4♥No llores, preciosa.~

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Jueves.

INGRID

Ya es de noche, pero yo sigo sentada en la cama tecleando, tengo ganas de terminar el trabajo de filosofía, todos ya lo están terminando y yo acabo de empezar... si es que soy un desastre me paso demasiado tiempo con Unay.

Tenía mucha hambre desde hacía tiempo, pero no quería salir de la habitación para no molestar a Vito que estaba con su ligue. Él me dió unas llaves y cuando quería tranquilidad pues me venía a su piso, la verdad que paso más tiempo aquí que en mi propia casa.

Por fin termino el maldito trabajo, cierro el portatil y cojo el móvil de la mesilla, miro que tengo cinco mensajes de Unay y 8 llamadas perdidas suyas.

*Mensajes*

<< ¿Quedamos?>>        Hora: 19:47

<< Ey fea, yo ya estoy libre, ¿nos vemos? >>             Hora: 20:15

<< Pero niña, ¿dónde estás?, ¿por qué no respondes, estás bien? >>        Hora: 20:36

<< Hola, hola, ¿hay alguien aquí? >>         Hora: 20:49

<< Muy bien, tú lo has querido. Sí no me respondes, haré que me veas. >> Hora: 21:00

El timbre suena.

A los segundos mi puerta suena, y me giro para ver quién es.

Ingrid: ¿Sí? 

La puerta se abre y era Unay, con una caja de pizza y una botella de vino. Los dos sonreímos.

Cerré los ojos y suspiré.

Unay: Espero que no hayas cenado.

I: Pues no, no he cenado. No quería molestar a Vito, está con un chico...

U: Por eso me abrió la puerta enfadado. 

Ambos reíamos.

Deja la cena y la bebida en la mesa.

Me pongo de pie, y voy a donde él. Me mantengo firme, seria, y manteniendo la mirada, él también me miraba fijamente, sonríe, sigo seria, hace una mueca y ahí es cuando se me escapa una sonrisa.

U: Por fin lo consigo.

Suspiro.

U: ¿Abrazo? -sonríe.

I: ¡Sí! -sonrío.

Me abraza. Se aparta y me mira.

U: No te vuelvas hacer la enfadada porque conmigo no cuela.

Coge la comida y la botella de vino, y se sienta en la alfombra apoyando su espalda en la cama, le miro unos segundos y me siento a su lado. Estaba disgustada pero es que cuando nos miramos no puedo pensar en nada más que besarlo.

I: Tenías que haberme avisado de que iba a venir tanta gente...

U: Ya sé que no te gusta ese tipo de fiestas, pero mis compañeros de piso son así, ¿qué puedo hacer?

Abrió la pizza ya cortada, y cogimos un trozo cada uno, les dimos unos mordiscos.

I: Ya por eso no te dije nada, simplemente me fui a mi casa a estar tranquila.

Abrió la botella de vino sin apenas esfuerzo, bebió un buen trago él y me lo pasó a mi, también bebí y la dejé en el suelo, entre medio nuestra.

U: Y por eso estoy yo aquí, prefiero pasar tiempo contigo. -sonrío.

ocTÚbreWhere stories live. Discover now