Pasarán los años
y recordaremos la primera mirada
en la que me quedé cegado
por aquellos ojos que tanto brillaban.
Aquellas conversaciones
a quilómetros de distancia,
que nos hacían sentir emociones
que con nadie más nos pasaba.
Aquellos celos que teníamos
cuando hablábamos con alguien.
Aunque ambos luego sentíamos
que nuestro amor era impenetrable.
Querré recordar contigo, mi vida
mientras estamos en un sofá,
viendo un álbum de fotografías
y sonriendo sin más.
Así que no te vayas
porque te lo repito:
Siempre mi alma
estará enamorada de ti, cariño.