Tenias que ser tú

Parte 2

Al la mañana siguiente me toca arreglarme a toda prisa. Mi despertador ha decidido morir justo hoy y me despertado muy tarde. Miro mi reloj, si me doy prisa llegare al bus. Estaré en clase un poco tarde pero creo que llegare a segunda hora. Nota mental: Tessa, tienes que sacarte en carnet de conducir.
Salgo corriendo a toda prisa de mi casa y tengo que recurrir a mis grandes zandacadas de cuando hacia atletismo para llegar a tiempo al bus.
Lo he cogido de milagro. Entro al bus sofocada y me lanzó literalmente sobre el asiento, cuando recupero la compostura me siento bien, como una persona normal. Noto unas miradas sobre mi y me giro, hay gente mirándome como si fuera un bicho raro. Sacó las mejores de mis sonrisas y las saludo con la mano, nunca han visto a una persona corriendo hacia el bus o que? Efecto inmediato, las gente deja de mirarme y vuelve a sus asuntos. Mientras estoy en el bus me pongo musica para relajarme y miro por la ventanilla. Me siento como la protagonista de un videoclip dramatico. Lo típico.
Cuando llego todavía falta media hora para que empiezan las clases y a mi me da vergüenza entrar en la mitad así que decido esperar a la segunda hora para entrar. Me siento en un banco de madera que hay al lado.
-ERES UN IMBECIL, UN GILIPOLLAS, UN HIJO DE PUTA!!
Vaya, parece que alguien esta enfadada, me giro hacia la voz y veo a Samantha Jones discutiendo con William, mientras que esta parece muy enfadada, el otro se mantiene indiferente apoyado en un árbol, parece tranquilo y molesto, como si lo único que deseada sea que se terminase su discusión y poder irse a tomar unas copas.
- Me vas a dejar así como así?
William se encoje de hombros y la miro fijamente.
- Nunca estuvimos juntos Sam.
- NO ME LLAMES SAM, SOLO LAS PERSONAS QUE ME CAEN BIEN PUEDEN LLAMARME ASI.
El suspira, en verdad que parece molesto pero es como si todo le diese igual.
- Nunca estuvimos juntos Samantha. Nunca.
Parece que en cualquier momento Samantha de fuese a desmayar, le lanza un ultimo insulto y se gira con aire de diva, pero yo se que por dentro se esta muriendo. No puedo culparla. Ella quiere lo que todas queremos. Que William nos hago caso
Esta vez miro hacia el que se acaba de encender un cigarro y esta con una sonrisa en el rostro. Le parece divertido esta situación? Menudo imbécil, ahora mas que nunca me odio por sentirme atraída hacia una persona como el. Como si sintiera que le estoy mirando se gira hacia mi y nuestros ojos se encuentran como anoche. Mierda. Me doy la vuelta inmediatamente y fingo que miro el móvil. Escucho pasos a mi espalda. Mierda, mierda, mierda. Antes de que pueda hacer nada se sienta a mi lado. Da una calada al cigarro y suelta el humo.
- Has disfrutado del espectáculo?
Me va a reprochar que le estuviese vigilando?
- Cualquiera se hubiese girado a ver que pasaba, ella gritaba mucho.
El sonríe y dos hoyuelos se le marcan. Porque tiene que ser tan hermoso el muy capullo?
- Que opinas?
Su pregunta me pilla por sorpresa, de verdad va a preguntarme que opino sobre su relación o lo que sea que tuviese con Samantha? Como si esto fuera un programa de cotilleos?
- No soy la mas indicada para opinar sobre tus relaciones - Me mira interesado - Pero creo que no deberías comportarte con las chicas como si fueras un estúpido robot sin sentimientos.
El se rie, que le parece tan divertido? Esta vez gira su cuerpo hacia mi.
- Me estas echando la bronca por comportarme como un capullo?
- Eres tu el que va pidiendo opiniones a desconocidos
Un brillo de confusión y decepción pasa por sus ojos, pero pasa tan fugazmente que me hace pensar que lo he soñado.
- Como te sentirías tu si alguien te ilusionada y luego te aplastaran el corazón como si nada?
- A mi eso no me pasa, preciosa- Dice mientras me dedica una sonrisa seductora
Pongo los ojos en blanco. Genial
¿Se puede ser tan imbécil? A el parece le divierte esta situación, en ningún momento se le ha borrado la sonrisa de su rostro.

- El día que te pase, no habrá nadie para darte su opinión.

