𝙃𝙖𝙧𝙢𝙡𝙚𝙨𝙨 𝙍𝙤𝙤𝙢𝙢𝙖𝙩𝙚 ؛ ❨ 𝑀𝑢𝑘𝑒 ❩

Capítulo 08

Michael observa a Luke salir del baño. Su mirada es tan delatadora y acosadora, que Luke puede notarlo casi de inmediato.

—¿P-por qué me observas tanto? —Pregunta asustado. Clasifica rápidamente la ropa antes de hecharla a lavar.

—¿Otra vez de puta, Sr. Hemmings? —Y Michael desea tanto, que casi es demasiado, y quiere que Luke lo enfrente, que lo insulte, que se enoje, que lo odie.

—¿De qué hablas? —Luke revisa en su bolso, los libros que debía estudiar.

—Acostandote con Irwin. Sabes a que me refiero.

Luke suelta su bolso, y mira a Michael de una manera superior, y Michael ama tanto ese gesto desafiante.

—Michael, no te metas en mi vida. Es mi cuerpo, así que estaría demasiado bien si dejaras de joderme la vida. —Luke toma sus libros, y los deja sobre el escritorio. Se acomoda luego de encontrar todo lo que necesitaba, sintiéndose dichoso de tener tantos apuntes.

—Me incumbe, porque tus gemidos se pueden escuchar por todo el lugar. Y no es por mí, el tema es que despiertas a Mukito. —Luke lo ignora mientras hace su tarea, o estudia. Entonces Michael se para y toma todos los apuntes que Luke tenía sobre el escritorio.

Camina al otro lado de la habitación, mientras Luke se queja de su actitud, reclamando por sus libros.

Michael se sorprende al ver que los distintos cuadernos con apuntes y distintas letras cursivas, no eran de Luke.

—¿Cómo conseguiste tantos apuntes? ¿Sexo a cambio de apuntes? —Se burla Michael.

—Ja-ja ¡Qué divertido, Michael! Jugando al torpe bully de ésta habitación. —Una vez más, Luke intentó recuperar los apuntes siendo totalmente en vano su intento. —¡Michael, basta! Los necesito para estudiar.

—Déjame ver si tienen algún mensaje para su puta.

Y de repente, Luke se siente de verdad, porque toma tan bruscamente al Michael de los brazos, y lo empuja contra el armario, haciéndolo rebotar ahí.

—¡DEVUÉLVEME MIS APUNTES! ¡Me estás colmando la paciencia! ¡Me costó entrar al Norwest, como para que un imbécil como tú quiera sacarme! ¡No hay más habitaciones, entiendelo, voy a quedarme aquí, te guste o no!—Luke toma sus apuntes mientras Michael lo miraba atónito. —Jodido idiota. —Luke vuelve a su escritorio, y Michael lo deja en paz.

[...]

Es casi media noche cuando Luke aún estaba estudiando. Era un exámen para adquirir una beca, quería conseguirla.

Acaricia el lomo de Mukito una vez más, y mira la taza de chocolate caliente que Michael acababa de dejarle a un lado de su libro.

—Es para tí. Tal vez te despierte un poco. —Y la tímida sonrisa de Michael, hizo que la cabeza de Luke se revuelva como un platillo de spaghetti.

Sin embargo, lo acepta con una tímida sonrisa y vuelve a hundir la cabeza en sus estudios.

—Es muy tarde, ¿no te gustaría ir a dormir? —Michael dice.

—Uh... —Luke lo mira confuso, cada vez más. —¿Eres así siempre? Digo... ¿Así de bipolar? —Luke se levanta, cerrando sus libros y apagando la pequeña lámpara que le permitía ver mejor.

Michael ríe y se gira sobre su eje, siguiendo su camino por el otro lado.

Pasan unos minutos, hasta que Luke sale del baño, con su pijama puesto y los dientes relucientes de haberlos cepillado tanto.

Camina hasta su cama, y siente que ya no es la suya, pues Michael se encuentra acostado cómodamente a un lado, sonriendole a Luke con una serenidad repugnante.

—Ven aquí, Boo. —Michael palmea un lado de la cama, haciendo el gesto aún más sospechoso.

—¿Qué haces? Dios, ¿Podrías ir a tu cama, por favor? —Luke se echa hacia atrás. —Yo... nececito dormir bien, mañana es mi exámen y yo de verdad-

—No puedo moverme, Mukito está mas abajo y no quiero despertarlo.

—¿Él está ahí? —Luke posa la palma de su mano derecha sobre su mejilla acalorada.

—Lo está. —Michael asiente con la cabeza. Sube las mantas, haciendo que Luke se adentre en la cama, quedando frente a frente. Luke en un gesto asustadizo, y Michael con una sonrisa socarrona.

—No estoy seguro de como dormir. —Habla Luke. —Frente a tí es incómodo, y si me volteo... me asusta.

—Duerme mirando hacia arriba, o hacia abajo.

—Pero no hay espacio.

—Entonces... Te recomiendo que no te voltees, por las mañanas amanezco con una carpa.

—¡Michael! —Luke pone una almohada entre ellos dos.

—Quédate así. Tal vez te bese por la noche, ¡pero no te preocupes! Será cuándo estés dormido.