Maratón 2/3
Ya no hay Beliebers, Ya no existe Justin Bieber
Mas o menos 10 minutos después de haber escapado de muchas necesitadas, me fui al bar donde ___ estaba apoyada con un vaso… esperen eso es ¿coca – cola? Pero si era una despedida de soltera no un cumpleaños de críos, y podría apostar a que aquella chica jamás había asistido a una revolución de fiesta como estas. Acomode mi mascara y cruzaba los dedos para que no me reconociera, aunque con la poca luz y todo el humo que había en el lugar no se podía ver, ella podía reconocer mi voz. La observe un poco más… estaba tan… tan… tan sexy.
-¿No se te apetece algo con… alcohol? –le pregunte cuando estaba a su lado-
- No tomo, pero gracias por tu oferta –me respondió mirando hacia el frente-
- Es una despedida de soltera, se supone que deberías de pasarla bien –le sonreí a pesar de que ella no fijaba su vista en mi-
- Y también se supone que tu deberías de estar follando a alguna chica necesitada de aquí –me miro y me sonrió-
- Sabes donde atacar eh… -solté una leve carcajada- pero de eso se están ocupando mis demás compañeros, no te preocupes que me tienes completo para ti –le guiñe un ojo-
- Pues… -vio hacia delante de nuevo- como eres mío y puedo hacer lo que se me dé la gana contigo, te regalo a aquella chica –apunto a una morena que estaba sola sentada en el sillón- ve y diviértete.
- Oh vamos… -me puse enfrente de ella- eh esperado toda la noche a una chica como tú… -ella me interrumpió-
- Pero yo te he rechazado ¿no?, pues que lastima no necesito nada de ti, búscate a otra –sonrió y bebió un poco de su bebida-
- ¿Y si no se me da la gana buscar a otra? –alce ambas cejas-
- Pues lastima por ti, porque me quedare toda la noche aquí, bebiendo de mi bebida, hasta que ya sea la hora de irme –me empujo y se sentó en una de las sillas del bar-
- Aush… que mala eres –reí y me senté a su lado- veo tu cara y esta me dice que no te vendría mal un polvo.
- Pues yo no veo tu cara porque tienes una máscara –hizo una mueca y yo reí- pero se nota en tus ojos a que estas más calentón que el sol.
- Calentón por ti, que no se te olvide eso –susurre en su oído derecho- O me dirás que te da miedo un simple revolcón porque eres virgen.
-negó con la cabeza- No soy virgen, pero tampoco soy una puta.
-me aleje de ella- Eres más difícil que la tabla del 723 –reí-
- No –negó nuevamente- pero no me meto en la cama con cualquiera.