Capítulo III: Realidad

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Viernes 26 de enero
5:40pm
Esa cosa me señaló como diciéndome que moriría y en realidad parecería que eso quería darme a entender, ya que el muy maldito sonrió.
Si el puto zombie sonrió.

-vente pues puto a ver, muestrame que tienes, a ver si te vas a seguí riendo luego de la re coñiza que voy a dar.

Al parecer entendió lo que le dije y se lo tomó bastante en serio. Se abalanzó sobre mí, de un salto llegó a donde yo estaba y me lanzo un zarpazo con unas garras llenas de sangre que hasta ese momento no había tomado en cuenta, como pude di un salto atrás saliendo del camino de sus garras o al menos eso pensé.

Un sonido metálico me hizo percatar que había roto parte del chaleco táctico y los cargadores que llevaba cayeron al suelo, me revisé pero no encontré ninguna herida, jale la correa del M4 y la tomé listo para disparar contra ese ser pero antes de que pudiera apuntar volvió. Arremeter contra mi, esta vez fue corriendo contra mi, puse mi carabina entre nosotros, e intenté patearlo en el estómago, pero al patearlo con todas mis fuerza esa bestia ni se inmutó, lanzo un golpe a mi rostro que recibí de lleno lanzandome a la derecha cayendo en el asfalto aturdido, el monstruo venía corriendo hacía mi y como pude volví a poner mi rifle apuntandole.
Tiré del gatillo soltando una ráfaga que me tomó se sorpresa por su recio retroceso que casi me arranca el arma de las manos.

6 disparos, sólo acerté 4 al muy puto, el cual sólo se quedó parado ahí. Cuando vi que no se movía aproveché para levantarme y tomar mi machete que había caído junto a mi. Cuando el Zombie vio que me levanté volvió a prestarme atención, corrí hacia el y le lancé un machetazo a la cabeza pero el machete sólo rebotó. La bestia me lanzo otro puñetazo a la cara pero logré interceptarlo con haciendo una X con mis antebrazos.

Sentí que mis brazos se romperían en ese momento pero resistieron, un dolor horrible en mis brazos, me decían que debí haber hecho más ejercicio en mi tiempo libre, pensé en darle otro machetazo a esa cosa pero sólo rebotan en el, tengo que idear un plan o seré comida de zombie marca Aaron muy pronto.

El zombie lanzó otro zarpazo, esta vez a mi cara por la izquierda, no podía volver a cubrirme con mis brazos o me los partiría, así que me di un pequeño salto atrás y usé mi machete como espada para interceptar su brazo. Este chocó de lleno con la parte interna de su antebrazo izquierdo pero no le hizo nada hasta que el zombie siguió empujando su brazo contra el machete y hizo que este se corriera a su muñeca y el mismo cortó su articulación como si fuera simple mantequilla.

Esa cosa sólo grito con una voz que pensé que explotaria mis tímpanos.

-TE DOLIO MARIQUITO?!?!, PREPARATE POR QUE LO QUE VIENE ES PEOR MAMAWEBO, JAJA!!

Ahora se cual es su debilidad y ya tengo un plan para destruirlo parte por parte al muy maldito, Ojalá funcione...

La bestia volvió a gritar y a mirarme con ojos de furia, lo Tente a atacarme y lo hizo sin chistar, lanzo un puñetazo directo a mi rostro, y está vez lo intercepte con el machete de frente entre sus dedos del puño cortando tu mano en dos partes abiertas.

La sangre salpicó en mi ropa y hasta ahora me doy cuenta que también es verde brillante -que cliché con su sangre verde- pensé irónico.

El zombie se enfureció mucho más y volvió a lanzarme otro zarpazo con el muñon de su mano amputada y repetí el proceso de el primer corte está vez cortando directamente a su codo y como pensé su antebrazo izquierdo salió volando.

-No sabes hacer otro puto ataque? Que no sean puñetazos y zarpazos?

El zombie le dio igual lo que dije y volvió a atacar de lado está vez no tuve piedad y corté directamente su codo y quedó sin poder atacarme, sólo le quedaba intentar morderme, abrió su boca y le lanzo de un salto sobre mi pero no deje que llegará al piso, con mi machete lancé el corte de gracia (si se le puede decir así) directamente a la comisura de su boca, corte a todo lo largo abriendo su cabeza en dos partes y una explosión de sangre verde pegajosa .

NecroxicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora