SOLO DESEO UN HOGAR

5

La alarma empieza su tipico ritual de mandar lejos mi más bello sueño que no había logrado tener desde hace tiempo.
Es sábado y eso significa que me toca estar todo el maldito día en casa.
Lo único que quiero hoy es paz, pero sé perfectamente que es algo imposible.
De mala gana decido ponerme de pie, aún con sueño bajo a la planta baja.
Camino con cautela para no despertar a mi madre si es que aún se encuentra en la sala.
Al dirigirme hacía la cocina halló algunos vidrios quebrados dispersos por todo el pasillo y es ahí que recuerdo la noche anterior.

Flashback

— ¡Ashlye¡... ¡regresa niña! — gritaba furiosa mi madre.

— ¡No! — Me hallaba en el jardín — No regresaré ahí dentro para darles tragos a tús amigas...

— ¡Tú tienes que obedecerme! ¿Quien te crees mocosa? — Ya sé hallaba cruzando la puerta trasera que daba al jardín.

— ¡Dije que no! — La veo acercarse más y cuando se encuentra cerca continua con su cantaleta.

— ¡Dije que me debes obediencia! — me toma del brazo izquierdo y comienza a jalarme de él para regresar al interior de la casa.

— ¡¿Por que debería obedecerle para esas cosas?! — frenó lo más que puedo al estar ya cerca de la puerta.

— ¡Soy tú madre y debes de hacer lo que te diga! — hace más fuerte su agarre.

— Dice que es mi madre pero no se comporta como una — la miro con lagrimas en los ojos para ver su reacción, ella suelta mi brazo y es ahí cuando aprovecho para escapar de ella.

Entro corriendo dentro de la casa y me dirijo a mi habitación, cierro con llave por precaución.

— ¡Esta me la pagas maldita mocosa! — grita al no poder ingresar a mi habitación.

Me adentro a mi cama y pongo las almohadas en mi cabeza para no oír más la espantosa música de abajo.
Mi madre siempre invita a sus amigas los viernes para beber en casa, los demás días bebe sola después de cada discusión con mi padre.
Luego de un tiempo ya no se escucha más la música, esta todo en silencio.
Tengo la curiosidad de salir de mi habitación para averiguar que habría pasado, cuando estoy apunto de abrir la puerta escucho como algo se estrella en la pared y escucho los posibles cristales caer, luego el sonido de arranque de una movilidad.
Decido quedarme dentro de mí habitación, lo más seguro es que mi madre haya despedido a sus invitadas.

Fin del flashback

Camino con cautela y comienzo a ver el desastre en la sala.
Los cristales que oí caer anoche resultan ser de la fotografía familiar que teniamos puesto en la pared de la sala, era la unica cosa que me recordaba que en el pasado tenía una familia, un hogar, una vida... feliz.
Desearia regresar en el tiempo y volver a ser aquella pequeña.
Las lagrimas empiezan a caer al recordar ese tiempo, aumentan más en el momento en que toda esa felicidad termino.
Me quedo ahí sentada en el suelo viendo aquella fotografía.

Pasan algunos minutos hasta que escucho a mi madre quejarse de la resaca mientras baja a la planta baja, limpio rapidamente mis lagrimas.

— ¡Hey tú! — me apunta — Preparame un café bien cargado — Solo me quedo viendola — Pero rapidó niña que no lo quiero para mañana — es ahí que me doy cuenta que me he quedado estatica, así que rapidamente me dirijo a la cocina.

Preparo un desayuno fugaz para las dos, cuando estoy por terminar la veo entrar a la cocina.

— ¿Ya está listo el café que te pedí? —

— Sí, también preparé huevos revueltos, ¿Gusta un poco? —

— Sirveme un poco, luego quiero que arregles todo — Sé que se refiere al desastre de la sala.

— Esta bien, lo haré luego de que termine de desayunar —

— Pero no te tardes una eternidad en terminar el desayuno — Se levanta de la mesa para salir de la cocina llevandose consigo solo la taza de café.

Otro sabado más, otra mañana más en que papá no desayuna en casa.
En verdad extraño verlo en las mañanas, también en el día y la noche.
Si llego a verlo es solo un rato, cuando me da dinero para todo el mes o simplemente para regañarme, necesito a aquel padre el cual me mimaba, decía que era toda su vida, el cual me protegía, el cual tan solo me amaba... nos amaba a las dos.

Termino mi desayuno y empiezo con las tareas de limpiar toda la casa.
Cuando termino todo ya casi dan las 12 del medio día.
Mi estomago empieza a pedir algo que comer, asi que preparo el almuerzo lo más rapido que puedo  antes de que ella despierte y empiece a darme una cantaleta.

El almuerzo está listo pero aún no da señales de vida mi madre así que subo a verificar que todo anda bien, la sorpresa que me llevo es que ella no se encuentra en su habitación, la busco por toda la casa y no la halló, llego a la conclusión de que ha salido sin que me diera cuenta.

Paso todo el día sola en casa, ya van a dar las nueve cuando escucho un coche llegar, lo primero que se me viene a la cabeza es...papá.
Salgo a recibirlo pero no es él, es mi madre quien llega con un tipo, desde aquí ya puedo sentir el olor a alcohol.
No sé que hacer o decir cuando ambos ingresan a la sala, ambos hablan de cosas sin sentido.

¡Estoy cansada de todo esto!
Decido salir a caminar, no puedo estar otro segundo más ahí dentro.
Camino hacia el parque que se encuentra a unas cuadras de mi casa.
Cuando ya me hallo ahí empiezo a dejar fluir mis lagrimas.
Estoy harta de la vida que tengo, de no tener el apoyo de los dos seres que me dieron la vida.

— Desearia no haber nacido, para no tener que vivir todo el maldito tiempo todo esto...

— ¿Que haces sola aquí? No tienes idea de que es peligroso estar a estas horas fuera de casa — lo escucho hablar detras mio, limpio mis lagrimas rapidamente.

— ¡Borrate! — le digo aún dandole la espalda.

— Solo queria ayudar...

— No necesito de ninguna ayuda — decido encararlo y es ahí que me doy cuenta de quien se trata — Y menos de tí — digo rapido.

— ¡Bien niña terca! — me da una media sonrisa — nunca volvere a ofrecerte mi ayuda, es más te voy informando que deberias tener mucho miedo – dice mientras se acerca.

— ¿Por qué deberia tenerte miedo? — Cruzo mis brazos

— ¿Recuerdas que te dije de lo peligroso que se pone a estas horas? —  Me mira serio

— ¿Y qué con eso? —

— ¡Ha! Niña tonta y aún no puedes darte siquiera cuenta de que yo soy ese peligro...

— Ya deja de molestarla Beto —

¿Quien rayos es aquella muchacha? Me pregunto a mi misma

— Tú no te metas Anais — Pero ella hace caso omiso a su petición y lo jala hacia ella.

— ¿Qué parte de que no la molestes no me entendiste? —

— Sueltame — Pide Beto ya que ella lo tiene bien sujeto con uno de sus brazos rodeandole el cuello.
Lo suelta luego de unos segundos.

— ¿Te encuentras bien?... Ashlye —

¡Un momento!
¿Cómo es que ella sabe mi nombre si es la primera vez que la veo?

Hola queridos lectores 😊❤
Siento haber tardado mucho en actualizar 😔
Pero ya he vuelto y con un nuevo capítulo 😎😊

¿Quien es Anais?
¿De donde conoce a nuestra Ashlye?
Todo lo sabremos en el siguiente capítulo  Hehehehehe
Nos leemos luego 😊📚📖❤