Tony se encontraba en la puerta viendo al rubio sentado en la cama que lo miraba de forma intensa.
— ¿Qué fue todo eso?
— ¿Qué cosa?
— Sabes a lo que me refiero.
— En verdad no. Estaba pasando un buen momento y ahora estoy aquí cómo niño regañado.
— Estabas coqueteando con mi hijo.
— Estaba compartiendo halagos con tu hijo. Él es divertido.
— Y más guapo, joven y sensual ¿Cierto?
— ¿De qué hablas? Sabes, mejor me voy.
— No. Tú viniste aquí a revolver mi vida. Vamos a hablar.
— ¿Ahora?
— Ahora ¿Aún quieres casarte conmigo o has pasado tu interés a Charles?
— ¡¿Qué?! No sabía que era tan celoso profesor. Primero de unos niños de cuatro años y luego de tu hijo.
— Yo no soy celoso.
— Y yo no soy un genio, millonario, playboy y filántropo.
— ¿Playboy?
— Te lo dije, he pasado por muchas personas.
Un gruñido salió del rubio y estampó al joven contra la puerta causando un ruido seco. Se quedaron mirando y se escucharon pasos apresurandose en el pasillo.
— Ella debe ser tía Peggy a menos que tu hijo no te haya hecho caso.
— Concentrate aquí. En mí.
— ¿Qué vas a hacer?
— Quiero que me respondas ¿Sigues interesado en mí?
— He estado interesado en ti desde los cuatro años. No sea tonto, profesor.
— ¿Y Ch-
— Sí mencionas a tu hijo de nuevo voy a irme a su habitación.
— No, no lo harás.
— Entonces no lo menciones. Hagamos cosas de adultos. Ya no soy un niño, profesor.
El rubio al fin pudo dejar de ver completamente a Tony cómo el niño que había sido y pudo dejar ir a su esposa fallecida.
— Es hora de avanzar. Yo sólo te tuve prestado, sé feliz cariño.
— Gracias, profesor. Ahora lo dejo con mi yo mayor.
Con una sonrisa ante el peso liberado el hombre tomó las mejillas de su ex alumno y lo besó con todo el deseo que había estado reprimiendo.
Steve mordió el labio ajeno haciendo que se abriera en invitación, coló su lengua y el nivel del beso aumentó. Las manos del rubio bajaron para tomar las caderas del menor y apegar sus cuerpos aún más.
— Dios, he soñado con esto.
— No me digas desde los cuatro años porque te dejo.
— Claro que no, profesor.
Más besos y mordidas fueron repartidos en el cuello del genio haciendo que soltara gemidos muy altos.
— Eres bullicioso.
— ¿Quieres demandarme por eso?
— Sólo debo mantener tu boca ocupada.
— Rayos ¿Qué ha pasado contigo?
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'Cosa de niños.'
FanfictionSteve es un maestro de niños de 3 a 5. Llega un niño nuevo ese año que es demasiado adulto y desde el primer día lo miró con sus ojos de bambi para al cabo de una semana ponerse al frente suyo y decirle: Te vas a casar conmigo.