Capítulo 3

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Hannah está sentada en su cama  pensando en la mujer del elevador y se sentía un poco avergonzada por que aquel chico la había visto haciendo gestos de burla hacia la Doctora. Hannah se levanta de su cama, toma su chaqueta favorita sale a prisa de su habitación. Habían ya pasado varios días desde aquel encuentro y accidente, desde entonces Hannah no había salido de las facilidades. Cómo siempre Hannah iba caminando rápido, esta vez estaba pasando por un pasillo cuando ve a un León y se detiene abruptamente ya que le dio un poco de miedo. Ella se le queda observando al León y este solamente le gruñe un poco, pero eso no detiene que Hannah sienta
Ahí en esas facilidades nadie era amigo de nadie y Hannah no era muy buena haciendo amigos. Ella dio un respiro y cambio su postura y se le quedó mirando directamente a los ojos de aquel León.

- Al menos que quieras vivir no hagas nada estúpido. – dijo en tono amenazante.

- “Oh que valiente, hace unos momentos podía sentir tu miedo…” – pensó mientras se acercaba más y le ruge.

Ella da un leve respingo, pero no pierde su compostura. A lo largo del pasillo se podían observar las puertas del comedor y de ahí sale el chico rubio y se acerca hacia donde estaban ambos, pero mantiene su distancia.

- ¡Ja! Mira como tiemblo del miedo. – dijo tranquila y mostrando superioridad.

- “Jeje, que chica tan divertida. Bueno hay que darle un punto porque a pesar de haber tenido miedo no salió corriendo.” – dio unos pasos hacia atrás. 

El chico rubio se ríe levemente ante el pensamiento del león. El león comienza a tomar su forma humana y Hannah se sorprende, al ver el joven con su pelo largo castaño, ojos café  y con una cicatriz en el ojo izquierdo, pero más fue la impresión porque esta desnudo, e hizo que se sonrojara.

- ¡Qué rayos! ¿Estás loco? – decía mientras enfocaba su mirada en los ojos del joven.

- Hmm…¿Que? ¿Acaso estás nerviosa? – preguntó mientras se acercaba a ella y al chico rubio le molestó y comenzo a acercarse a ellos.

- “Dios…porque se acerca a mi…” – pensaba un poco avergonzada. – No tengas altivez porque no eres el primero que veo…asi. – contesto sarcásticamente.

- “Jajaja, me agrada esta chica” – cuando se acercó un poco más el chico rubio lo detiene.

- No ves que la incómodas. – dijo mirándole serio.

- Ohhhh, así que eres el príncipe azul.” – sonríe. – Hola mi nombre es Noel. – se presentó, pero su rostro estaba cerca al de ella.

- “Muy cerca…” Si, si, si, mi nombre es Hannah. – respondió sin darse cuenta. – ¡Espera! Olvídate de mi nombre maldito gato seductor. – dijo molesta.

Ríe a carcajadas – Muy tarde para eso. –

- Mi nombre es Max…– dijo poniéndose entre medio de Noel y Hannah. – Mucho gusto –

- Mmm…lo siento no me interesan los hombre. – dijo sarcásticamente.

Suspira – A mi tampoco me interesan los hombres, porfavor te lo diré una vez más educada mente. Vuelve a tu forma animal. – dijo en un tono un poco amenazante.

Noel simplemente dibuja una sonrisa en su rostro y comienza a transformarse nuevamente en un León acto seguido da un rugido y se marchó.

Hannah aún estaba sonrojada, dio un respiro.

- ¡Gracias! – dijo en voz baja y continúo su camino.

- ¿Hey, te vas así no más? – preguntó mientras caminaba hacia ella.

- Si – respondió rápido.

- Si quieres puedo acompañarte. – dijo sonriente.

- No, no soy tu dueña para sacarte a dar un paseo. – respondió con sarcasmo.

***
Estaba teniendo un sueño y desperté de repente, me encontraba con falta de aire sentía dolor en todo mi cuerpo. Tomo la libreta que estaba en la mesa de noche y comienzo a escribir. Luego de unos minutos de escribir, me levanto de la cama y camino hasta la cocina abro la nevera y tomó una cerveza.

Camino nuevamente a mi habitación y miro la hora (11:31am) chequeo mi teléfono y no hay llamadas ni mensajes. Cómico no sé ni para que tengo un teléfono si nadie me llama ni me escriben. Cuando miro hacia la otra mesita de noche veo la foto familiar que me tome hace 8 años atrás. Estabamos los tres con una gran sonrisa en la fotografía, trago fuertemente y camino hacia el baño. 

***
Quedé en verme con Thomas y su novia iba montado en mi bicicleta. El tráfico estaba pesado y el clima estaba cambiando, se puso más frío, húmedo y oscuro. Al parecer iba a llover bastante por suerte ya estaba cerca del lugar donde debíamos encontrar cuando mi celular sonó, veo rápidamente quién es y en la pantalla sale el nombre de Thomas.

- ¿Dime qué quieres? – pregunté mientras continuaba pedaleando.

- ¿Donde quedó el hola? – respondió sarcásticamente. – ¿Por dónde andas? –

- ¡Ya estoy cerca! – respondí. – Ya te vi. – dije mientras llegaba al estacionamiento del restaurante de comida rápida.

- ¿Donde no te veo? – pregunta mientras comienza a buscar con su mirada a ver si me ve, pero estaba justo al frente.

Termine la llamada mientras el aún hablaba y me hace gestos por haberle enganchado en la cara, entonces sonrió. Cuando entro al restaurante Thomas se levanta de la silla y se lanza sobre mi, pero yo me muevo para así evitar que me tocará y comencé a reír.

- Ya deja de actuar como un niño, estamos en un lugar público. – dije mientras le hacía seña con mi mano de que se sentará en la silla.

La novia de Thomas se echa a reír y Thomas se sienta.

- Ves te dije que era un aguafiestas. – dijo con una sonrisa. 

- No le creas que aquí el aguafiestas siempre es el. – dije mientras lo señalaba. – Mucho gusto me llamo Mikael. –

- Jaja tienes razón en lo que acabas de decir…–

- ¡Hey! Se supone que estés de mi parte no de el. – dijo mientras ponía su mano sobre su corazón. – Eso dolió. – ella y yo simplemente reímos.

- No es para tanto. – respondió acto seguido extiende su mano hacia mi. – Mucho gusto mi nombre es Mónica. –

- …Es un placer. – respondí y me levanté de mi silla y fui a ordenar lo que iba a comer.

Una vez me marchó Mónica se queda con su mano extendida y mira a Thomas, el cual le responde por medio de señas.

***
Hannah está caminando por el área en donde tropezó con Mikael, entonces se detiene.

- ¿Porqué me sigues? – preguntó a Max.

- Es que eres tan torpe y pues tal vez necesites ayuda. – respondió con una gran sonrisa lo que ocasionó que recibiera un golpe de Hannah.

- Se cuidarme sola, no necesito ayuda de alguien y mucho menos un perro. –

- Jajaja eres única, se la razón por la que haz venido a este lugar. – dijo mientras tomaba asiento.

- ¿De verdad? – preguntó curiosa.

- Haz venido a ver si encuentras al chico ese. – respondió con una sonrisa y se acerca a ella.

***
La policía tiene todo el bosque cerrado con cintas amarillas por todas partes, fotógrafos forenses están tomando fotos de la escena y los cuerpos. Un joven oficial se dirige hacia una mujer que vestía con pantalón negro y una camisa blanca de botones con un chaleco, ella era no muy alta delgada, de tez pálida y pelo negro.

Between Two WorldsWhere stories live. Discover now