¡Hey, Scout! ¿Por qué me gustas?

Capítulo 14: Alguien Espiando 1

Después de un descanso y un baño por la agotable semana, me recosté en la cama para tratar de dormir. Estuve llena de proyectos, ¿qué les pasa a los maestros? No tienen consideración en nosotros. Está bien tener proyectos, pero ¿tantos?

Días posteriores a todas las evaluaciones de la escuela, Karol y yo decidimos salir a quitarnos ese estrés acumulado; en un parque de diversiones.

Mel: Es increíble tu demora.

Karol: ¿Yo? Por favor, si al final tú terminaste tardando más de 20 minutos buscando un cupón de descuento para los helados de la feria.

Mel: ¿Qué? Son los mejores.

Karol: Gracias por traernos, mamá. -Dijo ignorando mi anterior comentario-

Mamá de Karol: Cuídense, chicas. Mel, tú papá las recogerá, ¿verdad?

Mel: Si, tú no te preocupes.

Mamá de Karol: Perfecto, las quiero, chicas.

El auto se fue y nosotras compramos los boletos para poder entrar; antes de cruzar las admisiones al lugar vi pasar a alguien muy familiar.

Mel: ~¿David?~

Al parecer se dirigían a la salida, así que perdí mis esperanzas y seguí con lo mío.

Claro, por un momento me imaginé a su lado en el carrusel y luces a nuestro alrededor. Qué bobo.

Rodé los ojos ante mi evidente inmadurez.

Karol: ¿Pasa algo?

Mel: Amm... No. -Dije rápido-

Karol: Bien... ¡Vamos a divertirnos!

Jaló mi mano, acción que provocó una casi caída por tropezar con una grieta.

Karol: ¡Mira! ¡Carritos chocones!

Mel: *Oh, vamos.* -Dije quejumbrosa-

Karol: ¡Por favor!

Mel: Ya sabes que la última vez que estuve ahí me esguincé el cuello.

Una persona *súper inteligente* estaba en mi contra, no tengo idea de porqué, pero desde que hicimos fila para subir a los carritos no dejaba de mirarme mal. Yo, incómoda por su severa observación, no dejé de sentirme preocupada y asustada. ¿Por qué malvaviscos estaba haciendo eso? No alejé mis pensamientos de ello, mala idea. Estuve tan distraída que ese chico estuvo estrellándose continúas veces en mí, hasta que no estuve de ninguna manera preparada y me golpeé muy fuerte, no logré sostenerme de absolutamente nada, mi cinturón se desgarró, y fue ahí en donde casi termino inconsciente.

Karol: Vaya, es cierto. Lo siento mucho, Mel.

Mel: Mejor subamos a la montaña rusa.

Eso lo dije sin pensar, ¿a la montaña rusa?
Yo soy pésima para ese tipo de juegos extremos, creo que la última y primera vez que subí a uno de ellos fue a los nueve años.

<<Ya ha pasado mucho tiempo, de seguro solamente fue porque estabas muy pequeña.>>

Tienes razón.

Nos paramos en la fila para esperar aproximadamente 10 minutos para subir a es máquina responsable de varias revueltas de comida.

Xxx: Adelante, es su turno.

Antes de dar el primer paso, un par de chicos con buen atractivo físico pasaron hablando animadamente de nuestro lado.

Karol y yo nos quedamos por un tiempo que se nos salía la saliva.
Inmediatamente recordé los ojos del chico que anteriormente vi a punto de salir, me di una cachetada interna y me enfoqué en el mundo real.