Karol:
Los días habían pasado lentamente como torturandome. Otra vez iba por las mañanas a la cafetería, y a Valen le tocaba por la tarde, o al menos eso es lo que dijo.
- ¡Hey! ¿en qué piensas? - esa voz. Me giré rápidamente y me encontré con sus ojos, sus hermosos ojos marrones.
- Mike... Ehmm, hace mucho no te veía.
- Fue solo una semana - rió y siguió limpiando una meza.
- Lo sé - y el color rojo empezó a inundar mis mejillas -, lo siento por lo... Lo de tu mamá.
- No te preocupes, gracias. - exclamó y su expresión cambió a una más seria.
Sabía que se había incomodado con mi comentario así que preferí no molestarlo más. Me dí media vuelta y empecé a caminar. Mierda. Había un silla ¿Quién carajos no se da cuenta que hay una silla en medio de su camino? Pues yo.
Tropecé y caí hacia un lado de esta. Las personas que estaban alrededor voltearon a verme y, esta vez, sí estaba roja como un tomate.
- Cuidado, te puedes caer - ironizó Mike levantándome.
- No da gracia lo que acabas de decir - me suelto de sus brazos y arreglo mi ropa con las manos.
- Perdón - sabía que se contenía la risa -, pero ¿quién no se da cuenta que tiene una silla enorme frente a ella?
- Pues, yo. Te vas dando cuenta de lo distraída que soy - sonreí de lado.
Me alejé y fuí detrás de la barra. Él iba detrás mío, puse mis codos sobre la barra y empecé a observar todo el lugar. Mientras él la limpiaba.
- ¡¡Hermanita!! - sonó la triunfal entrada de Valen entre gritos.
Otra vez vino en la mañana y no a la hora que le tocaba. Es como si supiera que Mike volvió.
- Hola hermanita - saludé. - se supone que vendrías en la tarde.
- No tengo cosas importantes que hacer así que estaré aquí ¿hay algún problema? - dijo desafiante.
- No. - respondí seca.
- ¡Volviste! ¡Está buenísimo! - rodeó la barra, cuando se encontraba de nuestro lado se abalanzó sobre Mike y le dió un abrazo.
- Hola... Ehmm ¿Valeria? - preguntó avergonzado y yo reí para mis adentros.
- Valentina, Va-len-ti-na, Valen si te gusta más.
- Está bien Valen. - y soltó una risita.
Terminó de limpiar la barra y se dirigió a la cocina ante el llamado de mi madre. Me quedé a solas con Valen.
- ¿Y cómo amaneciste? - pregunté a Valen. Era mi hermana, en fin, me tenía que preocupar de cierto modo por ella - no me has dicho nada hoy en la casa.
- Preocupada.
- ¿Preocupada, tú?
- Sí, mañana empiezo la universidad y aún no encuentro el outfit indicado para la ocasión - exclamó como si fuera algo gravísimo.
- ¡Oh my god! ¡No puede ser! ¡Fashion emergency! - dije exageradamente sarcástica.
- Karol por favor, deja tus niñerías.
Rodé los ojos y decidí ignorarla completamente. Yo quiero iniciar una conversación tranquila pero, inevitablemente, termina en una pelea.
Michael:
- Hoy cerramos antes - exclamó la señora Cisneros - Así que tienen la tarde libre, regresan hasta mañana.
Todos los meseros gritaron eufóricos y no pude evitar mirar como Karol reía. Se veía tan linda...
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Ella o Yo [Micharol]
Novela JuvenilUna cafetería familiar. Dos chicas. Un apuesto chico. Amor. Karol y Valentina, dos hermanas que se verán envueltas en un lío cuando se den cuenta que están enamoradas de un mismo chico. Una lo mantendrá en secreto y la otra hará lo posible porque el...