Capítulo 6: Una Inusual Alianza o Por La Tarde: Ese Mayordomo, Explicando.
La amarillenta luz proyectada por la lámpara de araña se reflejaba sobre el sudor que cubría la piel del conde; sus mejillas sonrosadas por el calor contrastaban demasiado con su evidente palidez. Sus ojos se apretaban con vehemencia y su cuerpo se contorsionaba sobre la cama, mientras de su boca salían quedos gemidos.
Aquel conjunto de características le hacían ver incluso más enfermo de lo que estaba. La fiebre provocada por la paliza no parecía ceder, pese a los incluso inhumanos esfuerzos de Sebastian y Kevin por hacerlo mejorar. Y es que no se podía esperar otra cosa, después de todo ellos eran solamente dos demonios que estaban hechos para matar, no para curar.
El mayordomo negro tomó el cuenco donde humedecía los paños para bajar la fiebre de Ciel y trató de salir a cambiar el agua, pero Kevin le tomó de la muñeca antes de que se alejara mucho de la cama y le quitó el recipiente, dedicándole una mirada que parecía advertirle que no saliera de la habitación. Michaelis le devolvió el gesto de forma retadora y arrogante; se soltó del agarre con violencia y se fue de todas formas. Odiaba esa actitud sobreprotectora de Kevin y debía demostrarle que solamente estaba embarazado, no inválido.
Ajeno a todo lo que ocurría en su habitación, Ciel vagaba dentro de su mente. Aun cuando su cuerpo se quejaba por el dolor físico, su yo interior trataba de hallar una explicación lógica al reflejo que había encontrado hacía un par de días en su sueño, pero por más que buscaba no veía otra cosa que aquel oscuro túnel de la primera vez y ahora no había nadie que le enseñara el camino hacia la salida.
Decidió correr el riesgo y aventurarse caminando por el pasillo sin rumbo fijo, simplemente quería salir de allí; después de todo, eso era más productivo que quedarse parado en medio de la nada. Luego de unos minutos miró una luz al fondo y corrió hacia ella, sin embargo mientras más corría, más parecía alejarse de aquel luminoso punto de esperanza.
Finalmente se dio por vencido y se tiró al suelo, esperaba sentir su espalda chocar contra el duro piso, pero en cambio dio un bote en su propia cama y abrió los ojos de pronto. Sobresaltado y confuso trató de reconocer el contorno de los dos hombres que le atendían; mas sólo reconoció a su mayordomo. La luz le molestaba, así que llevó una de sus manos hacia sus ojos para cubrirlos y sintió todo su cuerpo doler de mil maneras diferentes. Abrió la boca para hablar y notó que tenía la garganta horriblemente reseca, por lo que ninguna palabra abandonó sus labios.
Sebastian le sonrió al verlo despertar y acarició suavemente sus cabellos, en esos momentos el conde le parecía tan tierno e indefenso que no pudo evitar besar su frente en un gesto casi fraternal. Kevin carraspeó un poco y se retiró de la habitación con la excusa de cambiar el agua del cuenco.
-Joven amo, al fin despertó -dijo el mayordomo con voz suave y soltó un suspiro de alivio-; nos tenía muy preocupados, creímos que la golpiza había sido demasiado para usted.
Ciel aún no había terminado de caer en cuenta de lo que sucedía pues su mente seguía perdida en aquel extraño sueño y su cuerpo concentrado en las heridas físicas que dolían como el infierno. Sebastian, que se encontraba sentado a su lado, le hizo incorporarse levemente y le dio a beber algo de agua fresca, la cual tragó con un poco de dificultad para humedecer su garganta lograr finalmente expresarse.
-¿Qué mierda sucede aquí, Sebastian? -preguntó en tono demandante, pese a que su voz sonaba rasposa y débil- ¿Por qué no llegaste antes de que sucediera algo como esto? -Estaba enojado y se notaba mucho.
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Descendiente de la Obscuridad
FanfictionHan pasado nueve años desde que el pequeño Ciel Phantomhive invocara al apuesto demonio que se convertiría en su infernal guardián... nueve años en los que el conde ha podido crecer y disfrutar de una doble vida como noble y perro guardián. Las cosa...