Ivonne, del juego a la seducción

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Era una tarde de domingo con mucho viento, Ivonne observaba las flores del jardín tumbada al borde del piso recien trapeado; una tarde tranquila, demasiado quizás, se había levantado temprano como de costumbre y había hecho los quehaceres de la casa, y disfrutaba de la soledad ya que sus padres solían asistir a reuniones y cultos durante todo el día, había pensado en dedicar la tarde a ver una película o leer una novela interesante en su celular pero la distrajo el vaivén de las flores que adornaban su patio, hacia esto tumbada en el lustroso y fresco piso recién aseado; tenía sus mejías sobre el piso y sus labios hacían una forma graciosa, los brazos tirados hacia atrás y las nalgas elevadas vestía un pequeño vestidito de algodón de color gris muy sencillo y perfecto para estar en casa era muy cómodo y fresco, en partes seguía impregnado de agua por el trajín de la limpieza, no llevaba ropa interior ya que le molestaba que se le encajara mientras hacia el quehacer así que aprovechando la soledad andaba lo más cómoda que pudo estar, el sonido del viento era lo único que deseaba oír ese día al menos eso creía.

El tono de mensajería la despertó de su trance, había perdido esperanza de salir ese día ya había preguntado a sus amigas más cercanas sobre algún plan de fuga pero ninguna estaba dispuesta o libre, se quedó un momento tratando de deducir quien le escribía, "seguramete Laura" que le había dado esperanza de conseguir quien cuide de su hermano menor para poder salir a vacilar un rato, pero no fue así, al encender el celular se encuentra con un viejo conocido con quien ya hacia unos años habia cortado una relación amorosa, pero que aún despertaba pasiones de ves en cuando, recordaba haberle dicho que ya no le permitirá seguir jugando a los encuentros prohibidos, por su bien, aunque en el fondo disfrutaba de esos encuentros fortuitos, debía detener aquel juego peligroso del que sabía no ganaría nada a parte de unas muy ricas sensaciones.

Le saludo con cordialidad y le siguió la plática manteniendo un perfil amistoso pero defensivo, sabía que trataría de seducirla y quería estar preparada para detener a tiempo sus intenciones. Por fin luego de platicar sobre cosas superfluas y cotidianas él la invitó a jugar "batalla naval", un juego de mesa bastante entretenido Ella inocente aceptó la invitación, no sin antes advertirle que de notar el menor intento de insinuación sexual se marcharía, él le convenció de que su intención era solo entretenerla con un juego de mesa, pasaría por ella así que dejó su tranquila y confortable tarde por un interesante, y nuevo para ella, juego de mesa, apenas se hubo aseado y puesto ropa casual (unos pasarios y una blusa negra ajustada algo que no se vea muy atrevido pero que haga que mantenga su vista clavada en su belleza) minutos más tarde abordaba el auto azul tipo sedán que según ella la llevaría un lugar tranquilo para divertirse con un juego de mesa, él la saluda con beso en la mejía lo que hace que Ivonne sienta un consiente deseo por probar sus labios nuevamente, pero recupera la cordura y fija su mirada lejos de la delineada barba que tantos suspiros le sacó en el pasado, "esta es mi prueba de fuego" Se dijo a si misma y alejó su mirada del apuesto rostro de su acompañante, de nuevo comenzó una conversación sobre cosas triviales con el simple objetivo de matar el tiempo y rellenar espacios de silencio incómodo, incluso se sentía ya muy segura de que sería una tarea fácil mantenerlo en esa posición amigable; su espectativas cambio un poco cuando el auto cruzó la esquina del parque nacional y disminuyó la velocidad al acercarse a un motel de aspecto moderado, puso cara sería cuando el portón eléctrico comensó a descender dejándolos por un instante a oscuras, entró an la habitación donde les esperaba una cama matrimonial acomodada de manera muy elegante, un sofá, y una television, el chico puso el juego sobre la cama y se dispuso a armado, cuando vio la expresión molesta que mantenía su acompañante la tranquilizó diciendo "no pienses nada raro es solo que es el lugar más tranquilo que se me ocurrió, no haremos nada raro he, a menos que tu quieras" La chica se acerco a la cama y le dedicó una sonrisa sarcástica "¿quieres que me quite la ropa para que juguemos?" El juego comensó de manera bastante inocente estaba basado más en la suerte y muy poco en la estrategia, así que no fue raro que ella ganara la primera partida, lo miró a los ojos muy divertida burlandose de el y de la mala suerte que tubo al elegir sus ataques, y no le extrañó que quizá el se dejara ganar a propósito para animarla a seguir jugando, lo que realmente la extrañó fue cuando vió que él se puso de pie, le dedicara una mirada pícara y se quitara los pantalones, "¿qué haces? " Le dijo mientras intentaba ver hacia otro lado, "Es la regla de juego, quien pierde se quieta una prenda, la chica pensó que estaba de broma como siempre pero cuando se quito el pantalon no traía nada debajo y le mostro con mucho detalle su erección, Ivonne se ruborizó un poco y solo le dijo "que malo eres". Comenzó la segunda ronda y de nuevo la suerte se puso del lado femenino, pero a medida que avanzaba la destrucción de embarcaciones ella se sentía muy caliente así que hiso trampa para perder la ronda, miro el tablero luego puso si mirada sobre él y aún con la vista clavada en la erección de su pareja le declaró "supongo que me toca ponerme cómoda cierto" Se puso de pie en la cama y se quito su pasarios arrastrando con sigo la ropa Interiror, lo empujó y se colocó sobre el, guió su sexo al Interiror del de ella, y comenzó a desender sintiendo el rose del pene acariciando las partes más sensibles dentro su vagina, era algo que deseaba desde que salio de su casa trató de disimularlo lo más que pudo pero ahora estaba sintiendo el goce de todos esos impulsos eléctrico y reacciones húmedas que deseaba tanto, el calor en su cuerpo se elevaba más y más con cada ves que el pene recorría su cavidad desde los labios asta lo más profundo de su vagina, liberó todo su deseo y comenzó a gemir y a gritar "¡que rico por dios!" Las sensaciones se incrementaron a la ves que el vaivén de sus caderas, asta que explotaron en su vientre y un torrente invadió todo su cuerpo, instantes antes de sentir el líquido caliente salir de pene de su pareja e inundar su vientre, se quedaron un rato jadeantes recuperando la respiración, luego charlaron de manera muy agradable planeando una siguiente cita con el juego de "batallas navales".

Placeres BrevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora