La carretera me estaba matando, había estado corriendo durante 30 minutos sin descansar por una horda de caminantes que me cruce en el bosque. Luego de estar escondida y esperar a que las cosas esas pasaran, seguí mi camino en el bosque, y empecé a recordar las noches que no había descansado desde que deje la cabaña.
No encontré otro lugar para pasar la noche desde lo de la cabaña, tuve que estar todos estos malditos días afuera en el frio y duro piso con un ojo abierto, creería que ya es una rutina de la cual me acostumbre, despertar, levantar mis pertenencias y seguir en el frio y silencioso bosque.
Me encontraba caminando hasta que escuche un crujido de una hoja romperse. Inmediatamente me agacho y empiezo a buscar con la vista. Escondida en un arbusto, veo a un chico, en el piso sentado y tapándose la boca con la mano, me acerco un poco más y puedo llegar a ver que tiene su pierna lastimada. Se clavó de alguna manera una rama, ¿Cómo lo sé? Simple, hay una rama con demasiada sangre alada de su pierna.
Mientras veo como se levanta apoyándose en el árbol, gruñendo por la fuerza que hace para mantenerse en pie, tomo una decisión, es muy arriesgado en el momento en que estamos en el mundo.
Me levanto, tratando de llamar su atención mientras el gruñe con la fuerza que hace para mantenerse de pie. En un momento, se da la vuelta rápidamente y me mira, asustado, puedo ver sus nervios y sufrimiento al ver que intenta hablar. De un momento a otro, se cae desmayado.
-¡Diablos!- Digo y me acerco a el rápido agachándome; le empiezo a dar cachetadas en el cachete así despierta, pero no funciona. -Tendré que buscar un lugar para curarte y poder descansar- Me digo a mi misma para poder comenzar a levantar sus cosas y levantarlo apoyando su brazo en mi cuello, empezando a caminar buscando un lugar.
Luego de estar caminando media hora, encuentro una cabaña bien escondida, tapada por arboles a los alrededores;
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Emprendo camino mucho más rápido hasta allí, dejo al chico en el porche y hago la rutina que hice con la cabaña, tres golpes entrar y asegurarme de que este todo bien. Salgo de la casa rápido y entro al chico, tirando las cosas que traía de él y las mías, y lo pongo en el sillón así puedo romperle el pantalón y poder curarlo. Lo desinfecto y pongo manos a la obra.
-Espero no salir desmayada por hacer esto chico...- Digo en silencio, mirándolo fijamente, sabiendo que él no me escucha.
Empiezo poniendo mis manos sobre su rodilla, no tocándolo, si no que estas están elevadas cerca de la zona que es la más afectada por parte de la herida. Cierro los ojos y empiezo a concentrarme, para verme a mí desde otra visión y concentrándome en la herida, que está lentamente a unirse el tejido de la herida, parándose la sangre sanado la herida en las partes más afectadas haciendo que me duela demasiado la cabeza.
-¡Mierda!- Digo tocando mi cabeza y abriendo los ojos de par en par, despertando del "sueño" y sintiendo un líquido caliente cayendo de mi nariz, rápidamente con mi brazo limpio el líquido rojizo que sale de ella y me quedo fijamente mirando a el chico -Me tendré que esperar a que despiertes chico, no me hagas hacer arrepentirme- Me digo a mi misma para luego empezar a tapar la herida para que no se infecte.
Me lo quedo mirando un rato, cansada y seria, sentada en el piso con mis brazos en mis rodillas;
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Me quede pensando en meterme en su mente, para poder ver como lleno una rama a clavarse a su rodilla, pero no quería, me daba inseguridad que el se despertara mientras lo hacia.
Luego de pensar y esperar a que se me fueran los dolores de cabeza, me levanto y me dirijo a la cocina para buscar provisiones, ya que al momento en el que entre no me pude dar el lujo de registrar la casa para encontrar cosas; en el living estaba el chico desmayado, así que me fije en los muebles con polvo, que tenían platos y copas, pero había una cosa que me llamo demasiado la atención, era un hombre, con dos chicas morochas, de pelo castaño con una sonrisa traviesa por ponerse divertidas en la foto. -Lindos recuerdos para este momento, creo- Me dije a mi misma.
Luego de revisar todo el piso de abajo, incluida la cocina. Que encontré botellas de agua y latas no vencidas, me dirijo al piso de arriba, levantando mi arma en todas las direcciones de las que pueda apuntar, dirigiéndome a las habitaciones que me esperan para poder ver que me ofrecen de interesante.
Luego de hacer un gran recorrido en toda la casa, encontré cosas de para asearme, peine, cepillo de dientes, pasta, un kit de primeros auxilios, de los cuales solo agarre el jabón con la pasta de dientes, el cepillo y el kit me vendría bien.
Baje al living y dando un suspiro, me asegure de poder asegurarme toda la casa para poder descansar. Dude en ponerle esposas al chico, sé que sobreviviría, lo pude sentir y ver cuando lo curaba, pero eso no me da seguridad en saber si es bueno o malo. A duras penas, le puse las esposas, enganchándolo en el sillón en el que estaba acostado.
Me senté en el piso y abrí una de las latas que me encontré, luego me cepille los dientes y me senté en el salón individual que estaba alado del chico, y viéndolo, caí en un sueño profundo.
