Parte 11

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Ser invitada a sentarse con alguien en programación tocó un punto de dolor, especialmente porque estaba aterrada cada vez que entraba a clases ahora que Blackburn estaba buscando activamente por el hackeador de la Aguja. Era una miseria saber que ella era mejor en programación que cualquiera en la habitación, pero no podía mostrarlo, tenía que arruinar su propio código para borrar cualquier sospecha en ella.

Mientras Blackburn entraba a la habitación, Vik llamó su atención y articuló con su boca, "tres, dos, uno..."

Con eso, Yuri se desplomó abruptamente. El corazón de Wyatt se sacudió, pero Vik y Beamer se estaban riendo, ambos sosteniendo a Yuri para ponerlo en una posición más cómoda.

-Él está bien –Vik le aseguró- Programación es confidencial. En punto, cada día, se va. Se despertará después de clases sin idea de lo que pasó.

Wyatt miró a Yuri. No podía ser un espía. Era cruel, casi, no darle la oportunidad para probarse a si mismo.

La clase terminó temprano, pero el programa de Yuri solo terminaba a la hora estandar. Wyatt quedó sentada junto a él en el banco despues de que todos se fueron al almuerzo. Estuvo con él cuando se levantó abruptamente y parpadeó a su alrededor atontado.

Sus ojos se iluminaron sobre ella, y una sonrisa soñolienta cruzó sus labios.

-Wanda.

-Hola.

-Fue una clase muy tranquila –Yuri murmuró -Todo el mundo se fue muy rápido.

Ella lo vio. Él realmente no tenía idea que había estado inconsciente durante toda la clase. ¿Cuánto la computadora cambiaba su percepción?

¿Y si no solo eran nombre? ¿él realmente la miraba o la veía? ¿o era otra chica a la que observaba?

Con un golpe, se encontró recordando la noche en el Planetarium, cuando habían tomado turno para ver por el telescopio. Le estaba contando sobre uno de los fenomenos estelares que más le fascinaba, la forma en la estrella Wolf Rayet estaba preparada para ser supernova, y posiblemente emitir un rayo gama a lo largo de su eje que podría esterilizar toda la vida en la Tierra. Se dio cuenta que su voz era lo único que se escuchaba en el cuarto oscuro, demasiado ruidosa, y estaba siendo esa cosa que hacía cuando se interesaba en algo: ella divagaba sobre eso hasta que otras personas se enojaban con ella. La mortificación ardió a través de ella. Pero cuando su mirada se disparó a la de él, por un momento, se dio cuenta que Yuri estaba realmente escuchándola, viendo su rostro con fascinación, su mirada como una caricia en su piel, que la hizo tartamudear en silencio, y esquivó apresuradamente sus ojos, pero pensaba en eso después, siempre hacia su estómago revolotear extrañamente.

Ahora no sabía si en realidad había estado con ella mientras hablaba de la estrella Wolf Rayet, o si estuvo ahí. No sabía si estaba él con ella ahora. Esa era la peor parte. Él era la única persona con la que realmente se sentía conectada, y podría ser eso por lo que en realidad no podía percibirla.

Sentarse junto a Yuri ahora, una terrible soledad la inundó, sumiéndola de nuevo en la sombría profundidad que sintió después de que Heather la engañó. Se sintió más sola que nunca.

-Estoy pensando en irme –le dijo abruptamente-. Retirarme. Pueden hacer un removimiento del neuroprocesador. Escuché.

Él se enderezó.

-No lo hagas.

-Vamos a vaciones en una semana. Pienso que me retiraré antes de eso. Escuche que Heather Akron sera promovida. Wyndham Harks la está patrocinando. No quiero estar ahí sentada en su crmonia de promoción.

Yuri exhaló despacio, frotando su cabello ondulado.

-Tu deberías hacer lo que te haga feliz, Wanda. Pero...

Wyatt miro al banco que estaba en frente de ella, donde la madera estaba astillada.

-Lamentaré verte partir –Yuri dijo-. No me gustaría perder una amiga.

Él dijo "amiga". Contuvo el aliento. Ella lo miro.

-¿Lo dices en serio? Soy realmente... ¿somos amigos?

-Claro que lo somos –Yuri dijo, y Wyatt no estaba segura, pero él parecía ser sincero-. Siempre seremos amigos.

Ella lo sintio como una aguda apuñalada, porque ellos no podian serlo. Si perdía el neuroprocesador, volvería al lugar que estaba antes. El reino aislado donde la gente era extraña, piezas irracionales que no se preocupaba ponerlas juntas y nunca lloraba en las vacias horas.

Era un lugar comfortable, pero Yuri nunca podría compartirlo.

Allies - S. J. Kincaid ( Insignia 1.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora