Capítulo 19: "mi fin".

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Canto de aves, el armonioso sonido de las hojas moverse, el sonido de los animales. Cosas que odio, ya que me despiertan de un hermoso sueño.

Abrí mis ojos lentamente, y al abrirlos me encontré con la ventana abierta de par en par. Pude ver el sol salir, y los árboles moviéndose al compás de un vals. Fue un paisaje hermoso.

Hay momentos en los que te das cuenta que la vida es hermosa por muchos motivos. Y para mí ese momento era ahora.

-Hermoso, ¿no?.- escuchar eso hace que toque mi pecho con susto. Me sente en mi cama y miré al lado contrario de la ventana y me encuentro a Alec en una esquina, con los brazos cruzados y con sus ojos fijos en mi.

Tenía puesto una camisa blanca con los primeros botones desabrochados, con unos vaqueros desgastados y unos zapatos negros. Podía ver como su cabello estaba desordenado y tapaba su ojo izquierdo.

-Eso creo...- miré su rostro, estaba tan concentrado en mi y ya podía ver por qué, estaba en ropa interior. Abrí mis ojos a más no poder y cuando quería levantarme, no pude.

(¿QUE DEMONIOS SUCEDE?.)

-¿No era que mis poderes no funcionaban en ti?.- pregunta acercándose. Se sienta frente a mi, pero su mirada estaba en mis ojos, ni siquiera miraba mis atributos.

-No, no puede estar pasando.- intenté levantarme de nuevo, y otra vez no podía hacerlo.

-Puedo asegurarte algo.- lo miré de nuevo con nervios. -Aunque estés semidesnuda, nunca miraría sin tu autorización. Y...- se acercó más a mi.
-... tus ojos son más lindos aún, y todavía más al saber que me miran fijamente.- sonríe. Y no sabía que hacer. No tenía de otra que mirarlo embobada. Aunque quisiera no podía moverme.

-¡Alekey compró helado!.- entra la hermana de Alec pero al vernos se disculpa con la mirada. Alec la miró con desprecio y ella no tenía de otra que salir. Y gracias a que el la estaba viendo, podía moverme. Lo empuje y me subí encima de el.

-Deja de mirarla así, ¡es tu hermana, carajo!.- y estaba ves yo lo miré con desprecio y el me miró con enojo.

-Tu no sabes nada.- me empuja haciendo que caiga de trasero al suelo. Y si más sale de la habitación como si nada.

"-¿Alexa?." pregunto.

"-Ese tío está guapo." responde con diversión.

"-¿Tan rápido olvidaste a nuestro novio?, y no hables gallego ahora, no estamos para juegos. ¿Por qué pudo usar sus poderes en mí?." contesté furiosa.

"-Hay 2 motivos: 1- te agarró desprevenida o 2- estás tan loca por ese tío que te deja en el cielo y puede hacer lo que quiera con tu mente." responde algo deprimida.

Corté conexión y entré al baño para ducharme.

(...)

Narrador desconocido:

-La señorita está en una cabaña en Washington...-

-Mis hombres y yo iremos.- ordene. Y todos mis hombres averiguan más sobre las coordenadas acordadas.

(...)

Narrador: Ashley.

Al terminar de ducharme salgo y seco rápidamente mi cuerpo para ponerme:

Salgo de la habitación para dirigirme a la cocina pero no encontré a nadie ni tampoco en la sala de estar

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Salgo de la habitación para dirigirme a la cocina pero no encontré a nadie ni tampoco en la sala de estar. Seguí mi camino para ir al pasillo y ver muchas habitaciones, pero en ninguna estaban los chicos. Y cuando me cansé de buscar me dirigí fuera de la casa.

(Si no hay nadie, puedo salir afuera, ¿cierto?.)

"-¡Déjame salir a mi!." grita Safarie con entusiasmo.

"- Con gusto."

Miré a mi alrededor con mucha atención y al no ver a nadie empiezo a desvestirme. Acomodo mi atuendo detrás de un árbol y Safarie empieza la transformación.

Nunca tomé mucho detalle de este lugar, pero la gran cabaña estaba situado en un enorme bosque.

Cuando empecé a correr pude sentir toda la adrenalina. Y después de tanto tiempo podía sentirme liberada. Los minutos pasaban y decidí volver ya que seguro los chicos habrán regresado.

Comencé de nuevo a vestirme y entré a la cabaña dispuesta a ir a descansar.

Pero cuando pasé por la sala de estar escuché aplausos. Al entrar pude ver a Ashton aplaudiendo con una sonrisa.

-¿Qué haces aquí?.- pregunté confundida.

-Vine a llevarte conmigo.- dice dando un par de pasos a mi.

-Claro que no, ¿y mis amigos?.- lo miré furiosa.

-No te preocupes de ellos.- murmura aún con la sonrisa. Lo miré con desprecio.

-Vete, ahora.- abrí mi mano derecha y de allí salía fuego.

-¡Ahora!.- grita mirando detrás de mi.

-¿Que...- y me inyectaron en el cuello un líquido que desconozco. Y al caer pude ver a los Foster mirándome con tristeza y ahí entendí que ellos ayudaron a Ashton. En cambio la hermana de Alec estaba en otra esquina resignada, y miraba a todos con odio. Podía ver con su gesto que no estaba de acuerdo a nada de esto, y de un momento a otro le dio una bofetada a Ashton gritándole.

Me levanté como pude y me acerqué a ella, me sostuve de ella con pesadez en mi mirada.

-Nunca supe tu nombre.- miré sus ojos.

-Pacifica, mi nombre en Pacifica.- murmura abrazandome.

-Un gusto, Pacifica.- le sonreí. Mis piernas temblaba y todo daba vueltas.

Miré a los Foster y me acerqué a ellos.

-Confié en ustedes.- mis palabras salían arrastradas. -¿Y saben qué?.- empecé a reír y ellos cada vez me miraban más tristes. -Pensaba que no eran el enemigo, empecé a quererlos.- y otra vez estalle en carcajadas pero no era lo único, también caían un par de lágrima. Y miré a Ashton y lo apunte. -Y tú, maldito estúpido. Cuando esté bien te haré la vida imposible.- y listo, sin más caí al suelo y todo era negro.

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Silence©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora