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"¿Qué tal todo, cariñito?" chilló Eunbi en su oído quitándole uno de sus auriculares.

Yoongi suspiró pesadamente y volteó su silla para ver a su jefa.

"Bien, Eunbi" respondió fastidiado de la emoción de la chica, ¿puede ser alguien realmente feliz un martes por la mañana?, más bien, ¿alguien es realmente feliz alguna vez en su vida?

"Me alegra, porque necesito el artículo que te comenté hace una semana" dijo con una enorme sonrisa.

"¿El que te pedí tres veces no hacer?" farfulló esperando lo peor. Eunbi simplemente asintió. "Eun... no puedo hacerlo" chilló molesto como un niño haciendo rabietas.

"Sojung ama tu escritura, Yoon, ella realmente quiere que tú escribas el artículo principal de la revista" dijo ella tomando las manos del contrario y mirándolo con intensidad. "Todos contamos contigo, tienes asombrosos puntos de vista, facilidad de palabra y tu argumentación es digna de un premio; sin ti esta revista no sería lo mismo" explicó aún sin despegarle la vista.

Yoongi rodó los ojos, sabiendo que cada palabra que abandonaba sus labios no era menos que la verdad absoluta.

"En primer lugar, nadie leerá ese artículo de mierda, ¿a quién diablos le importa mi punto de vista acerca de San Valentín?" enumeró con sus pálidos y delgados dedos, "y en segundo, Sojung ni siquiera me conoce, cuando la saludo simplemente me ignora mientras le grita un par de cosas a su asistente" recordó a la pobre Yerin cargando las mil y un carpetas de la dueña de la compañía.

Fue el turno de Eunbi de rodar los ojos, pero pronto regresó la sonrisa a su rostro.

"Bueno, considerando que queda un día y medio para la publicación y yo realmente requiero un artículo más, no me queda más remedio que pedírselo a uno de esos niños nuevos que tanto odias" comentó con una sonrisa y soltando sus manos. "Recuerda que todo se trata de impresionar a Sojung, si ella leyese tu esplendido trabajo hecho en tan poco tiempo, quedaría asombrada" y movió las cejas sugestivamente. "Pero ya sabes, tú estás negado, ¿cierto?, yo podría hablar con ella y quién sabe...."

El azabache bufó y miró su computador repleto de proyectos abiertos. Si tan sólo Sojung leyese uno de estos, en los que ha estado trabajando durante tanto tiempo, donde ha pasado noches en vela plasmando cada uno de sus pensamientos y polémicas opiniones, si tan sólo dejara de ser invisible para los altos mandos, tal vez, sería merecedor de un aumento, incluso un asenso... Yoongi quería eso, mierda, lo necesitaba.

"¿Quién lo editará?" preguntó finalmente a lo que Eunbi aplaudió.

"Sabía que aceptarías" chilló de emoción. "¡Hoseokie, cariño!, ¿podrías venir?" llamó a alguien que Yoongi desconocía, por lo que lamentablemente significaba que era uno de los mocosos nuevos que Gfriend, revista online en la que llevaba dos años trabajando, habían contratado.

Un muchacho de cabello anaranjado entró cargando una carpeta en una mano y un café en la otra.

Yoongi lo miró curioso.

Feo, fue lo primero que pensó. Molesto, joven e infantil, fue lo que le siguió. Llamativo y... ¿qué ocurre con su cabello?, ¿él realmente quería ese espantoso color?, ¿él era el que sabía cómo combinar colores y crear diseños?, fue lo último que pudo especular antes de que Eunbi hablase.

"Él es Hoseokie, se encargará de ayudarte con la parte visual del artículo" explicó sin dejar de mover las manos. "Necesito que lo trates bien, ¿entendido?" le reprimió, sacando un bufido de Min y una pequeña sonrisa en el editor. "Oh, él también corregirá la ortografía y le moverá una que otra cosilla, ya sabes..."

Tres [Yoonseok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora