Amigos, hermanos, amantes

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Estaba nerviosa. ¿Por qué tenía que ser el último en llegar?

Sólo había pasado un día, sí, pero para Aitana era como si hubiese pasado una eternidad. Le echaba mucho de menos y no se quería imaginar como estaría si Cepeda salía esta semana de la academia.

Oía la conversación de sus compañeros pero no prestaba atención, tenía la cabeza en mil sitios.

Pusieron en la tele la actuación de "Camina" de la gala de Navidad.

"Seré tus alas tu vuelo, no mires al suelo que esto acaba de empezar"

Se observó en la pantalla mirando al gallego, en sus ojos había admiración y amor por él, que se había convertido en tanto para ella.

Reaccionaba a cada ruido que había en la academia, cualquiera de ellos podría ser Luis llegando con su sonrisa de siempre y con los brazos abiertos hacia ella.

De repente lo escuchó, la puerta de la academia. Se levantó como una bala del sofá y esperó a que todos sus compañeros le abrazaran y en cuanto pudo se lanzó a sus brazos. Por alguna razón estaba tan nerviosa que no podía parar de hablar.

- Ay Luis a mis padres les encantas, mis amigas te aman, te he echado tanto de menos. Pero cuéntame tu fin de semana, que me cuentes Luiiis.

El gallego se sentía bombardeado por la catalana pero decidió hacerle caso y se sentó con ella en el sofá para contar su fin de semana.

- Pues estuve con la familia, con Roi, incluso vino Graciela a hacerme una visita.

La chica se puso tensa en cuanto oyó ese nombre y él también. Su novia había ido a visitarle sólo para hablar de una cosa: Aitana. Al parecer los fans del programa creían que había una relación romántica entre él y la catalana y eso no había sentado muy bien a sus respectivas parejas. Él le juró a su novia que la relación que tenía con Aitana era completamente fraternal y era cierto, pero eso no quería decir que el sintiera ese amor de hermano hacia ella.

Hacía poco que había empezado a replantearse lo que sentía por aquella chica llena de luz. Se intentaba convencer a sí mismo de lo contrario pero no podía seguir negándolo. Al principio sólo fue atracción porque claramente Aitana es una chica muy atractiva, era preciosa, inocente y sexy a la vez. El problema llegó cuando supo que era algo más. Cada vez que ella mencionaba a Vicente o lo trataba como un hermano algo se rompía dentro de él y sin darse cuenta cómo se pasaba el día mirándola y pensando en ella. Siempre que estaba cerca él tenía esa sonrisa de estúpido en la cara. Se había enamorado de ella hasta las trancas.

Desgraciadamente tenía la sospecha de que ella no sentía lo mismo.

Se quedó mirándola mientras hablaba, tenía esa sonrisa de niña y le brillaban los ojos como cada vez que le contaba cosas que le emocionaban.

Se habían quedado completamente callados mirándose el uno al otro con una sonrisa estúpida en la cara de cada uno. Se rieron para aliviar la tensión y se fueron con los demás a dormir.





No sabía la hora que era, pero era tarde. Aitana no dejaba de dar vueltas en la cama, sólo podía pensar en la conversación que había mantenido con Cepeda antes. El oír el nombre de la novia del gallego le había producido un sentimiento horrible. No sabía que le pasaba últimamente, no podía sacar a Luis de su cabeza. Incluso este fin de semana con su novio Vicente, algo había cambiado y estaba realmente confusa. No sabía que podía estar sintiendo por Luis pero era algo tan fuerte que le aterraba, era como si de repente necesitara su compañía más que el aire para respirar.

Se levantó de la cama y fue hacia la cocina a beber una infusión que le calmara un poco los nervios. Se echó 3 kilos de miel y cerró los ojos intentando relajarse mientras se enfriaba la bebida. De repente sintió que alguien le tocaba el hombro suavemente.

Aiteda one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora