Capítulo 23

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—Tenemos que pasar a buscar a Aerin a su escuela.— musitó Yoongi.

Me encontraba totalmente destrozada en el sillón de la sala con él abrazándome ¿Qué se suponia que iba a hacer ahora? ¡Hasta tenía miedo de volver a mi propio hogar! No quería molestar a Yoongi quedándome aquí.

Constantemente me preguntaba que habrían de buscar en mi casa si no tenemos muchas cosas de valor además de los electrodomésticos. No comprendía porqué destrozaron de tal manera todo sin siquiera llevarse algo. Recordaba como había quedado la sala luego de irnos con Yoongi hasta su casa y mi alma daba un vuelco.

Sinceramente no sabía que buscaban.

(• • •)

—Tienes que llamar a Baekhyun y contarle lo ocurrido. Él debe saberlo, ________.— dijo mientras conducía rumbo a la escuela de Aerin.

—Si. Cuando lleguemos a tu casa lo llamaré, dejé mi teléfono cargando ahí.— respondí.

—Hey,— tomó mi mano sin perder la vista de la carretera. —ahora también es tu casa. Ustedes vivirán conmigo así que vete acostumbrando a eso. No permitiré que vuelvan a tu casa, no al menos que esté seguro de que ustedes estarán a salvo. Por ahora estarán conmigo, protegidas.— me miró brevemente.

—Gracias, Yoongi. Por permitirnos tu hogar, en serio lo agradezco tanto.— le dije.

—Ya basta de agradecerme, lo hago con gusto.— me sonrió.

Al cabo de unos largos minutos llegamos a nuestro destino. Bajamos del auto y fuimos hacia el gran portón de entrada para retirar a Aerin, quien se encontraba con la directora y la señorita Hyo. Solamente llegamos unos minutos tarde, por lo tanto no había tanto movimiento de padres o de niños al rededor.

—Hola directora Kim.— saludé cortésmente con una reverencia.

—Hola, ________. ¿Cómo estas? Te noto muy mal.—

—Oh… estoy bien, no se preocupe.— respondí esbozando una sonrisa.

—Bueno querida.— sonrió de igual modo, luego miró detrás de mí donde se encontraba Yoongi. —¿Oh? ¿Y él quien es?— me preguntó.

—Min Yoongi, padre de Aerin. Un gusto.— hizo una reverencia. La señorita Hyo no le quitaba los ojos de encima, en cambio, la directora Kim quedó sorprendida.

—Oh, es un gusto señor Min, soy la directora de su hija. Y ella es su maestra.— señaló a la señorita Hyo.

—Lo sé, las conozco de vista.— sonrió.

—Bien.— intervine. —¿Podría entregarme a Aerin? Tengo prisa por hacer unas cosas.— la verdad es que no tenía que hacer nada mas que llamar a Baekhyun y ver las declaraciones de la policía respecto a lo sucedido, pero quería largarme de allí porque la señorita lanzada, disculpen, digo Hyo no dejaba de comérselo con los ojos a Yoongi. Era incómodo.

—¡Claro!— gritó la directora haciéndonos sobresaltar. —Maestra Hyo, vaya a buscar a la alumna Min, por favor.— la nombrada rápidamente fue a hacer lo dicho y trajo a Aerin de la mano, se la entregó a Yoongi en lugar de a mí. ¡Pero que lanzada resultó ser!

—Señorita Hyo, me gustaría hablar con usted.— dijo Yoongi.

—Oh… si señor Min, dígame.— musitó nerviosa.

—Bien. El otro día Aerin me ha dicho que quería jugar con un auto de juguete para que su muñeca lo conduciera, pero que usted no la dejó hacerlo. Únicamente quería decirle que si mi hija quiere jugar, ya sea con un Max steel para que su Barbie tenga de novio, la deje hacerlo. No me gusta que tenga estereotipos a tan temprana edad, quiero que disfrute jugar con lo que ella desee, que sea liberal.

—Pero señor Min, mi trabajo es edu-.— yoongi interrumpió lo que la maestra de Aerin iba a decir.

—Y lo entiendo, pero no quiero que mi hija crezca con un mismo estereotipo sobre las cosas. Quiero que ella tome sus desiciones.—

—Yoon, tenemos que irnos.— intervine. Quería cortar con esa conversación lo mas antes posible porque sabía que jamás iba a terminar conociendo a Yoongi.

Mi miró.

—Tienes razón.— me secundó. —Seguiremos esta conversación en otra ocasión, Señorita Hyo.— yoongi entrecerró sus ojos levemente al verla.

—Claro, cuando quiera.— elevó sus cejas. ¡Ay dios mío! ¿Es que a caso no tiene respeto?

Tomé a Yoongi de la muñeca antes de despedirnos los tres. Entramos al auto de Yoongi y esta vez fui yo quien puso a Aerin en su silla. Me subí en el lado de copiloto y luego de abrochar mi cinturón de seguridad Yoongi comenzó a conducir.

—Sigue sin agradarme esa maestra.— dijo Yoongi luego de varios minutos de viaje.

No respondí, sólo me limité a mirar por la ventanilla.


(• • •)


—Mamá ¿Donde estamos?— preguntó Aerin cuando aparcamos frente al edificio de Yoongi.

—Estamos en casa, hija. Tú y tu madre se quedarán a vivir un tiempo conmigo.— Respondió Yoongi y le sonrió.

—¿En serio? ¿Y por qué?— niña curiosa.

—Luego te lo explicamos princesa, ven, vamos a entrar para ver tu habitación.— la bajó del auto y tomó su mano.

come back home ✧ yoongi y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora