, agua y tierra. No todos pueden poseer los cuatro y fuiste afortunada de tenerlos, tu y ella.

-¿Qué?, ¿dones elementales? ¿cuáles fueron los dones que acepté?, ¿cómo se controlan?, soné angustiada y desesperada, no podía creer nada de lo que él me dijo y estoy segura que tú, amigo mío, tampoco lo crees.

-Así es mi niña, pero no es lo único;  yo te heredé el poder de sanar heridas, incluso las más graves, y de los elementales fueron la tierra y el agua, dijo mi abuela con firmeza.

-Y yo, te heredé el poder de escuchar, ver, hablar y sentir a los espectros, demonios, ángeles, etc. A lo que le llamamos "espectra" y al igual que tu abuela, heredaste mi don del fuego y aire, siguió mi abuelo.

-¿Pero cómo controlarlos?, ¿Y si no puedo hacerlo?, ¿Hay reglas?, seguí preguntando.

-Pero claro que hay reglas y las irás aprendiendo a su tiempo. Además, para poder controlarlos y hacerte hábil te entrenará Ian, y nada de reclamos. ¿De acuerdo?, dijo mi abuelo.

-¿Pero por qué él?, hice un gesto de disgusto. -¿no es más fácil aprender de ustedes?, cuestioné. No me agradaba para nada la idea de estar nuevamente con él, me había abandonado...

-Porque ya tiene el entrenamiento suficiente, no y dije que nada reclamos, dijo mi abuelo.

-De acuerdo, tomaré el entrenamiento, dije con la misma seguridad que él a la vez que me cruce de brazos.

-Perfecto, entonces mañana comienzas, descansa, se dió media vuelta y se fue con mi abuela.

No podía creer que las leyendas que había escuchado sobre los elementos eran reales, pero lo que si podìa creer y estar segura era de que podría lograr más de lo que esperaban de mí. Fui a dormir y al día siguiente estaba ansiosa por decirle a Marlett lo que me habían dicho, no me aguantaba las ganas de ir corriendo y quedarme a platicar con ella sobre todo lo que me dijeron.

Llegando a la escuela, la vi y corrí hacia ella, la abracé y ella igual a mí.

-Kyra, tengo que decirte lo que sucedió ayer en la noche, dijo con desesperación y angustia.

-Yo también, necesito decirte todo, pero tu primero, dije mientras la abrazaba.

-Me explicaron que poseo todos los dones elementales y soy un "oráculo", ósea, una persona que tiene varias visiones próximas y puede hablar con seres como demonios. Busqué el significado de oráculo en un libro que me dieron ellos, y al compararlo con el significado de un diccionario, son términos diferentes; es una forma de ocultarse, dijo en lo que nos sentabamos en el patio.

-¿Enserio?, wow, también poseo todos los dones elementales pero a mi me dijeron que era una "espectra", puedo ver, sentir, hablar y escuchar a fantasmas u otro ser y tambièn curar heridas desde la más pequeñas a las más graves ¿raro no?, sin embargo tengo que seguir ciertas reglas, me emocioné un poco.

-Si, que genial. Bastante para mí, como todo aquí pequeña, respondió.

-De hecho, pero bueno. Nos ayudaremos a avanzar, le di mi mano y en eso apareció Ian...

-Chicas, según las reglas no pueden estar juntas...tie..., dijo él angustiado.

-¿Por qué?, ninguna regla nos impedira estar juntas Ian, dijimos ambas al mismo tiempo interrumpiéndolo

-Porque no, dijo mientras mantenía la postura recta

-¡Explícate!, "Porque no", no es una razón, respondí

-Pues pueden combinarse los dones e incluso crear un vínculo muy fuerte, la mayoría tratará de mantenerlas separadas, dijo él tratando de ponerse en medio de ambas

-¿Combinarse dones?, ¿La mayoría?, pregunté

-¿Crear un vínculo fuerte?, ¿Por qué existe esa regla?, ¿Serías capaz de separarnos a pesar de todo lo que hemos pasado?, dijo Marlett haciendo un gesto de astucia.

-¡Basta!, sólo tienen que distanciarse, ¿Bien?

-Pues no, no nos separaremos, respondímos.

-No me gusta cuando se ponen en ese plan, pero bueno, tomen asiento y les daré la razón por lo que deben estar distanciadas a partir de ahora, ¿Okay?

-Pues espero sea una razón lo suficientemente fuerte y convencible para justificar tu respuesta, dijimos cruzandonos de brazos y manteniéndonos de pie con la espalda recta y mirada al frente. Como habíamos aprendido desde niñas, no dejarnos intimidar por nadie.

-No se pongan a la defensiva, nos miró y devolvimos la mirada con más fuerza. De acuerdo, de acuerdo, mi justificación es la leyenda que no hace mucho sucedió y comienza así...