«Si ya no me amas, dímelo... por favor hazlo, pero no me sigas rompiendo el corazón»
⚠️HISTORIA CORTA⚠️
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•Historia originalmente mía, cualquier adaptación hablarla directamente conmigo❣️•
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Bill había apagado su celular, las molestas llamadas de su esposa no lo habían dejado dormir, así que solo lo apagó.
Observaba a Stacy sin ningún sentimiento, la obsesión había desaparecido y quizás volvería por el asunto del día anterior, hoy era el cumpleaños de Joy, y al parecer no habría sorpresa. Suspiró cansado, aburrido y decepcionado. Por su mente vagaba la bruta idea de que confiar en su esposa había sido un error, al igual que seguir dejándola ir a esa asquerosa cafetería.
Cínico, hipócrita e infiel era lo que mejor describía a Bill.
Tomó su celular para prenderlo y contó la cantidad de veces que Joy le marcó, exactamente 96 veces y 113 mensajes, leyó cada uno de ellos con el corazón en la mano.
«Bill, ven por mi, me he perdido»
«Bill, ayúdame por favor»
«Bill, tengo miedo, arreglemos las cosas en casa»
«Amor, lo lamento de verdad, necesito que me recojas, está todo oscuro»
«AYÚDAME, BILL»
Una llamada de un número desconocido le impidió seguir leyendo los mensajes, con el ceño fruncido y algo confundido contestó.
—Buenos Días. –habló una mujer– ¿Pariente de Joy Elizabeth Skarsgård Martínez?
—S-si, soy su esposo. –habló temeroso.–¿ocurre algo?
—Al fin alguien contesta. Soy la doctora Parker, le hablo del Hospital General de Massachussetts...
El corazón de Bill comenzó a latir con fuerza, pero prefirió no enloquecer antes de saber lo que en verdad ocurría.
—¿Le sucedió algo malo a mi mujer?–preguntó con el corazón en la garganta.
—Si, señor. –Bill sintió como sus ojos comenzaban a picar– Una mujer vino a las tres de la mañana diciendo que la encontró en pésimo estado, la ropa rota y con innumerables hematomas y rasguños en el cuerpo. –hizo un silencio– Su mujer fue atacada sexualmente, desconocemos el violador...
Bill dejó de escuchar a la doctora, se sintió mareado por lo que soltó el celular dejándolo caer al piso, se levantó de la cama y se dejó caer. La culpa lo consumió por completo, si tan solo la hubiera escuchado, si no la hubiera echado como si de basura se tratase, si hubiese contestado sus llamados y la hubiese ido a buscar, nada de esto habría pasado.
Las lágrimas empañaron su rostro mientras se lo rasguñaba con rabia. Su niña, su bebé, su precioso diamante...
Gritó sin importarle que Stacy estuviera durmiendo.
—¿Que mierda te pasa, Bill? –preguntó enojada.
—Lárgate, quiero que te vayas, eres una....–rompió a llorar– ¿cómo pude hacerle esto al amor de mi vida? –limpio su rostro– No quiero volver a verte, Stacy Young. Desde ahora para mi estás muerta, ¡Vete! ¡Lárgate!
