2

49 29 21
                                    

Querida Annie:

Creo fuertemente que nadie merece saber que existes, nadie merece sentir cada mañana que algo lo abruma hasta el punto de parar llorando en un rincón de su habitación o en un baño para que nadie note lo que pasa, nadie merecer pensar que no es lo suficiente para nada, nadie merece sentirse fracasado y nadie merece tenerle miedo a la vida, porque eso es lo que eres, miedo a la vida.

Leí que a las personas que te tenían como "amiga" les aconsejaban hacer algún tipo de ejercicio o deporte porque así era la mejor manera de controlarte, yo ya no quería que estuvieras en mi vida controlando todo porque yo quería controlarte a ti Annie entonces comencé a entrenar futbol y por fin sentía que era realmente buena en algo, por fin había encontrado mi lugar. Sabía cómo sonreír a pesar de tener mil cosas en la cabeza porque con tocar el balón o pisar el césped de la cancha yo olvidaba todo por un momento y en verdad era feliz, pero todo termino cuando tuve una lesión y llegué a un colegio con mayor exigencia que el anterior y pensé que ya te tenía dominada, que tú ya no serías un problema para mí, pero sólo por un año te pude tener lejos, sólo por un año pude controlar tus movimientos, ya que regresaste a los 16.

No entiendo en que momento deje que te introdujeras tanto en mi mente como para afectarme de la manera que lo haces. Yo me sentía bien, no tenía miedos, sonreía demasiado. Dime ¿Cómo puedes hacer que el alma más viva de la casa, ahora sea la más muerta o que a veces desee realmente estarlo? Necesito que respondas tantas preguntas que te tengo, necesito que me dejes paz y que pueda vivir, que pueda disfrutar de la vida en sí.

con odio,
Violet


Querida AnnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora