Tengo secretos para contarte,
Para que mi alma al fin quede en paz.
Necesito que mi corazón deje de llorar,
Y anhelo que mi alma se encuentre en calma ya.
Te pido que leas cada línea con atención,
Para que sepas cuanto me dolió el momento del adió...
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Cada día el amor por ti crecía, Cada noche la luna me observaba sonreír, El cielo azul me demostraba que era feliz, Olvidando las nubes grises que encajaban en mi mente el fugaz pensamiento, De todo lo malo acerca de ti.
La brisa era mi mayor tormento, La angustia mi dolor superior, Ellas susurraban otros de mis secretos; Que por más que lo intentaba, Necesitaba gritarlos en las líneas de estos versos. Que me acompañaban en la eternidad del momento, Y eran fieles cuando hablaba sobre mis lamentos...
Percibía como el amor por ti se extendía, Mientras el silencio entre nosotros se volvía lejanía. ¿Por qué no me habías vuelto a llamar? Será que la tranquilidad te habría comentado la realidad... ¿O solo era un juego de mí imaginación? Con ganas de atormentarme cada vez más.
Mientras sentía en mi pecho a mi corazón llorar por tu ausencia. Revelaba con tristeza otro de mis secretos que me arruinaban la existencia. Confesándote que tenía miedo de perderte... Siendo tú la persona que más quería, Dejando atrás por un instante el silencio que nos carcomía.
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