Tal vez existía una realidad alternativa en la que todo era perfecto. Tal vez existían miles de ellas; una infinidad de universos en los que las cosas salían a conveniencia de cada persona. Tal vez no; Yoongi no era un filósofo y la vida de un soltero de veintiséis años iba rápido, así que dudaba contar con el tiempo suficiente como para meditarlo.
Navidad no era su fecha favorita, probablemente era la que más le hastiaba de las tres por su fuerte ligación a la religión que le fue impuesta por sus padres a pesar de los años de reclamos; pero esa fue la peor Navidad que ha pasado en toda su existencia.
Dejando de lado su horrible aspecto, falta de sueño y la horrible jaqueca que sintió apenas se asomó el sol, la falta de Hoseok le calaba, puesto que la sentía. Si bien no acostumbraba celebrar dicha festividad, sentía una soledad mucho más notoria que la de los otros años.
Negó con su cabeza, puesto que todo eran imaginaciones suyas; el frío era lo que le pedía a gritos acercase a Hoseok, puesto que por cosas de la vida, siempre se sentía cálido, y muy probablemente eran los comerciales y películas acordes a la fecha los que le habían metido a la cabeza que quería estar cerca de él en dichas celebraciones.
Los días pasaron y Min Yoongi no pudo descansar en ninguno de ellos, puesto que estaba pasando por un insomnio que, si bien no afectaba su horario laboral debido a sus vacaciones, le dejaba demasiado tiempo libre; sin embargo, el escritor estaba pasando por un bloqueo también; de pronto ya no podía argumentar nada, no tenía ganas de opinar ni de ser aclamado; sólo podía cuestionarse si decía la verdad; si sus puntos de vista eran los correctos, o si al menos existía algo como la verdad absoluta.
El treinta y uno de diciembre llegó al igual que su ruidosa familia a su departamento, el mismo que ya no estaba tan arreglado como el día de su cumpleaños, pero qué más podía hacer, si se sentía tan desanimado que incluso era sorprendente que pudiese levantarse de la cama, la cual sólo le hacía más notorio la ausencia de cierto muchacho pelirrojo con una sonrisa de corazón tan brillante que iluminaba hasta los rincones más oscuros de su ser.
Nadie habló sobre su terrible apariencia, ni el exceso de botellas vacías en el bote de desechos, ni mucho menos preguntaron por el paradero de quien ellos creían su pareja; incluso su madre, que al igual que él no se callaba nada, guardó silencio acerca de aquellos aspectos.
La noche transcurrió tranquila, Siah estaba emocionada, pues quería ver los fuegos artificiales; Naaesung y su hermano estaban más acaramelados que de costumbre, o eso le pareció al menor de los Min; por otro lado, sus padres no dejaban de hacer el recuento de su año, pensando en todos sus conocidos que ya descansaban en paz, o en el descaro de la vecina de casarse con un muchacho veinte años menor; hablaron sobre sus resoluciones para el año que en horas llegaría e incluso la chiquilla participó diciendo que su único propósito de año nuevo era montar un unicornio.
Sus padres rieron al igual que los abuelos, sin avisarle que, lamentablemente, estaba equivocada, que los unicornios no existían y que estaba en un horrible error que, en el mejor de los casos olvidaría cuando grande.
¿Yoongi era igual que Siah? Todos le habían escuchado hablar mierdas sobre que el amor no existía, que todo era cuestión de feromonas, sustancias químicas y deseo sexual, ¡y pobre del que comentase sobre un supuesto vínculo emocional! ¿Nadie se atrevía a romper su burbuja al igual que a su sobrina de ocho años?, ¿él realmente sólo quiso creer que tenía la razón todo este tiempo?, ¿por eso Hoseok se limitaba a sonreír cuando lo escuchaba decir que el amor era irreal mientras descansaba su cabeza en su regazo? ¿¡Todos sabían que él estaba estúpida, cruel, irrevocablemente enamo ...!?
"¡Cariño, tu teléfono!" chilló Soonbok con amabilidad sacándole de su transe.
El azabache se disculpó y se alejó hacia la cocina, esperando que no fuese Jung Hoseok, puesto que sabía que, aunque no había probado gota de alcohol, no sería capaz de mantener una charla madura, puesto que lo único que había estado haciendo era intentar no pensar en el asunto.
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Tres [Yoonseok]
Short Story¿Se puede amar a alguien en tres días? ↪Yoonseok ↪Short story | 5 partes ↪Historia completamente de mi autoría, queda prohibida cualquier copia total o parcial de la misma. ©srssej | 20180201