14. El tutor - (Larry Stylinson)-Terminada.

Catorce.

Louis estaba realmente preocupado por Harry, durante la tutoría de ese día no hizo más que mirarlo e imaginarse la terrible vida que él y su madre tenían.

-Eh ....oye Louis...hola... ¿vas a explicarme esto o vas a quedarte embobado como el resto de la hora que llevamos?, ¿en qué demonios piensas que te tiene tan distraído?-dijo el rizado pasando su mano por delante de la cara de Louis varias veces.

-Si....si...emm...es-estaba pensando en ti-se le escapó sin querer.

Harry entonces lo fulminó con la mirada.

-Si vas a empezar con tus mariconadas, me largo.

-Eh...no...¿qué?.-dijo distraído de nuevo mirándole sus regordetes y rosados labios mientras le hablaba.

-Venga, ¿es una broma?, ¿ésta es la tutoría que vamos a tener hoy?, pues si te digo la verdad prefiero ver una película-dijo el rizado levantándose y caminando hacía el sofá mientras cogía el mando del televisor en la mesa central.

-¿Qué haces Harry?, debes estudiar, suelta eso-dijo el ojiazul levantándose rápidamente de su silla y corriendo a quitarle el mando.

-No, yo quiero ver esto-dijo el rizado señalando la tele.

El ojiazul saltó encima suyo e intentó sacarle el mando, el cual Harry mantenía alejado de él, pasándose de una mano a otra, intentando que no se lo quitase.

Harry y Louis se vieron envueltos en algo peligroso pues lo que empezó como un juego entre risas y roces de los chicos por el mando, terminó con Louis sentado sobre las piernas de Harry, con sus respiraciones agitadas y sus ojos mirándose fijamente.

Como si una fuerza lo arrastrase sin poder revelarse, el mayor se abalanzó sobre la entreabierta y jadeante boca de Harry y éste automáticamente soltó el mando y lo agarró por la cintura.

Poco a poco el beso se profundizó y el rizado quitó las manos de la cintura de Louis y las bajó hasta su redondo trasero, agarrándolo con fuerza y haciendo que éste soltase un jadeo erótico.

El deseo los envolvió y cuando se quisieron dar cuenta ya estaban en boxer, con unas abultadas y palpitantes erecciones oprimidas en estos.

De repente Louis se apartó y buscó en los pantalones de Harry y cogió un condón de los que sabía que solía llevar el rizado y volvió junto a Harry.

-Toma pontelo Hazza-dijo el ojiazul besándolo de nuevo.

El rizado entonces reaccionó y miró a lo que habían llegado, tras un juego inocente y de repente apartó a Louis y se puso de pie para buscar su ropa y vestirse.

- ¿Qué estás haciendo Harry?, ¿por qué te estás vistiendo?-dijo Louis confuso.

-Tengo que irme, yo no he venido a esto, no debo hacerlo. Mi padre lo notará y nos joderá la vida Louis.-dijo el rizado poniéndose los pantalones a toda prisa, a pesar de la pronunciada erección que le oprimía.

-Pero Harry tú quieres esto igual que yo, me deseas y yo te deseo a ti, ¿por cuanto tiempo vas a negarte?.-dijo Louis cogiendo también su ropa esparcida por el salón.

- Tú no lo entiendes Louis pero mi padre puede hacernos mucho daño y no quiero que eso pase.

Entonces el ojiazul se acercó y lo agarró del brazo.

- Harry mis padres no permitirán que me pegue cómo piensas eso, lo denunciarían y yo lo denunciaría también por lastimarte a ti y a tu madre.

- No digo que vaya a pegarte pero si se entera de esto, a mí me meterá en una escuela militar y no podré salir de allí hasta que le da la gana él y a ti te obligará a irte. Todo el mundo lo sabrá, todos te juzgarán, ¿no lo entiendes?, arruinará tu vida como lo hizo con la de Josh.

- ¿Josh?.... ¿quién es Josh?...¿ Él fue tu novio?... ¿le hizo eso?... cuéntamelo Harry, no te vayas así- dijo él ojiazul cuando vio que Harry ya vestido cogía su mochila y se iba hacia la puerta.

- Déjalo así, no quiero contártelo, lo siento debo irme, es lo mejor -dijo Harry antes de salir por la puerta de la calle.

Louis se apoyó en ésta esperando que Harry se despidiese pero solo se caminó sin mirar atrás.

- Pero ¿vendrás mañana verdad?, ¡me lo prometiste a cambio de la cena!—gritó de repente— ¡tienes que venir hasta el examen!, ¿Me oyes?, ¡no puedes faltar a tu promesa- el ojiazul no estaba muy seguro de que el rizado volviese, éste estaba muy aterrado por sus sentimientos y su situación.