Oscuro

Nosotros

- Al fin.

Minho sorprendió con una sonrisa al ver tan hermoso lugar, enserio se había quedado sin palabras de lo hermoso del lugar. Era como un valle entre grandes montañas donde no parecía nevar, además habían algunas cavernas con agua termal, Géisers, un río que arrastraba salmones y arboles frutales. Era un lugar perfecto, creado a caprino de los mismos dioses que habían sido generosos con los viajeros que decidían aventurarse, después de haber pasado por mucho era gratificante saber que el esfuerzo tenia ese premio. Aunque Minho no vio a sus demás compañeros, era lo más seguro que se hayan perdido del rumbo, orientándose tal como decís Taemin por las estrellas hacia el norte teniendo a la mano derecha la luna.

Taemin inspiro ese rico aroma a rocío de pasto nuevo yendo primero con los lobos por delante así podía ver que tanto había cambiado el lugar de la última vez que lo visito, Minho no se alejo mucho de atrás. La rivera que desembocaba de una vertiente les permitió beber agua sin tener que preocuparse siendo Minho quien busco un lugar apto para colocar su carpa, entre unos arboles quedaba perfecta sin demorarse mucho con la ayuda de Taemin pudo armarla ya teniendo hasta la fogata encendida.

- Seria bueno comer pescado para recobrar las energías -Taemin asintió quitándose un poco de ropa pues no hacia tanto frío- ¿Ya no te haz vuelto a marear?
- No, solo fue la poca costumbre de escalar.

Minho asintió con la cabeza sin preguntar nada más. Al rato fueron a instalar una red que atraparía a los salmones que quisieran bajar a comer unos pequeños anzuelos que Minho había hecho con carne seca más algo de pan. Mientras los lobos dormían y Minho se fue a buscar leña para lo noche Taemin aprovecho el momento para ir a las piscinas naturales de aguas termales para poder tomar un baño, hace mucho que no lo hacia aunque no oliera mal lo necesitaba para relajar sus músculos y quitarse un poco del olor de las pieles que quedaban impregnados. Apresurándose a desnudarse entro soltando un gemido de placer se cómodo casi en medio mojándose por completo, el lugar era hermoso lleno de maleza y estando como en un agujero le daba algo de privacidad.

Sonrojo pensando en que en cualquier momento Minho podría aparecer y verle así, aunque asumía que la idea le encendía un poco el cuerpo se regaño a su mismo mordiéndose el labio para bañarse. Pasándose con suavidad la mano por los brazos pensaba en el fuerte hombre, le hubiese gustado haber compartido una ducha con él solo para poder mirarlo. Admitía que sentía una cierta atracción loca por su captor, Minho tenia un cuerpo que de seguro fue esculpido por los mismos dioses, siendo muy atractivo a pesar de no tener la típica barba o melena de los vikingos, aunque algunas veces lo había visto con la típica barba mañanera entendió que Minho se afeitaba siempre con un delgado cuchillo para conservar la higiene, le agradaba que el hombre siempre oliera exquisitamente bien, tenia un fuerte aroma masculino que para un doncel joven como él alborotaba sus hormonas y eso más de una vez le hizo abrir sus piernas con facilidad para que el mayor le impregnara con su aroma.

- ¿En qué piensas Taemin?

La grave voz de Minho retumbo en las paredes de la cueva haciendo que Taemin sonrojara de golpe yendo a la parte profunda para ocultarse de la mirada de Minho que inspeccionaba al menor.

- Solo me relaje demasiado, Minho.
- Creí que habías huido donde no te encontré al lado de la fogata -Minho comenzó a desprender de su ropa haciendo que la pequeña cabecita se volviera loca- pero los cachorros aun estaban ahí así que supuse que vendrías aquí.

Minho entro de un chapuzón hundiéndose en la parte más honda que daba la piscina, siendo Taemin que se corrió más a la orilla esperando a Minho cuando salió a su lado. Las gotas se deslizaban por todo su apretado cuerpo, haciendo que Taemin posara su mirada por todo el cuerpo aún colorado. Minho lo noto cuando sus miradas chocaron y el rostro de Taemin se colocó aun más rojo de lo que ya estaba atrayéndolo con fuerza de la cintura cuando este intento huir a la orilla.