Una loca noche.

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-¡Vive en una piña debajo del mar, Bob esponja!~.-Cantaban Polnareff y Kakyoin a todo pulmón, Avdol y Jotaro sentían una gota recorrer por su nuca.

El alcohol en las venas les estaba afectando gravemente.

-Debimos haber ido a un restaurant a celebrar y no a un antro de borrachos.-Negó Avdol con la cabeza.-¡Jean, deja ahí!

-¡Yo quiero conducir!.-Trataba de tomar el volante pero su esposo se lo impidió.

El moreno se detuvo y le puso el cinturón al francés para evitar que siguiera moviéndose.

-¡Liberame!.-Grito exageradamente.

-Quieto.-Ordenó el ojicafe para después continuar conduciendo.

-¡¿Porque pimpon se lavaba la carita si era de cartón?! ¡No tiene..hic...lógica!.-Gritó preocupado Noriaki mientras sacaba la cabeza por la ventana.

-Denme un maldito respiro.-Jotaro tomó por la cintura al ebrio pelirrojo y lo sentó a su lado.-Toma, juega con esto.-Le dio un nintendo con el cual Kakyoin siempre jugaba.

-Uh~ es rectangular...-Lo observó como si fuera la cosa mas entretenida en el universo.-...¡Se libre!.-Gritó para luego lanzarlo por la ventana.

Rápidamente Star Platinum lo atrapó antes de que cayera por la autopista, Kujo se frotó el puente de la nariz.

-Avdol, por el amor de Dios sube esa maldita ventana.-Pidió, él mencionado acato la orden.

-¡Aquí va un chiste!.-Exclamo el de camisa negra.-¿Porque el tomate no toma café?.-Aguanto la risa.

-Callate Polnareff.-Gruño el nieto de Joseph con una vena palpitando en su frente...rogó a todos los dioses existentes para llegar lo antes posible a su hogar y así no soportar a su tonto amigo.

-Porque toma-te.-Dijo el albino.

El ojinaranja y el francés fueron los únicos que rieron descomunalmente por aquel pésimo chiste...

-¿Cuanto falta para llegar?.-Pregunto desesperado el pelinegro.

-De hecho ya estamos cerca.-Respondió el sobrio conductor.

Unos minutos más bastaron para finalmente llegar a la casa de Jotaro y Kakyoin.

-Gracias por traernos.-Agradecio el ojiazul.-Adios.

-Adios Jotaro, nos vemos.-Sonrio el egipcio.

Kujo salió del auto para luego cargar a su ebrio prometido, cerró la puerta del auto y se fue en dirección a su hogar.

Entró en la casa y se dirigió a la habitación para depositar suavemente a Kakyoin en la cama, se sentó en la orilla de esta.

-Que cómodo.-Dijo Noriaki al sentir su cuerpo en aquel suave colchón.

-Debes descansar.-Recomendó acariciando los cabellos rojizos de su amado.

-Podemos hacer...hic... algo más.-Insinuó con voz sensual.

-¿Eh?.-Se sonrojo al momento en que el pelirrojo lo jaló por el cuello de su camisa y lo obligó a quedar sobre el menor quien devoró sus labios.

El amante de las cerezas dirigió sus manos a su propia camisa para intentar torpemente desabrochar sus botones pero el mayor se lo impidió.

-Espera Kakyoin...

-Hazme tuyo.-Rogó delirante mientras abría sus piernas.

Mierda.

En serio quería hacer suyo a Kakyoin...

Pero aún no.

Quería hacer las cosas bien, ambos juraron no tener relaciones sexuales hasta el matrimonio, pero Kakyoin no estaba consciente de lo que hacía o decía por culpa del alcohol, no quería aprovecharse del estado de Noriaki simplemente porque no era lo correcto, además quería que el menor estuviera en sus 5 sentidos en su primera vez.

Se quito de encima mientras escuchaba las protestas por parte del otro hombre, lo ayudó a sentarse para abrazarlo cálidamente.

-Debemos ser pacientes.-Dijo acariciando la espalda de Noriaki.-Se que no estas consciente de tus acciones, pero no me aprovecharé de esto por que te amo y te respeto, ¿de acuerdo?.-Sintió como el cuerpo del menor se relajo, dándose cuenta de que su prometido se había quedado dormido.

Río levemente por esto, acomodo a Kakyoin en la cama y lo tapó con la manta, se acostó a su lado y lo abrazo con cuidado para no despertarlo.

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Un francés gemía altamente importándole poco si los vecinos lo escuchaban, el placer lo tenia enloquecido a mas no poder...
Mohhamed estaba excitado, beso a su esposo sin dejar de embestirlo, estaba a punto de venirse...

-¡A-Avdol!.-Grito su nombre justamente cuando se corrió, se limpió el sudor de su frente.

El moreno siguió penetrando al peliplateado hasta que finalmente depósito su semilla en el interior de su amado...

-Ah...ah...-Respiraba entrecortadamente, bajo su mirada y notó que el miembro de Polnareff nuevamente estaba erecto, se sorprendió.

-Esto aun no termina.-Dijo pícaro atrayendo al ojicafe y besándolo con pasión.

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-¡A-Ahhh!.-un gemido entrecortado escapo de los labios del rubio al momento de correrse.

Ante esto su esposo se corrió por 6ta vez en su interior, sintiéndose finalmente satisfecho.
Acomodo unos mechones del dorado cabello y beso la frente de su amado para después salir de su interior.

-Uf~ eso fue fantástico.-Suspiro Joseph acostándose y abrazando a su Caesar.

-¡Eres un maldito animal, me rompiste el trasero!.-Se quejó gruñendo a lo bajo.

-Pero te fascino, gemias como loco.-Le recordó, causando un sonrojo en el contrario.

-¡Callate!.-Grito con sus mejillas aun rojas.-¿podemos dormir? Estoy demasiado agotado...

-También estoy cansado, el hacerte el amor como un tigre me dejo sin energías.

-Imbécil.

-Yo también te amo.-Lo beso para después dormir.

----A la mañana siguiente...--------

-Au...mi cabeza...-Se quejo acariciando su frente.
Noto que su voz era ronca, su garganta dolía a horrores, se dio cuenta de lo que pasaba...
Tenia resaca.
La puerta de la habitación se abrió, diviso a Jotaro quien tenia un té y una pastilla.

-Buenos días.-Sonrio dejando la taza en la mesa de noche y sentándose.-¿Cómo te sientes?.-Acaricio su mejilla.

-Me duele la cabeza y la garganta.-Contesto sobando la parte trasera de su cuello.

-Te traje esto, te hará sentir mejor.-Le dio el té y la pastilla.

-Gracias.-Se pasó la píldora con ayuda de la caliente bebida, una vez acabo suspiro y se lamió los labios.-¿Que paso ayer...?

-Te emborrachaste.-Dijo.-El idiota de Polnareff y tu estaban realmente ebrios.

-Ya veo.-Suspiro.-No hice nada ridículo...¿verdad?.-Pregunto algo nervioso por la respuesta del contrario.

-No...¿cómo crees?.-Dijo sarcástico mientras intentaba no reír.

-Ay Dios, no me quiero ni imaginar.-Se cubrió el rostro con vergüenza.-No volveré a hacerle caso a Polnareff cuando se trate de cerveza...

Jotaro simplemente bajó su gorra...

Fue una loca noche.

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¡Hola!~ espero y les haya gustado el capitulo...

Preparense que los siguientes capitulos trataran de la boda~ ¡Yaay!

Gracias por leer, los amo.

AriUchiha fuera Bv


Totalmente enamorados, (segunda temporada) •Jotakak•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora