Capítulo 7

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-Antes de irnos debo ir al baño, iba a ir antes pero ya sabes lo que ha pasado con mi hermano.-
Dean asiente con una risita
-Vale te espero aquí.
Salgo del baño donde esta vez no hay nadie. No veo a Dean, no sé dónde está.
-Eh guapa baila conmigo- escucho la voz de un chico que me habla desde atrás con tono brusco. Acelero el paso.
-No seas tímida ven aquí.- tengo miedo y ya no sé dónde voy lo único que quiero es ver a alguien conocido.
-Lárgate - grito y parece que lo único que he hecho es enfurecerlo. El tipo me agarra del brazo. Cuando lo hace lo retiro inmediatamente, me doy la vuelta para decirle una vez más que me deje, pero el hijo de puta me agarra de la cintura y me acerca a él ¡qué puto asco!
Empezó a acariciarme la espalda queriendo llegar más abajo. Lucho con todas mis fuerzas para poder deshacerme de su agarre pero es inútil. Miro a mi alrededor ¡Joder! ¿Por qué nadie se da cuenta de lo que está pasando? Todos están a lo suyo. Justo cuando voy a chillar siento que sus sucias manos ya no están en mí, ya no lo siento delante. Abro los ojos, que inconscientemente había cerrado despacio para ver a Dean encima de aquel hombre pegándole puñetazos de una manera feroz. El tipo intentaba devolverle los golpes, pero apenas y podía darle algún puñetazo que otro en el rostro. Está pegándole como un loco y el tipejo ese está sangrando mucho. Mucha gente se amontona para ver lo que pasaba, pero nadie hace nada. Si no hago algo ya Dean lo va a matar. A mi pesar me agacho para separarlo pero me es inútil.
-Dean para ya- nada, no me escucha - por dios lo vas a matar, estoy bien, no me ha hecho nada. Dean por favor para- exclamo a borbotones y se me escapa algún que otro sollozo. Está a punto de darle otro gancho pero al escuchar mi voz para en seco. Acto seguido se pone en pie y veo odio en su mirada.
-¿Estás bien?- me pregunta preocupado analizando mi rostro.
-Sí, solo vámonos- suplico
-Está bien.- me coge de la mano antes de alejarnos, dejando atrás a la gente y el bullicio.
Nos montamos en su coche a paso acelerado.
-Lo siento, estaba fuera fumando, no debería de haberte dejado sola. Estas demasiado indefensa- esto último lo dijo más para sí mismo que para mí.

-No es culpa tuya. Estoy bien, me habría librado de él de todas formas.

-¿A sí?- cuestiona con mirada colérica - No te habrías librado de ese puto gilipollas. A saber lo que te estaría haciendo si yo no hubiese llegado. ¡Joder!- da un golpe al volante

-No tienes por qué ponerte así, no me ha pasado nada y sé cuidarme sola No tengo porque estar soportando tu actitud solo porque me hayas ayudado-

Cuando ve que voy a salir del coche, hace afán de cogerme del brazo, pero yo me adelanto, me escabullo fuera y cierro el coche dando un portazo.

Dean sale del coche siguiéndome. No se hacia dónde voy. No quiero volver a esa casa. Al ver que no están ni Jamie ni el coche de John me encamino calle abajo. Ya son pasadas las doce así que dudo que haya algún transporte público.

-Amanda sube al coche- me ordena Dean en tono autoritario

-No, llamaré a un taxi y te dije que me llamaras Amy-

-No tienes móvil, se te ha caído en el coche- dice señalando mi móvil en su mano. Es imposible que se haya caído, en ningún momento he abierto mi bolso.

-Dámelo- me sorprendo a mí misma cuando le grito. Este tío saca lo peor de mí.

- Sube al coche y te lo daré- No creo que ceda, por lo que me dirijo al coche bajo su penetrante mirada.

No dijimos nada hasta que llegamos a mi casa, me pase todo el viaje mirando por la ventana pensando que podría haber pasado si no hubiera llegado Dean. ¿Alguien me habría escuchado gritar?
-Ya hemos llega..-
-Oh estas sangrando- lo interrumpo antes de que pueda terminar la frase.

