Le escucho soltar un gran suspiro, y luego, su mirada de color café se cruza con a la mía. Un silencio incómodo se apodera de nosotros en reducido espacio de su coche. Todos los viajes siempre eran iguales, miradas furtivas, roces de dedos o suspiros largos, seguidos de más suspiros. Mi pecho siempre a su lado estaba acelerado, era una de las grandes razones por la cual odiaba enormemente estar a solas con él.
El sarcasmo que frente a otras personas salía de manera natural, era muy diferente a cuando estábamos solos. Usualmente era el quien tomaba las riendas de la conversación y muy pocas veces esta daba frutos. Lo único que sabíamos hacer era pelear y ser sarcásticos sin parar.
Paul, era amante de los vestidos de alta costura, así que, él siempre estaba dispuesto a ayudarme a elegir el vestido perfecto para cada ocasión. Conocía de pies a cabeza cada tienda de ropa, cuáles vestidos lucían mejor en mí y donde usarlos. A mis ojos era un auténtico gurú de la moda.
Se estacionó al lado de la lujosa tienda y me dedicó una rápida mirada antes de bajarse del automóvil. Lo miro rodearlo para intentar abrir la puerta. Pero antes de que lo haga, me apresuro abrirla. Ante esta acción, frunce el ceño y lo relaja al instante.
—Se supone que yo le abriría la puerta, señorita —parece divertido bajo la falsa imagen de un hombre ofendido. Una parte de mí quiere pedirle disculpas y explicarle que no necesito que me abran la puerta, para eso tengo dos manitas, no obstante, me dejo llevar por el nerviosismo. Mi mente se embriaga de múltiples ideas, muchas de ellas no muy santas. Por ejemplo; como la idea de que su gran cuerpo me aplasté el mío contra su coche.
Sin embargo, la idea igualmente me asusta. Soy virgen, a pesar de haber tenido algunos novios y dado unos cuantos besos. Siempre miento sobre el asunto porque me avergüenzo de ello, aunque la verdad es que siento que nunca estaré lista para dar ese paso, que para mí es un grandísimo paso.
—Lo siento si te ofendí, pero quiero que sepas que, en el fondo de mi corazón, me da igual — digo en forma nerviosa, intentando subir mi confianza, aunque sinceramente, creo que no funciona muy bien.
Él detiene su trote y me mira de arriba a abajo, analizando cada gesto que mi rostro o mi cuerpo realice.
—Es bueno saberlo —deja la frase en aire e introduce sus largos dedos a los bolsillos de su pantalón de vestir. Paul es un hombre elegante de pies a cabeza, como mencioné anteriormente, con un exquisito estilo en su forma de vestir. A pesar de que nos encontramos alejados por unos cuantos pasos, aun así, lograba percibir esa fragancia tan deliciosa.
Caminamos al lado, hombro con hombro. Saliendo del estacionamiento en dirección a la tienda. Pasando tan deprisa que no tuve tiempo de mirar el nombre del local.
—Bienvenidos, les puedo ayudar en algo — nos regala una sonrisa amable. Una chica de cabello marrón, con una figura intacta nos atiende, no obstante, su mirada está clavada en el hombre a mi lado, totalmente impresionada por Paul que olvida mi presencia al instante. Estaba tan acostumbrada a que esto sucediera que no le di importancia.
—Necesitamos un vestido para una cena elegante — haló de mi bazo, como quien toma un jarrón por primera vez — que resalte los ojos de la señorita — su cuerpo emana una seguridad impresionante y con cada palabra que pronuncia la chica se derrite cada vez más —debe ser para un evento en la noche, nada tan largo o incómodo, que se sienta fresca y cómoda, sin perder la elegancia.
La chica asiente con la cabeza y se marcha en la búsqueda de lo solicitado. En cambio, Paul y yo nos dirigimos a amplio vestidor dejando todo el trabajo de los vestidos en manos de la empleada de la tienda.
Él se sienta como es común en un pequeño banco de madera frente a la puerta donde yo entraré a probarme los vestidos. En un silencio profundo, pareciendo un monstruo gigante en comparación del pequeño banco. Me parece cómico y a la vez tierno mirarlo así. Quisiera explicar el porqué, pero no tengo las palabras correctas para expresarme.
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Paul +18 |TERMINADA EN DREAME|
Storie d'amoreEl no tiene sangre en sus venas, tiene veneno, lujuria y deseo. Ella puede parecer inocente, tierna y despistada, pero cuándo la atacan aparece la fiera oculta tras su piel. No importa cuánto intentes luchar contra tus instintos, vas a caer bajo sus...