Viernes.
INGRID.
Todos entran sonrientes, y con alguna bolsa con alcohol, cierro la puerta, Vito me miraba arqueando las cejas.
V: ¿Dónde está Unay?, le estado llamando antes de venir.
I: Ni puta idea, eso me pregunto yo.
V: Se habrá ido con alguna. -ríe.
I: No creo, él invitó a Dana expresamente.
V: Pues entonces búscale bien, nena.
I: Joder, al saber donde coño está este tío... -suspiro.
V: Bueno cariño, voy con los demás. -me besa en la frente y sonríe.
I: Sí, sí, como si estuvieras en tú casa, yo voy a buscarle.
Le lanzo un beso con la mano y él sonríe.
Subo las escaleras, abro mi habitación, parece que no hay nadie, aún así entro.
I: ¿Unay?
Miro a la puerta de mi baño y estaba cerrada, así que doy dos golpecitos en ella.
I: ¿Hola?
-Ocupado. -grita un chico.
Pego la oreja a la puerta y se escuchaban gemidos, mi cara es de repulsión.
I: ¿Eres Unay?
-No, por favor ves al de a bajo. -grita el chico.
Anda ya, pues no se ponen a follar en mi fiesta. Salgo de mi habitación y voy a la de mi hermano, ¿qué cojones hacían Iris y Marta allí?
Las dos me miran sorprendidas.
Ingrid: En esta habitación no podeís estar.
Marta: ¿Por qué no?
Suspiro.
Ingrid: Es de mi hermano, por favor salir de aquí.
Marta: No sabía que tenías un hermano.
Iris: ¿Y por qué no? -sonríe. -solo queremos hablar por teléfono y con tanto ruido pues nos hemos subido.
Marta: Sí así es, así que no tardamos nada enserio.
Ingrid: Ya pero por favor aquí no.
Iris: Joder nena, que es un momento, te lo prometemos.
Ingrid: Chicas de verdad que no, no quiero que nadie este en las habitaciones, por favor. -resoplo.
Me estaba empezando a enfadar un poco.
Iris: Pero ¿por qué te pones así?, que no vamos a tocar nada ni a robar nada. -ríe. -No sé que te piensas que somos. -dice con tono burlon.
Volví a resoplar, miré a los lados y luego al suelo.
Marta: No tardamos en serio.
Ingrid: ¡Joder chicas, mi hermano está en el hospital! ¿vale? , está en coma, no quiero que nadie este en ninguna habitación pero en está menos. -grité.
Marta: Oh, joder... susurró
Iris: Hostia Ingrid perdón no sabíamos nada.
Hubo un silencio muy incómodo, no tenía ganas de llorar pero me estaba conteniendo. Pero pensé en él y lloré.
Marta: Lo, lo siento mucho, de verdad. -susurró.
Se acerca a mi y me abraza.
Me siento en el borde de su cama y me tapo la cara con las dos manos.
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ocTÚbre
RandomAdolescentes que pasan por situaciones muy similares a las que hemos podido pasar nosotros. Las situaciones están basadas en experiencias reales.