Sus nudillos están cortados y le gotea sangre de la nariz.
Acto seguido este se toca la sangre que se acumula en esa zona. Los cortes no se curaran en unos días por lo menos.
-Tranquila, no es nada.- Afirma mirándose las manos.
-¿Cómo que no es nada? Mírate- acuso señalándolo -vamos ven conmigo te curaré en casa-
-¿Así que quieres curarme?- dice con una sonrisa pícara. Se ve malditamente sexy con esa sonrisa.
-Es lo menos que puedo hacer después de haberme defendido de ese tío-
-Ese tío es un hijo de puta, tendría que haberle matado ahí mismo.-
Cuando entramos a mi casa, están todas las luces apagadas, no hay ni rastro de mi hermano. Mi padre seguramente esté durmiendo en la planta de arriba.
-Siéntate aquí, voy a por el botiquín.- digo señalando el sofá mientras voy al baño a por las cosas. Cuando vuelvo Dean está sentado en el sofá viendo la tele apagada.
-Ven, vamos a curarte eso.-
Me acerco para sentarme a su lado.
-Esto tiene mala pinta- afirmo al ver su rostro, no solo está sangrando por la nariz sino que también tiene un golpe en el ojo.
-Estás exagerando Amy, no es nada.
-No estoy exagerando, en que pesabas cuando le pegaste el tio por muy capullo que fuera, medía una cabeza más que tú. El golpe del ojo será peor mañana- En el momento de la pelea me sorprendió que lo haya derribado con tal facilidad.
-¿Quieres saberlo?
-Si.- afirmé
-Vale, realmente no pensaba, fue ver cómo te tocaba y me enfurecí mucho. Eso es lo que pasó.- dice sin más, se nota la sinceridad en sus palabras. - ¿Sabes? Tienes algo...- terminó sus palabras pensativo
-¿El qué?- pregunte queriendo saber lo que pensaba, pagaría lo que sea por saber lo que piensa.
-Algo especial, es solo mirarte y siento que te conozco.- sus palabras me hicieron estallar por dentro, si estuviera sola juro que estaría saltando de la emoción. Es un alivio saber que siente lo mismo que yo cuando lo miro. Acerca su rostro a mí. Ahora solo estamos a centímetros. Yo estaba inmóvil, su rostro estaba a centímetros. Juro que puedo sentir como su respiración choca con la mía, está se acelera más segundo a segundo. En mi estómago juraría que en vez de mariposas hay un huracán. Nunca había sentido esto por nadie. En el momento en el que le miro a los ojos sé que ya me he perdido en su mirada. Cuando sus labios rozan los míos oigo algo, es una voz acompañada del sonido de unos pasos.

-¿Amy eres tú?- pregunta mi padre desde la cocina ¿ha estado ahí todo este tiempo?

Me alejo abruptamente de Dean.
-¡Mi padre!- exclamo en un murmuro -no te puede ver aquí conmigo. Levántate, vamos a mi habitación.- susurré. Me levanto del sofá para subir las escaleras con Dean a mi espalda. Cuando llegamos a mi habitación cierro la puerta con cerrojo, me doy la vuelta para apoyarme en ella. Nos quedamos unos instantes en silencio hasta que escucho la puerta de la habitación de mi padre cerrarse
-Escúchame, quédate aquí y no hagas ruido- le susurro tratando salir de mi habitación para comprobar que mi padre realmente esté durmiendo- no toques nada- añado con tono autoritario.
-No te aseguro nada- susurra con una sonrisa pícara.

Vuelvo a la habitación cuando compruebo que mi padre ha apagado la luz de su cuarto. Me encuentro al alucinante Dean sentado encima de mi cama mirando su móvil.
-Mi padre ya está dormido.- interrumpo su concentración
-Será mejor que me vaya.- se levanta de la cama.
-Vale, te acompaño a la puerta.-
Salimos de la habitación en silencio, para no despertar a mi padre. Al bajar Dean sale por la puerta.
-Esto..., gracias por todo lo que has hecho hoy por mí.
-No es nada Amy pasa buena noche, mañana nos vemos.-
Se acerca a mi rostro y me da un beso en la mejilla, tarda unos segundos en separarse. ¿Cómo puede oler tan bien?
-Hasta mañana.- le susurro. Dean da la vuelta y se encamina a su coche. Cierro la puerta antes de dirigirme a mi habitación. Uff tremendo día. Cuando mirlo la hora son las dos de la mañana. ¡Las dos de la mañana! Y mañana tengo clases. M e fui a la cama con la idea de que mañana sería un nuevo día.


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