Turquesa

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Turquesa.
Así era el marco de las gafas de Taehyung, nunca lo había visto con ellas y aún peor, se veía mejor y más guapo.

Estabamos pensando qué hacer, luego de levantarnos, y por fin bañarnos cosa que quería hacer porque aunque no me podía quejar, en mis adentros odiaba estar sucio.
Ahora mirabamos la cafetería desde una banca en el parque, bastante hambrientos.

-Te toca ir -Me habló Y.

-No quiero -Sentencié.

-Mira, yo iría, pero tampoco quiero -.

-Pues claro que no vas a querer, amenazaste a una anciana - Hablé alto - con un trapeador -.

Y me tapó la boca, y volteó a ver a nuestro alrededor. Yo le iba a morder la mano pero me destapó de inmediato.

-Mira - Suspiró - Tenía mucha hambre, y mis neuronas simplemente no funcionaron correctamente, pero comimos algo, ahora tengo dinero. Ve y pide alguna cosa barata. -Y me hizo un gesto muy cómico en un intento de dar lástima.

Accedí, de todas formas. ¿Qué cosa tan mala podría pasar?

La campanilla del local sonó, y Taehyung limpiaba una mesa con esas gafas tan peculiares, su delantal, un jeans, y unos zapatos negros a juego con su camisa fue ahí cuando recibí otra ráfaga de viento.. es Tae, quiero decir ¿Qué carajos estoy haciendo aquí?

Me di la vuelta con la idea de huir, pero fue muy tarde...

- Pequeño ladrón - Venía caminando hacia mí - ¿Vas a robar algo?

-No soy un ladrón -Las palabras salieron casi solas de mi boca un calor en mi cara no tardó, casi era una costumbre.

-Ajá, y ¿traes dinero? -Estaba ya cerca mío, sentí como me escaneo con la mirada.

Ah, es verdad, hoy no me veía tan mal.

-Sí - Interrumpí ese extraño silencio -Quiero saber que me alcanza.

-Bien, pues puedes ir al mostrador - Ahora miró por encima de mi hombro a través del cristal de la puerta - ¿Viene tu amigo? o ¿Se va a quedar ahí?-.

-Es que no venimos a comer, es más caro si nos sentamos - No hacía contacto visual con él, veía mis sucios zapatos.

Se hizo una pausa muy larga, y yo me quedé en silencio aún con la cabeza gacha, cuando al fin la levanté, Tae ya no estaba frente a mí, estaba en el mostrador hablando con la cajera. Tan poco tiempo junto a ti.

Pero cuando pensaba que daría lo mismo y me iba ahora, Tae volvió sonriendo levemente.

-Toma -me dio la factura por unos panes, dos cafés y un paquete grande de galletas -Te doy la factura para que la enseñes en la caja cuando esté listo, lo pedí para llevar -Ahora sonreía enseñando sus dientes muy peculiar y lindo, pero, algo estaba mal.

Sentí un fuerte flechazo en el pecho, como si me hubiese dado cuenta de algo que tendría que descifrar. Nada bueno, eso sí me quedó claro.

-Muchas gracias, ¿te lo puedo recompensar? Al menos... una parte -Taehyung hizo una mueca confusa y yo le ofrecí mi dinero -.

-No qué dices, es un regalo... Ya casi es navidad - De nuevo, como aquella oscura tarde, esa mirada que yo sentía que me abrazaba. Aunque la sensación de que Tae no estaba bien me perseguía. Bueno, seguro soy yo y mis tonterías y extrañas ocurrencias.

-N..No sé que decir, muchas gracias - E hice una reverencia.

-Eso ya lo dijiste - Tae se me acercó y respiró cerca mío, juro, que de no haber sido por la mesa de atrás, me hubiera caído de la sorpresa.
Pero logré observar por su tono de piel que yo estaba tan acostumbrado a apreciar, un poco de maquillaje debajo de sus ojos. ¿Porqué alguien tan guapo necesitaría maquillaje?

Pigmento [Vkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora