Just To Find You || Cheryl + Jughead Fanfic

Prólogo

«Cuando acepté acudir a esa fiesta, jamás imaginé que, lo que parecía que iba a ser una aburrida noche, se iba a convertir en el mayor infierno de mi vida. Pero tampoco habría podido asegurar que, al final, me aficionaría tanto al fuego como lo hice.

Ésta no es una simple historia de amor; es mucho más que eso. Es una novela bélica, relatando la lucha entre el poder, la ambición, el amor, y el más ardiente deseo. Deseo que llegó sin más, sin previo aviso, y que logró abrasar mis venas hasta el punto de esclavizarme en una espiral de traición, lamentos, y miradas prohibidas.»

Forsythe Pendleton 'Jughead' Jones III~

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La medianoche había llegado, y con ella, el fin de una de las pocas fiestas que se celebraban en Riverdale High a lo largo de la temporada académica. Sin embargo, aquel no era el verdadero fin de la fiesta. Para la ahora única hija de los Blossom, la noche no había hecho más que comenzar.

La voz había corrido entre todos los asistentes a la inocente y poco jugosa fiesta del instituto, y seguramente la gran mayoría asistiría a lo que tan ansiosamente habían estado esperando: la verdadera juerga en Thornhill. Penelope y Clifford Blossom, que siempre miraban por el estatus social de su familia, incluido el de su hija, permitían que se hicieran aquellas fiestas que a la joven pelirroja tanto le gustaba organizar, y dado que ellos descansaban lejos de todo el ruido que se pudiera organizar, habían dado su visto bueno, cosa que Cheryl ni se esforzó por agradecer. Estaba más que acostumbrada a que sus progenitores cumplieran todos sus caprichos, o casi todos, al menos, y sólo podía pensar en qué maldad llevaría a cabo aquella noche, mientras se dirigía en coche a su colosal mansión antes que nadie, dispuesta a recibir a sus invitados como era debido, como buena anfitriona que se consideraba.

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—¿Por qué tenemos que ir a la fiesta de Cheryl? Estará llena de adolescentes ansiosos por subir en el escalafón, lamiéndole los zapatos a la reina del mal. Es una pantomima que no me apetece nada presenciar.

El tono y la expresión de fastidio de Jughead lo decía todo; nunca había tenido la necesidad de acudir a ninguna fiesta, y había ido a la del instituto por petición de Archie y Betty, que le habían insistido hasta la saciedad. Pero una cosa era eso, y otra que pretendiesen que, precisamente él, apareciese en Thornhill, la opulenta casa de los Blossom, a los que consideraba como "la familia Addams moderna". No. Rotundamente no.

—Venga, Jug... Es una oportunidad para investigar a Cheryl. No tendremos ninguna más como ésta, y además de que puede que encontremos algo que esclarezca un poco la muerte de Jason, también es posible que veas lo suficiente para poder reafirmar tu teoría sobre la malignidad de la familia Blossom, y tal vez puedas escribir un capítulo sobre ello en tu historia sobre el caso.

Las palabras de Betty eran, cuanto menos, convincentes, y acompañadas de un arqueo de cejas dedicado en exclusiva al joven de pelo azabache, le hizo suspirar con resignación, poniendo los ojos en blanco mientras los rodaba en dirección a Archie, que miraba a ambos sin mediar una palabra en la conversación, hasta que decidió pronunciarse.

—Betty tiene razón... Quizá encontremos algo útil. Dos de nosotros la distraeremos, y el tercero podría investigar en la mansión en busca de algo sospechoso. Puede que no encontremos nada, o puede que demos con el Santo Grial del asesinato de Jason.
—Vale, vale, está bien. Pero no prometo nada. En cuanto me harte de aguantar a todos éstos energúmenos ebrios, me iré. Y seguramente, eso pasará pronto.

Con un bote de alegría por haber convencido a Jughead, Betty se cogió del brazo de sus dos acompañantes, y tomaron camino hacia el lugar de la "post-fiesta", cada uno con sus diversos pensamientos en la cabeza. Betty, con el ansia periodística por descubrir algo nuevo sobre el caso que había asolado a todo Riverdale; Archie, con el recuerdo de la última fiesta en la casa de los Blossom; y Jughead, con la idea de llevar a cabo su plan lo más rápido posible.

Lo que el joven Jones no se imaginaba era que el destino, caprichoso e incierto, tenía algo guardado para él aquella noche. Algo que le haría renegar, interiormente, de toda su vida.