Poison In The Skin // SaiDa

Lucha interna

Dahyun no le había mencionado a Momo ni una sola vez el tema de su orientación sexual, a pesar de ya saber la situación desde cuatro meses atrás, sin embargo, empezaba a presentir que con la aparición de Sana en su grupo de amigas era cuestión de tiempo para que su amiga lo externara, pues la adorable japonesa era bastante abierta respecto a su orientación sexual y podía notar como Momo quería expresarlo también.

Aunque Dahyun estudiara arquitectura y Sana artes escénicas siempre encontraban la manera de salir a comer, ir por un café o sencillamente encontrarse en la Facultad para charlar. Era extraño que en solo cuatro meses se hubiesen vuelto realmente unidas, a tal grado de pasar la mayor parte de los días juntas, inclusive veía a Sana más tiempo del que veía a EunWoo a pesar de que su novio estudiaba de igual manera arquitectura. En ese tema, Dahyun se sentía agradecida con Sana por salvarla cada que EunWoo se acercaba, últimamente el muchacho se había vuelto más insistente con el tema sexual y Dahyun no era lo suficientemente valiente como para terminar su relación. A pesar de ser buenas amigas, su relación con Sana era muy distinta a la que tenía con Momo, Chaeyoung, Mina, Jihyo o Jeongyeon, ya que evitaba demasiado hablar de su novio con ella y sencillamente no sabía nada de la vida sentimental de Sana. No le interesaba saber de sus prospectos o de las mujeres con las que salía. Podían charlar de su escuela, de sus amigas, de música, de películas, de libros (sí, era totalmente sorpréndete que Sana leyera con frecuencia por gusto), sueños, metas, infancia, etc... Y eso era algo que le encantaba a la pelinegra. La mayor podía ser una excelente compañía en todos los sentidos.

Ese día en particular se encontraba esperando que Sana llegara a desayunar con ella en una cafetería cercana a su Universidad; el aroma de café que inundaba sus fosas nasales cada que entraba era sencillamente deleitante, el delicioso pastel de tres chocolates que preparaban en dicho lugar lograba hacer que esa cafetería fuese de sus tres preferidas en toda la Ciudad, pero sin duda, lo que más le gustaba de esa cafetería era que podía elegir una mesa que daba justo frente a la entrada y así podía ver cuando Sana llegaba. Aunque pareciera absurdo, no le molestaba que la castaña siempre se retrasara 10 o 15 minutos porque cuando llegaba le daba una vista de una parte de japonesa que le encantaba. Justo en ese momento, la mencionada se hizo presente, anunciando su llegada con las campanas que se encontraban en la entrada, Dahyun sonrió levemente al ver como aquella muchacha se acercaba a paso elegante y decidido hacia ella; lucía una blusa blanca de medio hombro y manga larga junto a una falda estilo plato color negro y unos tacones del mismo color. A juzgar por su apariencia seguramente ese día tendría que ir a alguna reunión escolar o presentación escénica. Con esa vestimenta y el porte de la chica la hacían verse realmente madura, e inclusive, se atrevía a decir que cualquiera que la viera de esa manera quedaría cautivado/a por sus curvas. Era extraño ver a Sana sin una sonrisa en su rostro o sin una mirada adorable, por eso le gustaba verla desde la perspectiva en la que otras personas podían percibirla, donde era sexy, atractiva y más madura. ¿A caso era tan extraño ver a tu amiga así? Claro que no, era totalmente normal cuando se trata de una amiga tan guapa y carismática como lo era Sana... O así era como pensaba Dahyun.

—¡Dubu! — Exclamó con emoción la castaña en cuanto estuvo a unos pasos de la menor y enseguida la abrazó eufóricamente— Tienes que mirarme de una forma un poco más heterosexual o empezaré a ilusionarme contigo — Susurró la mayor en su oído, causando escalofríos en la espina dorsal de Dahyun. Últimamente parecía que Sana le coqueteaba cuando se encontraban a solas, sin embargo, eso no le incomodaba, ni siquiera un poco.
—En realidad te miraba con molestia porque volviste a llegar tarde— Comentó con un fingido enojo. Claramente no le molestaba — ¿Cuántas veces hemos hablado de tu puntualidad, Sana? — Se alejó de ella y volvió a tomar asiento— Da igual, acabo de pedir un pay de limón y un moka para ti.
—¡No te enojes, Dubu! — La castaña también tomó asiento y miró directamente a la menor, poniendo la mirada que sabía que derretía a su amiga.
—¡Basta! No hagas eso — Dahyun rió levemente y cubrió su rostro. Sabía que empezaría a ruborizarse en cualquier momento — Mejor deja de llegar tarde.
—¡Lo intento! Pero sabes que cuando se trata de ti me esfuerzo mucho en como luzco— La mayor colocó su codo sobre la mesa y acomodó su mentón sobre su palma mientras mantenía la mirada en la chica frente a ella— ¿Luzco bonita hoy?