Levanta una ceja, hay un brillo nuevo en su mirada, curiosidad, intensidad...¿algo de deseo? Niego con la cabeza. No Tessa, deja de hacerte ilusiones. Aparto la mirada de la suya.

- ¿Los chicos como tu sois siempre así?

- ¿Los chicos como yo?-. Pregunta divertido.

- Imbéciles y desagradables.

Suelta una carcajada, se forman unas arrugitas cuando al rededor de los ojos cuando sonríe. Tengo que controlarle para no lanzarme contra el. Algo que dice que lo haga, que me lance, que es no va a negarse, la otra en cambio, la parte racional, me dice: Tessa aléjate cuanto antes, no seas un pañuelo de usar y tirar.

- Tu no me conoces preciosa-. Me dice con tono de ternura

- Claro que si-. Le digo-. Eres como un monumento en este instituto, todo el mundo te conoce. El Gran William Copper. Una leyenda ¿Verdad?-. Digo sarcástica-. Tienes fama de Don Juan, todas las chicas caen a tus pies suspirando de amor y tu solo las das amor una noche...ni siquiera pienso que sea amor...Tu solo las utilizas de quita y pon y luego rompes todas sus ilusiones...Y eso, es ser un imbécil y desagradable.

Esta vez me mira como si siquiera meterse en lo mas profundo de mi alma.

- Puedo ser un tipo agradable-. Dice intentado acariciar mi mejilla

Yo me aparto inmediatamente, esta vez soy yo la que suelta una risita sarcástica

- Y también puedes ser el peor de los villanos.

Nos quedamos un instante mirándonos, parece que ni siquiera se va a molestar en volver a hablar de nuevo. Simplemente me mira y me confunde. Es tan difícil de descifrar. Me gustaría saber que esta pasando por su cabezita. Seguramente se este diciendo que soy una chica rara y estúpida.

Me levanto del banco y cojo mi mochila. La segunda clase esta apunto de empezar. Me dirigí hacia la entrada con paso firme, William no intenta detenerme y yo le alejo con paso firme. Cuando estoy en la entrada me giro y veo como levanta la mano para decirme adiós. Sin responderle entro al instituto, justo cuando suena el timbre y toda la gente sale a mogollón de las clases ocupando todo el pasillo. Los intento esquivar con dificultad y consigo llegar hasta mi clase de historia.

Viktor ya esta sentado en nuestro sitio habitual. Me dirijo hacia el y me coloco a su lado.

- Ey ¿donde has estado?

- Se me han pegado las sabanas-. Digo mientras saco mis libros de la mochila

- ¿Y venido corriendo hasta aquí?

- He cogido el bus ¿porque me lo preguntas?

El se encoje de hombres y señala mi cara.

- Esta roja y pareces alterada

Inmediatamente me llevo las manos a la cara. Mierda ¿se habrá notado cuando hablaba con William? No quiero que se de cuente de que suspiro por el.

- No...no...yo-. Balbuceo-. Sera porque antes he estado hablando con William-. Digo haciendo un gesto para quitarle importancia.

Viktor abre los ojos sorprendidos. Pasa por distintas fases, primero la sorpresa, luego el enfado y por ultimo la decepción.

- ¿Que pasa?-. Odio cuando me mira así, me hace sentir como una niña pequeña reñida por su padre

- Simplemente creo que te mereces algo mejor...Nada que no te haya dicho ya.

Desde que le conté que me gustaba en secreto William se pasaba todo el día diciéndome que me merecía algo mejor. Lo peor es que en lo mas profundo de mi sabia que era verdad. Lo sabia. Suspire.

- Escucha, no hace falta que te preocupes...ha sido una conversación rara, le he insultado varias veces.

Parece que tengo un alíen en la cara porque me mira extrañado. Seguro que estará pensando. ¿si te gusta tanto...porque le insultas?

- ¿Ha intentado algo contigo y por eso me has insultado?-. Ahora parece enfadado

- No, no ha intentado nada conmigo-. Me estoy cansando de esta conversación-. Creo que va siendo hora que me guste otra persona Viktor. No estoy dispuesta a seguir suspirando por un chico como el.

El asiente, con su seriedad habitual pero ahora se le ve feliz.

La clase comienza pero no puedo concentrarme. Me gustaría saber que le paso a William para que pasara de ser un niño adorable al capullo sin sentimientos que es ahora. Parece haber pasado por mucho. En todo caso debería hacer caso a mis pensamientos. No debo seguir así. Pero una cosa es decirlo y otra muy distinta es la practica.