-¿Crees que deba decírselo?
-Pues no lo sé. Tal vez, tal vez no.
-La amo, pero no sé si tenga que dar la noticia como "Oye mamá ____ está embarazada, soy el padre" y saber que no es así.
-Primero habla con ella, y piensen que van hacer con el bebé.
-Tienes razón.
*
Me levante con dolor de cabeza, quite mi colcha, me acomode el chongo mal hecho y me salí de la cama, entre a la ducha, me quite mi ropa y me mire en el espejo que tenía el enorme baño, mi pansa cada vez crecía más y más y las fajas reductoras ya no hacían nada por nosotros.
-Hola- dije secando mi cabello cuándo vi a Niall sentado en la cama viendo mi foto con papá que tenía hace unos cuantos meses.
-Se parecen ¿Sabes?
Me senté junto con él y mire la foto. Me veía tan... relajada, feliz, contenta y todos los sinónimos que puedan haber en la felicidad.
-¿Has sabido algo de...?- Niall no termino la frase pues, no sabía a quién referirse.
-¿De papá?; no. Desde que me fui.
-¿& dé...?- levanto la ceja y reí.
-No tampoco. Pero eso no es lo que me preocupa- dije sentándome hasta atrás de la cama.
-Sí. Hable esta mañana con Greg- dijo asintiendo.
-Que bien, ¿Cuándo se casa?, Si quieres yo los puedo ayu...
-_____-Me interrumpió mirándome. "oh-oh" pensé al ver su ceño fruncido.- Estoy dispuesto a que el bebé lleve mi apellido, a que él bebé me llame papá. Estoy dispuesto a todo por ti...- Se hinco y tomo mi mano- ____ yo... te amo y no te imaginas cuanto, y te aseguro que amare a ese pequeño bebé más de lo que ya lo quiero.
¿Te casarías conmigo?
Me miro con esos ojos azules y tiernos de tan él.
-Niall yo...- mis lagrimas resbalaron por mis mejillas. Sabía que lo quería pero, no lo amaba y él, todavía lo soñaba, su recuerdo estaba tan presente que no podía aceptar tantos problemas, no podía, definitivamente no- Sí, acepto.
Niall sonrió y me beso, recibí el beso de golpe, pero lo recibí bien.
-Gracias ____ te amo- me volvió a besar- Voy a ser el mejor, no te decepcionare- camino por atrás muy agitado.
-¿A dónde vas?- dije confundida.
-No puedes casarte sin anillo- Dijo abriendo la puerta- y no puedes proponer matrimonio sin una cena- salió con la puerta aún abierta.
-Pero...
-Adiós, te amo- la soltó de un portón.-¡Ujúuuu!, ¡Dijo que sí!- lo escuché gritar por el pasillo.
-Oíste eso- dije sobando mi abdomen- dije que sí- sonreí.
Mierda.
Mi celular sonó de repente haciéndome recapacitar. Lo tome entre las manos pero se me resbalo.
-¿Hola?- dije por debajo de la cama.
-¿______?- Escuché una voz detrás del teléfono que lloraba y lloraba.
-¿Sí?- pregunte temblorosa.
-Oh dios eres tú. ¿Dónde estás?, creíamos que estabas... muerta, todos te extrañamos aquí- Era Kenya, definitivamente era ella. Mi mejor amiga, la que una vez odie con toda el alma- ¡Zayn!, ella está aquí, en el teléfono- Oh dios no. Colgué antes de escuchar su voz.