Parte 1

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Era el comienzo de un nuevo curso en el instituto. El verano había acabado pero aun así seguía haciendo buen tiempo. Lo suficiente para que aun quedara gente caminando por ahí en manga corta y pantalones cortos. Las clases del primer día por fin habían acabado y yo buscaba entre toda la gente a mi mejor amiga Luna. Su pelo rosa chicle se debería ver desde lo lejos pero aun así no veía nada. Frustrada decidí ir al campo donde entrenaba el equipo de fútbol del instituto. Quizá si no veía a Luna podía ver a William. William había sido mi crush desde el colegio. La única conversación que tuvimos fue cuando me regalo una caja de pinturas cuando eramos pequeños. Recuerdo que vio como dibujaba y me las dio con una preciosa sonrisa diciendo que yo las iba a utilizar mejor. 

Me siento en las gradas, hay varias personas mirando como entrenan. El curso acaba de comenzar pero el equipo ya estaba en el campo dispuestos a mejorar. Le vi con su ropa de deporte y su melena con rizos castaños volando al aire mientras corría. Siempre que le veía, era como si todo el mundo se parase para entregarme su fabulosa imagen. Sus músculos se contraían  cuando corría y la tinta de sus tatuajes resaltaba sobre su piel pálida. Suspire sin ni siquiera darme cuenta. Se que doy bastante pena. Solo soy una tonta enamorada y lo mas seguro es que el ni siquiera se acuerde de cuando me regalo las pinturas ni siquiera se acuerda de mi. En los últimos años compartimos un par de clases pero el ni siquiera me miraba. Mirarle me dolía. Me dolía que como mientras yo ponía mi mundo a sus pies el ni siquiera se enterase de ello.

 - ¡Sabíamos que estabas aquí! 

Unas manos se posaron en mis hombros y me sobresalte. Mi amiga Luna se asomo sonriendo por detrás mía y a su lado iba Viktor. Mis dos mejores amigos se sentaron cada uno a mi lado. Luna tan sonriente como siempre y Viktor con una débil sonrisa pero serio.

 - Buenas vistas -. Dice mi amiga haciendo de visera con su mano y fijándose en la cantidad de hombres corriendo alrededor del campo

Sonríe y me da un codazo 

 - Pero tu solo te fijas en uno ¿verdad?

Enrojecí de inmediato y Viktor pone los ojos en blanco. El siempre me ha dicho que yo valgo demasiado para ir suspirando por un chico que ni siquiera me hace caso. 

 - No soy la única que esta observando. Digo mientras señalo a todas las personas sentadas en las gradas

 - No entenderé como un par de musculitos siempre vuelve locas a las tias

A Viktor nunca le han gustado los típicos musculitos sin cerebro. La verdad es que a mi tampoco pero William es diferente. Al menos, eso creo. Posiblemente sea yo que estoy cegada por el amor que le veo diferente pero...¿que mas da? Había cambiado mucho durante estos últimos años, el niño adorable había pasado a ser un chico malo 

 - Un par de músculos nunca vienen mal para las vistas querido-. Dice Luna siguiendo con la mirada a uno que acaba de pararse a tomar un trago de agua-. Pero que nada mal

Viktor y yo nos echamos a reír pero mi sonrisa desaparece cuando una rubia despampane te se lanza a los brazos de mi amor platónico. Durante un instante rezo para que solo sea un abrazo pero cuando sus labios de juntan a los suyos mi corazón se rompe en pedazos. ¿Que pensabas Tessa? La verdad es que se ha ganado la fama de Don Juan, no es la primera vez que le veo besándose con otra pero igualmente mi corazón siempre se contrae ante esa imagen. Reconozco a la chica, su nombre se Samantha Jones, siempre ha sido animadora y es el típico cliché que siempre encontramos en los institutos. Rubia, sexy, animadora y una autentica arpía con todas las personas. Viktor me coloca una mano sobre mi rodilla y Luna se coloca en frente mía tapándome la vista. Ellos también lo han visto

 - ¿Que os parece si nos vamos a tomar algo?

 - Por mi bien-. Responde enseguida Viktor

Yo me quedo seria durante unos segundos y logro sacara una fina sonrisa. Asiento con la cabeza y me encojo de hombros

Tenias que ser túWhere stories live. Discover now