This Is Not Convenient // Destiel

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"¡Volvimos!"

No es que Dean necesite el aviso. Ya había sentido la callada sensación de alivio en Castiel de un trabajo bien hecho. Después de eso, le toma solo unos segundos transportarse a sí mismo y a Sam de vuelta a la casa.

"Estoy aquí," grita Dean desde la sala de estar, donde se parecería que está viendo un juego en la televisión, pero en realidad ha estado durmiendo toda la tarde. Es su día libre, maldita sea, y Dean tiene la intención de disfrutarlo.

"Eres un holgazán." Le acusa Sam cuando ve la forma en que Dean está desparramado en el sofá.

Dean solo se encoge de hombros. "Y no podría estar más feliz al respecto," dice. "¿Mataron al fantasma?"

"No era un fantasma," le informa Castiel. Está parado al lado de Sam, rígido como siempre y Dean sonríe. "Era la maldición de una bruja enmascarada como espíritu difunto."

"Oh, bueno, me perdí a la bruja. Gracias a Dios."

Sam rueda sus ojos.

"Y estamos bien, gracias," dice mientras cruza la sala de estar hacia su habitación. Una vez que se ha ido, Dean mira a Castiel, arqueando las cejas. Envía una pregunta al vínculo.

"Ambos estamos bien." confirma Castiel.

"Bien." Dean se desliza hacia la parte posterior del sofá y acaricia el espacio vacío que queda. Castiel inmediatamente se sienta a su lado y Dean desliza su mano bajo la gabardina de Castiel.

"Así que... es mi día libre," dice. El vínculo comparte ahora un humor burlón y un mínimo indicio de deseo.

"Soy muy consciente de eso," dice Castiel.

"Me dejas divertirme en mi día libre," responde Dean, muy en serio.

"Y esta es tu manera mal disimulada de solicitar sexo," conjetura Castiel. Dean resopla. Tres años y la franqueza de Castiel todavía lo divierte. Sin ninguna razón para ser tímido, Dean carga el vínculo con una excitación súper cargada. Como recompensa, tiene a un ángel sentado en su regazo.

"Oh, mira," dice, inclinando la cabeza cuando Castiel muerde ese punto bajo su oreja. "Funcionó."

"Silencio," ordena Castiel, y Dean no dice ni una palabra. No con su boca, al menos.

Como de costumbre, deja que el vínculo sea quien hable.