Una visita

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Magnus pulso con gran felicidad el botón del el telefonillo para abrir la puerta de la calle, no tardó mucho en escucharse a el muchacho subir las escaleras con paso rápido, como si tuviera prisa. Magnos no pudo evitar pensar si Alexander no estaría visitándolo por trabajo y no por placer, y esto hizo que la sonrisa que se le había formado al escuchar su voz se borrara de su rostro mientras la puerta de su casa se abrió dejando paso tras de ella a el cazador de sombras. Alec cero la puerta tras de sí y miro hacia Magnus, con su habitual sonrisa tímida.

- Hola, ¿estás seguro de que no molesto?- Magnus noto que Alec le apartaba la mirada al hacerle la pregunta.

- Claro que no, y dime ¿Qué te trae a mi puerta? - Magnus esperaba una respuesta que no acabara en un nuevo favor para los cazadores de sombras, y la perdida completa de esperanza de que ocurriera algo bueno ese aburrido día.

- Me... me apetecía mucho verte – dijo Alec mientras sus colores subían como siempre que le decía a Magnus algo que no sabía muy bien cómo decir.

El rostro de Magnus volvió a cambiar y volvió a sonreír con alegria, el joven se ponía tan mono cuando se sonrojaba, era tan tierno y tan inocente.

Magnus aparto al pequeño Presidente miau que cansado de que sus maullidos no consiguieran lo deseado, estaba jugando con los pies descalzos de Magnus una vez consiguió apartar al gato se acercó a Alec.

- Porque no nos ponemos un poco más cómodos- Magnus cogió la mano del cazador de sombras y tiro de él hacia el sofá – te apetece tomar algo Alexander.

- No, gracias –Alec se sentaba en el sofá y dirigió una tímida sonrisa al brujo.

- Está bien – contesto Magnus sentándose junto a Alec – ¿y, entonces que te apetece hacer Alexander? – dijo Magnus con un tono provocativo mientras miraba al chico a sus hermosos ojos azules. Alec que tanto amaba Magnus, haciendo que el joven se sonrojara de nuevo. – ¿Sabes? Estaba pensando en ti cuando has llamado.- esto hizo que los colores del chico subieran aún más.

- ¿En serio?.. ¿y... y en que pensabas? – su voz sonaba insegura.

- En nuestra primera cita. Fue un verdadero desastres, peo me alegra tanto haber aceptado salir juntos- Alec le aparto la mirada al brujo rápidamente, aun así Magnus continuo – También estaba recordando el dulce sabor de tus labios y tu suave piel bajo mi mano.- Magnus se arrepintió de su comentario nada más decirlo, ya que el chico se puso nervioso y se alejó un poco de él. – Perdón no pretendía incomodarte.

- No, no importo- Alec sonrió un poco sin mirar a Magnus – de, de verdad pensabas en eso.

- Por supuesto.- Magnus cogió la mano de Alec pálida al compararse con la suya.

"Malec" Un día especialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora