-Qué pasó a partir de ahí? Hubo más citas no planeadas?
Después de esa noche era difícil evitar el tema del beso, el hecho de que fuera así, clandestino e intenso, le dió un sabor distinto y, por lo tanto, estábamos ansiosos por seguir descubriendonos. Así que las visitas a mi oficina se tornaron frecuentes, nos encantaba eso de aparentar vernos por cualquier excusa, ayudarla con un problema de su celular, decía que solo yo podía solucionarlo (la tecnología y ella no se llevaban bien), buscar cosas en la web, instalar programas en su portátil, eran solo fachadas, la verdad es que nos veíamos para conversar de todo y de nada, para reírnos pero sobre todo para matar a besos la lejanía entre nuestros cuerpos, sus besos... Sus besos eran de chocolate. Esas eran nuestras "citas", no tan casuales como de costumbre pero no perdían la espontáneidad necesaria como para mantener la intriga entre dos personas que se están conociendo por segunda vez.
-Entonces Fer, aquello dejó de ser un simple coqueteo, por lo que me cuentas. Eso de verse más seguido y hacer cosas juntos, son etapas que muchas veces se cumplen cuando dos personas quieren ser pareja...
No era tan sencillo, de hecho nuestro "Juntos" era distinto, teníamos un significado particular para esa palabra. En ocasiones, ella me pedía que la acompañara a algún sitio, cosa que yo también hacía sobre todo cuando tenía que viajar, pero eso solo significaba escribirnos durante ese trayecto o lo que durara la diligencia en cuestión, no sabe cómo nos gustaba hacerlo. Eso muchas veces fue nuestro ir y venir juntos. En mi caso podía recorrer kilómetros y kilómetros enteros sin darme cuenta, conversar con ella me hacía perder la noción del tiempo, tiene una facilidad enorme para captar toda mi atención, se hizo experta en acaparar mis sonrisas a solas. Menos mal que aún no existe alguna aplicación que le avise a la otra persona que te ríes mientras la lees, su celular habría explotado de tantas notificaciones... No sé cuántas películas y series vimos "Juntos", no sé cuántos partidos vimos "Juntos", cuántas canciones escuchamos, cuántas salidas tuvimos, cuántos tragos compartimos, siempre "Juntos".
A pesar de esto, seguíamos encontrándonos en reuniones con nuestros amigos en común, eran conciertos de miradas y sonrisas inagotables, de frases que solo entendíamos nosotros, de suspiros suicidas. Una noche en el bar de siempre, estaba conversando con un amigo pero no podía quitarle la vista de encima a Isha, ella estaba bailando en ese momento, sabía que yo la miraba. En un segundo me descuide y sentí que me halaron del brazo, era ella diciéndome "Hoy vas a bailar conmigo Fer" mientras sonreía. A pesar de que bailar no se me daba del todo bien, no hay manera alguna de negarse a una invitación como esa, (que ahora que lo pienso, fue más una orden que tuve que acatar) así que me levanté, deje la cerveza en la mesa, me llevo de la mano unos metros más adelante, puse mi mano en su cintura y comenzamos a bailar viéndonos a los ojos, ella acomodo sus brazos al rededor de mi cuello, se acercó a lentamente hacia mi y me dijo al oído "Hey, por que tan lejos?", Sonreí y la abrace, podía oler su perfume, oír su respiración...así hasta que ya no hubo música, solo ella y yo en medio de todos, fundidos en un abrazo, de esos que te hablan, sentí que me estaba pidiendo alojo en mi pecho de por vida, pero antes de responder tuve que abrir los ojos y darme cuenta que no estábamos solos, así que nos separamos y seguimos como si nada.
Esa noche soñé con ella, una de las tantas veces que lo hice, pero esa fue muy especial. Isha estaba frente a mi, sonriendo, lucía muy abrigada, apenas podía ver su rostro. Ambos estábamos en una mesa al aire libre tomando una taza de café, lo que conversamos no tuvo importancia, porque lo que más me llamó la atención es que ahí si estábamos juntos, sin comillas, sin otro significado, nos veíamos felices, tomados de la mano, sus ojos eran más expresivos que de costumbre. Por segunda vez la sentí mía. Le hice saber sobre el sueño y me escribió "Fernando Salgado, me debes un Café en Buenos Aires" yo le pregunté por que ahí, por que esa ciudad? "Porque allí quiero vivir algún día y se que hay temporadas muy frías, eso explica porque estaba tan abrigada en tu sueño" dijo. Otra vez en deuda.
-Fer, debo decir que es hermoso todo lo que me dices, la forma en la que te expresas, como la describes.. pero necesito que me expliques algo, es que no veo la necesidad de buscarle otro significado a una palabra cuando el que tiene es tan sencilla, no entiendo cómo pueden coartar la conexión de un abrazo por el simple hecho de que hay personas alrededor, a menos qué...
Yo tenía novia.