El Desierto de mis pensamientos

Capítulo 1 Parte 1

La vida es como un relámpago de luz tratando de brillar incluso en el lugar más oscuro del mundo, es esa fuente de energía que no se apagara mientras te esfuerces en seguir viviendo, y cada persona en este mundo le da su propia razón para seguir manteniéndola, no siempre es fácil, hay quienes se dejan envolver por fuerzas negativas y convierten su existencia en una iluminación perturbadora que le causa más desdichas que felicidad, suprimiendo con sus propias manos ese maravilloso regalo dado hasta extinguirlo, pero qué pasaría si se llegase aún punto medio donde la extinción y el resurgimiento cuelgan de un mismo hilo y un simple paso adelante o atrás puede ser clave. Un lugar apartado donde los gritos de las personas se ahogan entre el vacío de esos dos mundos sin saber dónde estarán al despertar. Ese fue mi caso, acostado en una habitación en blanco sin poder moverme mientras mi cabeza vagaba en un rincón oculto que mi propio subconsciente creo, fue así que me aventure en el desierto de mis pensamientos.

¿Cuánto tiempo llevaba aquí? Era la misma pregunta sin respuestas que me hacía cada día mientras recorría aquel caluroso desierto sin saber hacia dónde me dirigía, caminaba el día todo sin parar, no sentía sueño, ni mucho menos sed y hambre. No parecía recordar como termine varado aquí ¿Cómo me llamaba? ¿Quién era y de dónde venía? Eran algunas de muchas cuestiones que siempre rondaban por mi mente y continuamente eran ahogadas por el silencio de este paisaje desolado. Varias veces caí tendido al suelo, no por falta de un cansancio inexistente sino el deseo de rendirme y dejarme llevar por el vacío que había en mi pecho, mas no quería ser enterrado sin saber quién era, esa búsqueda incesante de respuestas era lo que me daba la voluntad de seguir. Más de una vez grité a todo pulmón mi desesperación y maldije mi suerte, lágrimas de rencor emergieron de mis ojos incontables veces y por mucho tiempo un odio sin razón torno mi corazón de negro, pero todo cambio aquel día cuando la vi parada frente a mí y desde que tengo memoria, fue la primera vez que sonreí.