Capítulo 1

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Inauguro un nuevo día en mi vida, bueno en lo que se podría llamar así, era hoy, ese sentimiento de las personas que se dirigían a la guerra,era el que me controlaba, hoy debería de enfrentarme al  llamado Instituto para la mayoría de la gente no era nada pero para mi era lo peor.

Me desperté a regañetas sobre las siete, admire la paz y la tranquilidad que se encontraba dentro de mi cuarto, esta tranquilidad, había sido un refugio en varias ocasiones  de peleas con mis padres e insultos de mis antes conocidos. Me habían declarado el punto número uno en insultos, todo esto empezó cuando no quise ser como los demás, ser alguien diferente y para mi mala suerte lo logre.

Me dirigí a mi destartalado armario, tendría por lo menos ya 20 años. Era de un verde turquesa, me encantaba ese armario lo tenía decorada por todas las partes con pegatinas. El resto de mi cuarto era de color blanco, una comoda de color caoba, mi escritorio desordenado como siempre y mi cama, repleta de peluches y cojines. Y por último detalle una lámpara que parecía estar sacada de los noventa.

Me puse una camiseta de manga larga y de color blanco, unos shorts de color claro y mis Andy-z rojos de siempre. Dejé caer mi pelo sobre mis hombros, lo tenía no muy largo ya que me llegaba por debajo de los hombros.

 Puse rumbo a la cocina, donde en ella se encontraba mi familia, mi cariñosa madre, mi hermano el Don Juan y mi estricto padre, debía portarme de la mejor manera con mi padre, era el sargento que dirigía la familia.

-Cariño ya te despertaste, preparada para un nuevo día- Dijo mi madre para después abrazarme y yo levante la mano en señal de yo puedo, pobre madre la mía creyendo que todo eran rosas, en el instituto nada era lo que  parecía.

-Cierto , enana - Me dijo mi hermano, para acercarse  donde yo estaba y  darme una colleja, como lo pille fuera se iba ha enterar. Pero pronto no sera, ya que hoy se dirigía otra vez a su departamento, ya que sus clases comenzaban pronto.

-Gracias pero me tengo que ir, que estarán  apuntó de empezar las clases- Las clases, ver como los grupos de los populares critican a todo lo vivo  y como los demás callan.

Me despedí de mi familia y en modo de respeto di una mirada triste a mi padre, y con otro gesto un adiós con la mano. Iba caminando por la calle, solitaria y sin vida, me daba pena, no lo soportaba más y me puse los auriculares y un par de canciones  para no seguir pensando.

Llegue con unos 5 minutos antes de que empezasen las clases, corrí para intentar llegar tremprano a clases, hoy no habían sacado todo el arsenal, solo me miraban y se reían, no me insultaban, era como una comedia barata andante.  

Atravesé los pasillo para intentar encontrar un sitio seguro. La   clase de música, mi refugio. Cuando entré el maestro me pidió que tocará la batería para que la clase se relajara. Y para no dar clase claro, era un vago de capa y espada.

Había aprendido a tocar este instrumento, después de pasarme todos los recreos aquí recogida y encerrada. 

La verdad era que aún siendo el hazme reir de todos me encontraba en mi sitio, es decir, prefiero estar sola al estar rodeada de gente que no te aprecia.

-Maestro puedo tocar bleed it out de Linking Park- Yo y mis gustos, por lo menos a los demás no los tenía que ver, solo a mi música.

-Como quieras, pero antes noticia nueva-Dijo para llamar la atención de todos.

-Después de que Sena toque la batería, va a entrar un chico nuevo, espero que lo tratéis como se merece- Prosiguió y lo que se escuchó después fueron muchos murmullos y numerosos gritos, fangirls creen que va a venir una especie de hombre lobo o vampiro

Empecé a tocar era relajante y tranquilizador sentir la música y no pensar en nada más, al ir por la mitad de la melodía, alguien entró. 

-Perdona maestro no lo soporto más quería entrar para ver quien estaba tocando-Dijo el nuevo, supongo que lo será,era más alto que yo con los ojos marrones y el pelo negro en forma de cresta,  el maestro le dijo que se sentará y escuchase la melodía, no sera un hombre lobo pero intimida bastante. Iba con una polera y unos pantalones vaqueros y unos zapatos tipo converse

Al levantar una vez la mirada pude observar que se había sentado justo a la derecha de mi sitio, me tense, pero como me había sucedido antes me relaje y seguí tocando la batería. Al acabar me dirigí a mi sitio y aproveche  para intentar terminar de leer uno de mis comics preferidos y para mi opinión uno de los más graciosos, Deadpool, este personaje era todo un caso 

-Guau a ti también te gusta Deadpool, no sabia que a las chicas le gustaba- Me dijo el nuevo  de sopetón, ahora ya solo  faltaban las risas, cerré fuerte mis ojos esperando las risas pero no llegaron lo mire y el me observo extraño

-Pues si, ahora ríete si quieres que no voy a decirte nada, la rara de los cómics no puede estar tranquila- Le dije como forma de auto defenderme 

-No lo decía por eso-Sonó el timbre del recreo,  me voy no quiero más personas se rían de mi, bastante ya tengo

Escape de las clases y me fui a mi ritmo, quería irme a mi guarida, hace unos años había descubierto una guardilla  que estaba vacía así que aproveche y lo convertí en mi santuario, mi refugio. Últimamente no había sucedido nada, pero no hace más de un mes se pasaron, entre dos chicos me empezaron a insultar, hasta ahí no fue tan malo, pero después  siguieron la tortura esta vez no con palabras sino con los puñetazos. Debería haberle dado otra oportunidad al nuevo, pero por mi propia experiencia no te puedes fiar ni de tu sombra.

-Nadie es diferente a los demás- Lo siguiente que hice es dormirme mientras que pensaba sobre todos los abucheos, y la cara que tenía el nuevo. La verdad es que es bastante guapo...

-Grrr. Se escuchó roncar.

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Crónicas de una frikiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora