El destino lo planeó

Capitulo 5

Victoria bajó del auto pensando en lo ocurrido sin darse cuenta que alguien la esperaba en la puerta.

E. Se nota que estabas deseando que yo me fuera
V. Que cosas dices, mejor hasta a un lado no quiero hablar contigo
E. Es tu amante verdad?
V. No, no es mi amante y yo no tengo por qué darte explicaciones.
E. Mira victoria yo no quiero que la gente ande hablando a mis espalda que mi esposa me está poniendo el cuerno, así que hazme el favor y importante delante de nuestros amigos ahora que te sientes tan liberal
V. Mira Enrique entiende de una vez que ya no tienes derecho a decirme como comportarme, ya no tienes por qué pedirme explicaciones de lo que hago, si tengo no un amante no es tu problema, tú destruistenuesteo matrimonio, ahora atente a las consecuencias. -sin pensar en lo que decía y en si alguien más la podía escuchar sólo todo lo que por tanto tiempo se había guardado-
Ma. Mamá!¿Tienes un amante?
V. Hija... No, no tengo ningún amante es sólo que estaba arreglando algo con tu papá y se me a salido un poco de las manos.
E. Eso no es lo que acabas de decir victoria! -dijo Enrique, sabiendo que iba a meter a victoria en apuros- entonces quien es el hombre con el que acabas de llegar? - al parecer Enrique no entendía que ya no tenía por qué pedir explicaciones-
V. A ti no tengo que darte explicaciones pero sólo para que Mariana entienda todo este malentendido -mirando a Mariana que estaba expectante de lo que su mamá iba a decir- no tengo ningún amante me trajo un hombre a la casa por qué el auto no quiso encender nada más.
M. Saben que... No quiero saber más de sus problemas, no quiero saber nada, estoy harta de esta familia -sin más subió a su recámara tirando la puerta-
E. Viste lo que provocas por estar gritando
V.  Si ahora fui yo... No vuelvas a pedirme explicaciones de nada, mi noche iba muy bien hasta que te apareciste en mi camino -espetó con furia pero ni siquiera eso podía borrar el brillo de sus ojos »como puedo estar pensando en el aún cuando estoy peleando oncon mi ex marido« pensó, y volvió a lo que estaba- no te quiero ver más a aquí Enrique.
E. Tendrás que aguantar te un poco más deporsi el que paga todo en esta casa soy yo.

Antes de seguir con la discusión victoria se fue a su habitación, se colocó la ropa de dormir y acomodo en su grande cama.

No podía dejar de pensar en el por qué?, tenía que alejar esos pensamientos, pero no podía evitar pensar en lo bien que lo había pasado, tal vez esa era una señal, la señal que esperaba para darse una oportunidad como mujer dejando a un lado la madre, la ama de casa e incluso la misma victoria,... Como podía pensar eso? Ni siquiera sabía si lo volvería a ver, seguramente no tenían nada en común, seguro el no pensaba en ella, que estaría haciendo en ese preciso momento?, fue lo último que pensó victoria antes de caer rendida al sueño.

**Paralelamente en departamento de Jerónimo...

J. Como puede un hombre dejar ir a una mujer como ella tan fácil mente? Es que que tiene en la cabeza? Es bella, inteligente... CREO QUE ME ENAMORE...
-grito a los 4 vientos-
D. Como así Jerónimo y por qué no me habías contado?
J. Es que fue hoy doña Tea, bueno en realidad fue hace unos días pero hoy hable con ella y es... Es perfecta.
D. Ay Jerónimo ahora si te perdimos JAJA
J. Lo malo es que no se cuando la vuelva a ver »aunque para eso tengo a Camila«-pensó- bueno doña Tea me  voy a dormir, YA QUIERO QUE AMANESCA...

**día siguiente
C. Jerónimo no crees que es muy temprano para que estés llamando, debiste pensar que yo podía estar muy cansada después se una noche de pasión con uno de mis amantes
J. Si lo pensé Camila pero supuse que tenías tan buena condición física que a está hora ya estabas despierta haciendo ejercicios, para que no se te caiga ningún rollito.
C. JAJA claro que tengo buena condición física, pero déjate de cosas y dime que quieres? -dijo mientras sentía como el hombre que había amanecido con ella la abrazaba por la cintura.
J. Quería pedirte el número de tu amiga.
C. Es enserio Jerónimo para eso me llamabas.
J. Si es que siento que si no escucho su voz no puedo respirar.
C. Demasiado cursi, pero esta bien te lo doy sólo porque se que no le vas a hacer daño a mi amiga.

Un rato después se encontraba Jerónimo pensando que decirle a victoria cuando la llamará

J.Hola señora de Mendoza soy yo su amigo Jerónimo Acosta, noo ella me dijo que le quitará el Mendoza, Hola victoria se acuerda de mi soy Jerónimo, no muy confiansudo, mejor la llamo de una vez

...
V. Bueno...
J. Buenos días señora vitoria- dijo sonriendo-
V. Señor Acosta -abriendo los ojos de repente- no cree que es muy temprano para llamar?
J. Lo siento, no podía pasar más tiempo sin escuchar su voz.
V.-no podía dejar de sonreír- ah si y a que viene eso?
J. A que usted es una mujer hermosa y no es muy fácil olvidarla... la llamaba para invitarla a comer hoy ¿Qué le parece?
V. Mmm hoy... esta bien, donde nos vemos? J. Hay una hamburguesería muy buena cerca de mi casa...

Se pusieron de acuerdo con la hora y todo lo demás, unas horas después Jerónimo estaba esperando a victoria en una mesa del restaurante.

J.-poniéndose de pie para ayudar a victoria a sentarse -Hola, esta usted bellísima victoria-  victoria se había esmerado arreglandose son sabía por qué lo hacía pero sentía que tenía que hacerlo-.
V. Muchas gracias Jerónimo la verdad es que no tuve mucho tiempo para arreglarme »y ahora también eres mentirosa« -pensó- y que quería hablar conmigo?
J. Quería decirle que usted me gusta señora victoria, me gusta mucho...